Nuestro Ayni puede mejorar exponencialmente si le damos compromiso, institucionalidad y profesionalismo. Los desafíos en el ámbito rural son gigantes; y para enfrentarlos, las prácticas de asociatividad deben reeditarse con metas cada vez más grandes, reconociéndose adicionalmente que es la mejor opción para editar una visión compartida para defender los ecosistemas y para transitar hacia el desarrollo.
Esto puede darse implementando un nuevo modelo de Núcleo Ejecutor Plus. En este esquema de desafió técnico y operativo, donde se suma la inversión pública con la inversión colectiva, debe ser eminentemente innovador.
Basada en indicadores sociales, ambientales, económicos y productivos, y debe ser programada y financiada cada año, hasta que sea enraizarlo en el sistema de vida del distrito. Él colectivo pone su trabajo ú otros medios y se complementa con lo que aporta los distintos niveles de gobierno. Eso es asociatividad en un segundo nivel.
Esta acción debe constituirse en la más grande escuela de aprendizaje agrario y seguro se convertirá en parte del orgullo nacional por los resultados que se logren. Ahí están las inmensas obras que nos legaron nuestros antepasados, como ejemplo imperecedero, y que nos “señala lo que debemos hacer” de forma organizada (El Qhapaq Ñan es uno de los legados emblemáticos).
En esta línea, complementariamente deben generarse nuevas guías invierte.pe para diseñar y formular proyectos productivos. La gama actual debe enriquecerse, no podemos quedarnos solo en proyectos de riego o solo en esquemas que abordan solo un producto agrícola, hay que desarrollar modelos más integrales, de mayor pretensión, sin perder de vista la perspectiva de mercado como base.
Hay que también lograr créditos y garantías promocionales para los colectivos dada la alta descapitalización que hay en el campo, principalmente para la compra de insumos o para la comercialización de sus productos. Sino hay inversión no se van a tener los medios suficientes para lograr un cambio importante, como hacer que los predios incrementen su tamaño, se acceda a mejor tecnología y para posicionar mejor sus productos en los mercados. La fórmula que comentamos es simple: inversión e innovación para el desarrollo.
En momentos que la estructura agraria está en crisis y el cambio climático manifiesta agresión creciente a la sostenibilidad del sector agrario, es necesario innovar los enfoques y prácticas sobre el sector. Es necesario proponer, validar, ajustar propuestas y actuar con decisión. El MINAGRI debe innovar sus propuestas y debe entender que más allá de los bonos, su tarea es aplicar estrategias trascendentes para promover el desarrollo agrícola, ganadero y forestal, estos últimos tan venido a menos. En el sector hay gente valiosa, solo hay que darles la oportunidad de aportar y saber escuchar.
En el documento “La reforma agraria de hoy debe ser tecnológica y sostenible y no de área”, 2023, el Dr. Jorge Lazo Z. dice: “En 70 años el Perú , con reformas agrarias y leyes de promoción agrícolas incluidas, no cambió de modelo productivo sustancialmente, solo incremento área agrícola, de 1.7 a 4.2 millones de hectáreas, y el número de cadenas agro productivas de 72 a 154, teniendo como consecuencia una disminución en nuestra productividad en un 19% por estar dedicados a la producción de productos agro ganaderos de la más baja rentabilidad”. Datos dolorosos y que nos deben hacer reaccionar.
Es necesario, dada la situación, pasar de la planificación nacional agraria, tipo genérica, a la planificación distrital, tipo especifica con herramientas pertinentes. En el sector agrario hay organizaciones: 124 Juntas de Regantes, 1681 Comités de Usuarios, 8179 Comités de Usuarios. Hay que comenzar a activar, ahí está el capital social y de cambio.
En los productores agrarios innovadores esta la esperanza del desarrollo agrario y del propio país. No olvidemos que somos cuna de civilización, no lo olvidemos, ¡Se puede hacer!
Comments