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Juan de Dios Guevara / Las cosas con calma (2 de 2)

Foto del escritor: Análisis EfectivoAnálisis Efectivo

Tomar las cosas con calma, siempre es bueno


Llegada la tarde, alrededor de las 3.00 pm estando en el centro, en la Av. Baralt y mientras era la hora de una reunión, que tenía agendada, llamé por un teléfono público a un congresista Ismael Burgos alumno mío de la Maestría en la Universidad Yacambú en Barquisimeto, para visitarlo luego de la reunión que tenía, aprovechando que estaba por Caracas ya que me había invitado a conocer el Congreso, cuando estuviera en la capital. Gran sorpresa mía, fue que me contestara y me gritara: “Profesor váyase, váyase, la orden es de disparar; ¡Váyase!”, y me tiró el teléfono. Sorprendido, cuelgo, volteo y me veo envuelto en un mar humano que se congregaba, para protestar contra Chávez, y de repente, efectivamente, de un pequeño puente empezaron a disparar hacia abajo contra la multitud.


Una de las balas le cayó a una persona que estaba a mi costado y me chorreó en sangre, lo que significó que batiera el récord mundial de 100, 200, 400 y 1000 metros, todos a la vez, sin que hasta la fecha me los hayan reconocido. La multitud también salió despavorida, dejando desierta la ciudad, con cierra puertas de negocios. Y así acabé por el Chacao, un largo camino peatonal, con mucha vida por sus tiendas, negocios, estaciones de Metro, etc., pero en ese momento no había un alma, hasta que alguien apareció y me preguntó que me pasaba, hecho que no entendí el porqué de la pregunta, hasta que me hizo reparar en mi camisa y el brazo ensangrentado. Lo eludí al curioso educadamente y con temor, no lo puedo negar, y a pocos metros veo un cafetín, el único abierto con una imagen por TV de una junta militar anunciando la caída de Chávez. Al rato, con la noticia confirmada, la gente se volcó a las calles, fuegos artificiales, bocinas, fiesta en las calles. A la que me sumé, porque no me gustaba su persona, una mezcla de Ferrando, Chibolín, Alan, Antauro, y Richard Swing. Una persona con ese perfil acá, no se le resiste. Así de simple. Varias veces me tomé el tiempo de escucharlo y no apagar el TV o radio cuando hablaba, tal como usualmente lo hacía y muchos también. Era desagradable, un parlanchín, matón que se peleaba hasta con las moscas, con el apoyo de su mayoría parlamentaria y las FFAA, y encima se la daba de gracioso.


Al día siguiente, a primera hora, conté a los míos, por internet, lo sucedido con lujo de detalles. Había sido un día de esos difíciles de olvidar. Visité unas oficinas, y en todo lugar percibí la sensación de alegría por su destitución, pero mi sorpresa fue cuando en la estación de buses hacia Barquisimeto, conversando con la gente, me fui encontrando con chavistas a muerte, y me di cuenta que el país estaba dividido. Casi de inmediato, Chávez volvió al poder, el 14/4/2002, apuntando la placa a los que no estaban con él y empezando las persecuciones y represión hasta el día de hoy con Maduro, para apoderarse de Venezuela y llevarlo a la desgracia que lo han llevado. Ese proceso de diciembre del 2001 a abril del 2002, en su tercer año de gobierno, con mayoría parlamentaria y el control de las FFAA, no se puede dar acá, por las razones que repito, no tiene mayoría parlamentaria, no tiene el control de las FFAA, y por sobre todo porque la población peruana, ya demostró cómo sacar a un dictador con la marcha de los 4 suyos, cómo obligar a retractarse a Chávarry cuando quiso cambiar a los fiscales del caso “lava jato”, cómo en 5 días retirar a Merino de presidente. Entonces, porqué minimizar la capacidad de protesta de los peruanos, más aún cuando el 80% de la población no votó por los dos candidatos a la segunda vuelta.


Es absurdo, escuchar unas profecías en el campo económico tan apocalípticas, si es que no gana una opción, que realmente, sólo son propias de un terrorismo económico. Eso es ser irresponsable y no respetar la democracia. El 7 de junio sea quien sea el que gane, la vida seguirá y el Perú continuará. Calma señores. Estamos en esta situación, porque los políticos en el Perú nos defraudaron continuamente. ¿Cómo es posible que en los últimos 5 años hayamos tenido 4 presidentes, dos congresos? ¿Cómo es posible, que exista un sistema electoral, que permita la presencia en la contienda electoral de 142 candidatos con requerimientos judiciales, en donde ninguna organización política se encuentre libre de pecado? ¿Cómo es posible vivir tanto tiempo con obstrucciones y triquiñuelas en los procesos judiciales, dilatando la aplicación de la justicia? Después de tantos errores sembrados a lo largo de todos estos años, ¿qué esperaban cosechar?


Y para culminar, estos dos candidatos, no hacen mayores méritos, para convencer a ese 80% que no voto por ellos. Por un lado, presentándonos rostros del ayer, cómo si con ellos no hubiera sido la cosa, y de otros que denunciaron abiertamente a la candidata y su familia, y ahora por arte de una amnesia selectiva, ya son conversos, porque dicen defender un modelo económico que con la pandemia desnudó sus deficiencias, y resaltó el no cumplimiento de la aplicación según la constitución vigente de una Economía Social de Mercado. Por el virus hemos incrementado 3 millones de pobres, retrocediendo las bondades del modelo a la cantidad de pobres del 2010, un 30% de la población en pobreza.


Por el otro lado, unos allegados al candidato, que mejor es, “compadre, no me defiendas”, diciendo tonterías que se van a quedar en el poder, y otro más, el de la franquicia del partido, queriendo ser parte del poder ganado por los votos del rondero de Chota, profesor de primaria, dirigente sindical, que en sus encendidos discursos políticos, no da la calma que se necesita. Debe afirmar que el votar por él no impide creer en el libre mercado y en la libertad de empresa, en la propiedad privada, las cuales tienen cobertura constitucional y deben ser respetadas.


Votemos sin miedos. Calma por favor. Respetemos los resultados y amemos a un Perú unido con ganas de ser un gran país justo y próspero para todos. Juntos hagamos una sociedad para el buen vivir.


Termino repitiendo lo que dijo ayer el Presidente Sagasti, parafraseando al Mariscal Cáceres, “el Perú será grande, el Perú será lo que debe ser si todos los peruanos nos resolvemos a engrandecerlo”.


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