Hoy en el Día del Maestro, un reconocimiento, un agradecimiento y un saludo muy afectuoso a aquellos seres solidarios, que, con su entrega y dedicación, comparten sus conocimientos, experiencias, ayudando a que nuestra evolución sea continua y sostenible.
La noble y generosa tarea de enseñarnos a pensar, a crear valor, no sólo para nosotros individualmente, sino también para el colectivo, para la sociedad, debemos retribuirla, reflexionando en su homenaje sobre dos hechos muy importantes ocasionados esta semana.
Uno, el viaje oficial a China, que sella la amistad de dos grandes civilizaciones, y consolida el ingreso de esta gigantesca potencia, a nuestra región sudamericana, a través nuestro, con el mega puerto de Chancay. Dos, el inicio del juicio a una organización política, por lo trascendente que significa para nuestra sociedad poner en evaluación el comportamiento y proceder de una fuerza política que ha estado tres veces cerca de lograr la presidencia, en elecciones generales, y que en las mismas sí ha ganado congresistas, gobernadores, alcaldes provinciales y distritales, por sus agresivas y millonarias campañas publicitarias, muy superiores al resto de sus competidores en las elecciones realizadas en esta ya casi cuarta parte del siglo XXI.
En el viaje oficial a China, ambos presidentes, firmaron una serie de acuerdos que consolidan la asociación estratégica integral entre ambas naciones, destacándose un memorando de entendimiento para la implementación del Plan de Acción Conjunta 2024-2029, que será bueno conocer, y poner en discusión para una participación efectiva de la sociedad en su conjunto.
Entendemos que este acercamiento a China, para un mejor equilibrio de relaciones con el mundo, deberíamos también tenerlo con otros países amigos, socios comerciales, con quienes ya tenemos acuerdos, alianzas e incluso hasta tratados de libre comercio. Será bueno conocer también nuestro Plan de Acción con el Mundo, para el próximo quinquenio. No vaya a ser que por lo grande y ambicioso que es China, nos concentremos sólo en ese país, y acabemos siendo un satélite chino.
Esta es una gran oportunidad, de resaltar al mundo nuestra ubicación central en el Pacífico Sur, y así poder desarrollar la infraestructura necesaria, para lograr ser un hub logístico de la región. En este sentido hay que tener una visión estratégica para el desarrollo regional, la integración fronteriza y la internacionalización económica.
Hay que valorar la ubicación central del Perú, como centro de una estrategia de inserción económica internacional, basada en la interconexión bioceánica, por lo que debemos proyectarnos hacia el interior de Sudamérica y hacia el Pacífico, lo que significará una estrategia de desarrollo de las regiones del Perú competitivamente.
Debemos ser conscientes de que Sudamérica es un territorio discontinuo, conformado por la Plataforma Caribe, la Cornisa Andina, la Plataforma Atlántica, el Enclave Amazónico y el Enclave Sur Amazónico. Para unir esta especie de «islas», se han identificado «puentes» para unirlas. Esto es conocido como los Ejes IIRSA (Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional Suramericana).
Para su desarrollo en el 2009 se creó El Consejo Suramericano de Infraestructura y Planeamiento (COSIPLAN) para planificar e implementar la integración de la infraestructura de América del Sur, en compromiso con el desarrollo social, económico y ambiental, y está integrado por los ministros del sector designados por los Estados Miembros de UNASUR (Unión de Naciones Sudamericanas).
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