Este atraso en obras del gobierno con respecto a construir el entorno necesario para la articulación adecuada del proyecto de inversión privada en Chancay, próximo a inaugurarse. Este intento de cambiar las condiciones que fueron suscritas hace tres años, y que animó a que la inversión privada decida invertir mil trescientos millones de dólares en la primera etapa y proyectar inversiones hasta 3 mil seiscientos millones de dólares, para el proyecto completo y que, con este sorpresivo cambio de escenario, se pueden retraer, nos revela que algo o mucho, no se está haciendo bien.
Habrá que ver las consecuencias de este cambio de reglas de juego. Cosco, la empresa china, ya emitió su comunicado, de extrañeza ante lo sucedido, y se espera lo que dirá China, que como ellos saben adónde van, siguen avanzando, por lo que mientras se sucedía lo expuesto, una misión china estaba visitando el sur del país, y recabando información sobre el proyecto del mega puerto Corio. ¿Cómo reaccionarán, qué se sucederá? ¿Qué hará USA? ¿Qué dice el Perú?
Si le sumamos lo del cambio de lo suscrito en el contrato de Rutas de Lima, los pendientes con la CIDH (Comisión Interamericana de Derechos Humanos-OEA) y con la CDH (Comisión de Derechos Humanos-ONU), los cambios en la Constitución del 93(C93) de más de 50 artículos, los signos exteriores de riqueza de la presidente, las leyes del congreso favoreciendo a la tala y minería ilegal, y a tirarse abajo la colaboración eficaz y a todo lo que sea en contra de ellos y sus partidos políticos, procurando su total impunidad, más la baja popularidad del congreso y del gobierno, y la inseguridad ciudadana, hace que las grandes oportunidades que tiene el país se desperdicien.
Qué inversionista serio se le va a ocurrir arriesgar su capital en un país con tantas oportunidades por su ubicación y su biodiversidad, en un ambiente tal cómo se destaca. Conociendo que sin inversiones no hay generación de empleo y, en consecuencia, más pobreza, más delincuencia, es muy irresponsable el manejo así del país.
Es inaudito que, en un país con tantos recursos, más de la mitad de la población sufra de inseguridad alimentaria, y más del 40% de la población infantil, sufra de anemia, superando el 70% en algunas regiones del país. Debemos reflexionar, si queremos seguir así, o actuar en consecuencia. Estamos perdiendo el futuro de nuestro país
Hemos avanzado, pero nos falta para adelantarnos al complejo mundo que se nos vino y se nos viene. Somos resistentes al cambio, y por ello se prioriza los planes y beneficios de corto plazo, y de ahí los festejos y las fotos en hechos intrascendentes, perdiendo el tiempo, entreteniendo a la gente, mientras van sacando leyes a favor de su impunidad para que la fiesta continúe.
En vez de invertir tiempo en las necesidades de inversión, en conocimiento, para brindar una buena salud, educación, investigación, desarrollo, medio ambiente, ampliación de la sociedad, rehabilitación y realización de la infraestructura necesaria, para caminos, viviendas, ciudades.
Debemos prepararnos para los cambios que ya llegaron y seguirán viniendo, y para ello, la educación es vital. Debemos adelantarnos al complejo mundo que se nos viene. Y esa debe ser la tónica de las buenas autoridades. Preocuparse por nuestro futuro.
Los estudiantes de hoy no necesitan más información sino aprender a evaluarla y sintetizarla. Desarrollar el pensamiento crítico, aprender a comunicarse, a ser colaborativo, y a ser creativos. Capacidad de cambiar. Autoaprendizaje basado en la experiencia.
Hay mucha ignorancia. Tratamos el conocimiento ajeno como si fuera propio. Sabemos muy poco sobre la mayoría de las cosas. Debemos actualizar nuestros conocimientos para que sea acorde al funcionamiento del mundo. Buscar fuentes sólidas, investigar y leer en profundidad sobre un tema. La verdad solo puede ser encontrada por cuenta propia.
Debemos aceptar la complejidad y la naturaleza ambigua del mundo. No olvidar, qué somos parte de una civilización, en que hoy todos siguen las mismas prácticas en economía, salud y ciencia. Tomar conciencia, de que nuestra libertad, será más restringida, ya que cada vez habrá más información sobre nosotros. Los dueños de los datos son los dueños del futuro.
Los ricos usarán la biotecnología para pagar mejoras en su cuerpo. Los pobres ya no serán tan necesarios como fuerza de trabajo. Seremos más remplazables y menos necesarios, por los avances de la inteligencia artificial. En el mundo digital los límites de las comunidades y amistades se deteriorarán. Las tecnologías que nos dieron sensación de conexión pueden desconectarnos. La cooperación global es la única esperanza para resolver problemas transnacionales.
Los cambios tan marcados y rápidos, que se han dado tras la caída del muro de Berlín, hace sólo 35 años, de pasar de la aspiración del comunismo a una democracia liberal, con crecimiento económico globalmente, con fuertes interrupciones, cómo las crisis económico financieras de 1998, 2008 y la crisis sanitaria de la pandemia en el 2020 a la fecha, obligaron por sus consecuencias, a que mundialmente se reflexione, considerando el balance de lo positivo y negativo, sobre los cambios necesarios a realizar en este modelo económico, que por sus resultados, vuelve más ricos, a los ricos, y más pobres a los pobres.
Por lo que los países más poderosos, los líderes religiosos, los intelectuales, y los economistas en especial, van proponiendo cambios, porque es evidente, que todo hecho económico no se aísla de lo social, y por lo tanto hay que corregir las brechas existentes, que el COVID 19, se ha encargado de hacerlas evidentes a todos los que quieran ver.
Comments