Los medios de comunicación actuales, permiten ver en vivo, a colores, en tiempo real, lo que sucede en el mismo instante en cualquier lugar del mundo, y por supuesto lo que sucede en el Perú entero, y así podemos apreciar en las pantallas de un televisor, computadora, celular, Tablet, lo que sea el medio, las protestas que se realizan a lo largo y ancho del país.
Se observa que reclaman por ofrecimientos no cumplidos, demandas no atendidas. Se nota insatisfacción, indignación, reclamo, protesta. Son hechos. Son realidades, a la vista y oído de todos, diariamente, durante las 24 horas del día.
Entonces, resulta desconcertante, que el premier diga que todo va muy bien, y que todo es producto de infiltrados políticos, grupos de terroristas, que, a través de las noticias, unos terroristas de imagen paran destacando, resaltando. No señor. Son las noticias del quehacer diario nacional.
No puede tampoco, usted decir que su ministro de economía es el mejor del mundo, porque tiene la moneda más sólida del continente, las reservas internacionales más altas, porque usted debería saber para ocupar el cargo que ocupa, que esas son funciones del Banco Central de Reserva. Preocúpese más bien de que otra vez van a superar el déficit fiscal, establecido como meta, y que el Consejo Fiscal se lo viene advirtiendo, desde tiempo atrás.
No se jacte mucho de lo que vamos a crecer en el año, reconozca sus errores, pida disculpas más bien, por todo lo que pudiéramos haber crecido si hubieran trabajado por un ecosistema favorable a las inversiones, al progreso, a la prosperidad, y aprovechado el ciclo de alza de materias primas, que están al alza, y que el Perú por su composición geográfica, tiene abundantes y diversos recursos, para generar desarrollos territoriales por todo lo extenso y biodiverso que es el Perú.
Piense, si hubieran dedicado el tiempo a procurar el desarrollo económico social de nuestro país y no estar más de 8 años, en peleas por tomar el poder para buscar impunidad, todas las inversiones y crecimiento económico sostenido que pudiéramos ya haber aprovechado porque el Perú es rico. No tiene un solo producto, que le genere ingresos, tiene varios y de varios sectores económicos.
Confiese, todo lo que estamos dejando de ganar por malos gobiernos como el de ustedes, desde la crisis política profunda creada por la tres veces derrotada electoralmente, hace ya 8 años, con el propósito de buscar su impunidad, ante la falta de transparencia de los fondos con que ha hecho sus campañas políticas y que le han dado derrotas para su sueño presidencial, pero le ha permitido armar bancadas que le han dado poder a través del congreso, que le permite cambiar las leyes para lograr su impunidad, corresponder a los intereses empresariales de sus generosos “donantes”, así como el poder de lograr la permanencia en el puesto de la presidenta, por lo que hace lo que quiere con ella, hasta le impuso el ministro del interior, al que no se le reconocen más méritos que el de haber sido fujitroll y defensor de policías con problemas con la justicia, y un afán desmedido por figurar.
Cómo premier usted debió desde el primer día preguntarle al ministro del interior cuál era el plan con que lo había escogido la presidente, y no aceptar una imposición sin plan que le acompañe. Es parte de sus responsabilidades. Es de imaginarse que la presidenta para haber escogido un ministro del interior debe haber escogido uno con un plan estratégico, que sabía que hacer desde el día de su juramentación, porque cualquiera que vive en este país sabe, porque lo vive a diario, que la inseguridad viene escalando cada vez más, afectando a todas las edades, sexo, condición social, ocupación que sea, y que la corrupción es un cáncer nacional.
Ahora si ella lo eligió sin ningún plan estratégico, cómo es evidente que ha sucedido, debe ser vacada por incapacidad permanente. Es de una irresponsabilidad extrema, que ante una situación de inseguridad ciudadana y corrupción en la que vivimos haya priorizado otras tareas, como la de escoger un ministro del interior para buscar su impunidad y proteger a su hermano, procurando desactivar la DIVIAC, la EFICCOP, como nos hemos enterado -y los hechos lo han corroborado-, por las grabaciones de un capitán PNP Junior Izquierdo (alias Culebra), al ministro del interior, que demostrando todo lo contrario al celo y reserva propio de un ministro del interior, muy suelto de boca, le contó todo lo que hemos escuchado, hecho que lo niega, a pesar de haberse entregado las pruebas con su verificación respectiva y que con artilugios legales, intentan hacer que el caso prescriba por extenderse en plazos, y el ministro y el gobierno, como si nada hubiera pasado, creyendo que no nos enteramos de las noticias, y que noticias así las censuramos totalmente.
El problema se agrava, porque la presidente quiere aferrarse al poder para ver cómo sale libre de sus acusaciones, y amenaza con él sólo 4% de aprobación, que ella se va a quedar hasta el 2026, “aunque no lo quieran los anarquistas de la población”, sin querer darse cuenta que con las víctimas, al inicio de su presidencia, -en dónde debió convocar a elecciones, porque era evidente, que en la primera vuelta del 2021, ya se les había dicho que no los queríamos-, ya había perdido legitimidad política, haga lo que haga, y su futuro legal le hará pensar que mejor hubiera sido de acuerdo a las posibilidades de cada uno, en este caso la suya, de haber sólo sido Presidente del Club Apurímac. La ambición da duros golpes también. Leí que la más grande corrupción, es ocupar el puesto del que uno no es capaz.
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