Es una posibilidad para todos
Centros de Desarrollo Empresarial con Responsabilidad Social y Gestión Ambiental (CDER). brindarán apoyo en: Proyectos. Financiamiento. Legal. Contabilidad. Agropecuario. Marketing. Tecnología. Tributación. Comercio Exterior. Finanzas. Comercialización. E- Business. Ciencia y Tecnología. Medio Ambiente. Desarrollo Territorial. Inversiones.
Interactuando permanentemente con instituciones de capacitación, empresas asesoras, instituciones de inversión, cámaras empresariales y otras, sobre todo universidades.
Los CDER tendría como Público Objetivo a las Micro, pequeñas y medianas empresas formalmente constituidas y emprendedores del sector informal, generadores de empleo, que desarrollen sus actividades industriales, agroindustriales, comerciales y de prestación de servicios. El área de actuación sería de cobertura nacional, operado por las instituciones financieras seleccionadas y PROPYME (u otra que designen), bajo la coordinación de los ministerios y gremios respectivos.
Cada CDER trabajará en 4 grandes ejes, en forma conjunta: Promoción, Capacitación, Crédito y Asesoría Técnica, para el desarrollo de empresarios competitivos. Por lo tanto, será necesario desarrollar alianzas estratégicas entre los gobiernos regionales, gobiernos provinciales, gobiernos distritales, instituciones gubernamentales CITES y otras entidades, cómo colegios profesionales y universidades.
La idea es que cada región a través de su CDER promueva la creación de una cultura exportadora, articulando las cadenas productivas que se sucedan en sus territorios, enfocando los negocios desde la construcción de la oferta de acuerdo a lo que quieren los mercados. Cada una de nuestras 196 provincias tiene potencialidades a trabajar y desarrollar. Hay que apoyar a los emprendedores y/o a los que quieran serlo.
Cada CDER debe contar con la infraestructura física y operativa moderna, dotada con alta tecnología, edificios inteligentes, y con la infraestructura necesaria para convertirse en una extensión de las instalaciones físicas, operativas y funcionales de las empresas, contribuyendo así a que el empresario canalice sus actividades en función de los negocios. Superando así las dificultades de acceso vial, telecomunicaciones y energía, sobre todo en la Sierra y en la Selva. Estos centros detectarán la falta de oferta de servicios logísticos multimodales integrados y otros servicios especializados para la facilitación de los negocios. Igual, revelarán la falta de servicios financieros y bancarios para la generación de valor en el territorio, como ayudarán a superar la falta de información técnica y comercial necesaria para evaluar los flujos de comercio e insertarse competitivamente. Los CDER deberán aprovechar sus instalaciones para contar con campo ferial, de exhibición de productos, de concentración de oferta y demanda, facilitando los negocios internacionales, regionales y nacionales del sector empresarial, especialmente de quienes participan en calidad de expositor o de visitante, en los eventos que se desarrollen. Estos centros deben ser “punto de encuentro” de los negocios.
Para lograrlo es recomendable aprovechar la modalidad de Proyectos en Activos, una modalidad de promoción de la inversión privada que se ejecuta sobre activos de titularidad de las entidades públicas, que pueden ser bienes inmuebles o muebles, tangibles o intangibles, y no se utiliza en la dimensión que debería utilizarse. Pareciera que no se conoce, o no está muy difundida, esta modalidad de inversión.
Para agilizar operaciones, estos CDER deben convertirse en “ventanillas únicas”, para lo cual contarán con herramientas de información, orientación, comunicación y logística y posibilidad de extender certificaciones necesarias, descentralizando su emisión, para la fluidez de las operaciones. Contando con el servicio de Internet, bases de datos con canales de comunicación ágiles y oportunos, permitirán la utilización de un número creciente de servicios. Estas redes al Norte, Centro y Sur del Perú, deben ser consideradas como una unidad, como corredores logísticos en el centro de América del Sur, por lo que la integración entre todas las regiones involucradas a lo largo de los ejes, nos muestran los megaproyectos a emprender.
Tener presente que sus posibilidades de éxito y sostenibilidad están condicionadas por la actitud demandante y participativa de los empresarios que los formarían. Por eso el involucramiento de los empresarios en estos propósitos es vital. Ya que con la intensidad que se desarrollen estos programas, que se proponen en las líneas de acción a seguir, generarán una demanda continúa de productos y servicios financieros, un círculo virtuoso de producción, ocupación, consumo, inversión, generando más empleo y renta, que son imprescindibles, para reducir la pobreza y la delincuencia.
Es conveniente el apoyo de los gremios empresariales, la predisposición de los gobiernos regionales y locales, para crear estos CDER, para graficarlo una especie de SENATI, pero para formar, apoyar y desarrollar empresarios, creadores de valor, por todas las regiones del país, aprovechando las enormes potencialidades de nuestro querido Perú, y así tendríamos territorios saludablemente productivos, con gente involucrada en su desarrollo territorial, en paz y armonía. De lo contrario, si no generamos empleo y renta, los problemas y las crisis serán peores. Es cuestión de tomar decisiones. Necesitamos empresarios competitivos, por lo que ojalá se escuche y se lleve a cabo esta propuesta.
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