Recuerdo imágenes cuando veíamos a la Presidente del Perú, en su Mensaje a la Nación, por el día patrio el 28 de julio por televisión, y se veía en la pantalla dividida en dos, en una parte leyendo su mensaje, la Presidente Dina Boluarte, y en la otra mitad, disturbios, manifestaciones y protestas de la población, y a ratos se cambiaba esa imagen, y se veía a congresistas jugando en sus celulares, mientras la Presidente hablaba. Y aplaudían a rabiar, cuando decía lo que querían oír, por parte de una presidenta de baja aprobación, en un Congreso con sólo un 6%. Imágenes que te señalaban que algo estaba caminando mal, luego de 7 meses de gobierno.
Han pasado casi dos meses del recuerdo de esas imágenes, y ahora volvemos a ver imágenes en el exterior, con el mismo personaje, la Presidente, siendo repudiada en el exterior, con los gritos de “Dina asesina”. Mismo lema que hasta con canciones, corean a viva voz en diversos lugares del país, ya pasados 9 meses de la sucesión presidencial.
No es el aprecio o rechazo a la persona, de Dina Boluarte, que nos lleve a la preocupación, sino la molestia por el daño al país, que causa la falta de respeto a la investidura que ella representa. Nada menos que la de Presidente de la República del Perú.
Por ello, por el Perú, las autoridades deben pensar y valorar cuánto bienestar o malestar significa su continuidad en el poder.
No se les pide que hagan las cosas perfectas, sólo se les pide y se les exige que no hagan las cosas mal. Luego de 9 meses de gobierno, observamos que su ejercicio ha sido la de mantenerse en el poder. No sabemos hasta cuándo va a durar esta lucha por sobrevivir y cuando va a empezar a gobernar.
Los peruanos no dejamos de sorprendernos, de ver que no hay gobierno, no hay rumbo, la economía no camina bien a pesar de los mensajes alentadores y optimistas de su ministro de economía, la inseguridad ciudadana es alarmante, las carencias económicas se extienden cada vez más, con el temor de las consecuencias que puede traer el Niño Global. Y encima de todo ello, observa por los medios de comunicación globales, la mala performance de la presidente en el exterior, en esta última semana.
Un discurso de que estamos en el mejor de los mundos, y en la que todos quisieran vivir, es muy ajeno a nuestra realidad. A tal punto que prensa nacional que la ha protegido, le ha llamado la atención. Adicionalmente, un tratamiento nada amable a periodistas nacionales, que viajaron a NY para informar sobre las actividades de la delegación peruana. Sus saludos de sonrisa forzada para responder a los gritos en contra de grupos de peruanos en el exterior, y una reacción de que ella “ha salvado el Perú”, ante los gritos de infiltrados que pagaron su ingreso a la reunión con inversionistas de la Alianza del Pacífico, han graficado su viaje para el olvido a USA.
La Presidente para defenderse de los ataques, le echa la culpa al ex presidente Pedro Castillo, por haber sido un presidente corrupto e inepto, olvidándose que fue Vicepresidente y Ministro durante toda la gestión de Castillo, hasta 15 días antes del 7 de diciembre del 2022.
No sólo acá no la quieren, tampoco la quieren en el exterior, y eso tiene eco fuera del país, por lo que sus actividades en USA no han ocupado espacio en la prensa internacional, y por eso la agenda tan limitada que tuvo en su asistencia a la 78 reunión de la ONU. En las reuniones internacionales nos ningunean. Y no atraemos por tanto inversiones, que, en América Latina, se han incrementado, según informa el Banco Mundial, pero dirigidas a Brasil y México, oportunidades que deberíamos aprovechar con la visión estratégica de ser un hub central en el Pacífico Sur. Brasil, país con el que tenemos proyectos de infraestructura para integrarnos bioceánicamente. México, país con quien deberíamos estar unidos en la Alianza del Pacífico, pero que lamentablemente estamos ahora distanciados.
Y para colmo, en su ánimo de contrarrestar los desaires vividos, la oficina de comunicaciones de la Presidencia del Perú, publica una foto de la presidente, con el Presidente Biden y su esposa, con la siguiente nota: “La jefa de Estado, Dina Boluarte, se reunió con el presidente de los Estados Unidos, @JoeBiden, con quien trató temas relacionados a la cooperación entre ambos países y el apoyo que Perú recibe de su Nación. La mandataria invitó a su homólogo a visitar Perú próximamente”.
Inmediatamente: “El portavoz de la Casa Blanca detalló que la imagen compartida por Presidencia corresponde a un saludo entre los mandatarios durante una recepción. En otras publicaciones, el Ejecutivo también difundió fotografías de encuentros de este tipo”.
“La foto con Biden es la foto que se toman los invitados a la “Leaders’ Reception” realizada en el Met Museum, donde Joe y Jill Biden eran anfitriones”, señaló el periodista político Diego Salazar. Parece que el dinero pagado a una consultora americana para preparar este viaje a USA, ha sido una vez más un desperdicio de los recursos del Estado.
Para aún dejarla más mal parada, la Canciller de México Alicia Bárcena, publicó la misma foto que la presidente con Joe y Jill Biden, en el saludo protocolar, de la recepción mencionada y además se informó, que, en la agenda de la Casa Blanca, con el único presidente de Latinoamérica con que se reunió Biden, fue con Lula de Brasil.
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