Si seguimos analizando el Perú, nos damos cuenta, que así cómo prioritario resulta trabajar el agro, también resulta prioritario, el desarrollo de empresas competitivas para generar valor, empleo, impuestos, prosperidad, bienestar.
No existe forma de eliminar la pobreza, sin generar riqueza. Para el sector empresarial, según estudios realizados a ejecutivos de diversos sectores económicos, los tres principales problemas del país son la calidad de la educación, la inseguridad ciudadana y la corrupción.
El bajo nivel de la educación preocupa a empresarios peruanos. La gran mayoría del sector empresarial peruano está conformado casi en un 98% por las MYPE. Esta elevada tasa refleja no tanto la capacidad emprendedora del peruano, sino sobre todo, el espíritu de supervivencia, ante la falta de empleo de calidad. La mayoría son empresas familiares, bastante vulnerables, sin mayor preparación, acceso a la información, a la producción a gran escala, al crédito o capital humano calificado, limitaciones que no le permiten su desarrollo competitivo ni la creación de mayor valor agregado.
La preocupación se acrecienta cuando en el Programa Internacional de Evaluación de los Alumnos (PISA), el Perú queda último entre los países de la OCDE (países más desarrollados), tanto en comprensión lectora, como en matemática y ciencia. El Consejo Nacional de Competitividad y Formalización (CNCF), en el 2012, afirmaba: “…Ello implica incorporar renovados modelos de gestión para los sistemas de ciencia, tecnología, innovación y calidad; una estrategia articulada de internacionalización; y una educación que acompañe a esta transformación productiva”.
¿Y en qué hemos avanzado en el tiempo, y cuanto nos falta para estar en el mejor nivel mundial y qué hacer para lograrlo? Tener en cuenta que con el reto de saber que los estudiantes lideran el cambio, en la era de las redes sociales, el profesor no puede limitarse a transmitir conocimiento. Tiene que instruir sobre cómo encontrar, compartir o redistribuir la información. El futuro (el presente) es digital. Lo saben bien los alumnos, que dominan la tecnología y la comunicación a través de ella. El reto está ahora en el profesorado, que debe incorporar las nuevas herramientas y crear una manera de aprender diferente.
Se deberá enseñar cómo crear nuevo valor e innovar su modelo de negocios. Aprendiendo a: 1. Fortalecer los puntos clave en su negocio, manteniendo la rentabilidad. 2. A conocer a generar valor a sus clientes por medio de un modelo de negocio innovador. 3. A organizar una nueva idea para un potencial negocio, servicio o producto.
Igualmente, aprender a como ser mejor persona, para mejores resultados, desarrollando su capacidad de liderazgo, enseñándole a dirigir con liderazgo, a conocer el mundo empresarial, a aprender a realizar presentaciones profesionales, y a familiarizarse con la globalización y visión al futuro.
Fundamental será que, en este aprendizaje, se internalicen principios de vida, tales como: 1. La ética, como principio básico. 2. La integridad. 3. La responsabilidad social. 4. El respeto a las leyes y los reglamentos. 5. El respeto por el derecho de los demás ciudadanos. 6. El amor al trabajo. 7. El esfuerzo por la inversión. 8. El deseo de superación. 9. La puntualidad. 10. La conciencia ambiental
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