Dada la coyuntura en que vivimos, luego de la cruel pandemia, con el triste récord, de ser el país con más muertos por millón de personas, con miles de empresas quebradas, millones de puestos de trabajo perdidos, y entendiendo que la vida sigue, que el Perú continúa, y que el problema político continuará, debemos ir encontrando soluciones, para la enorme cantidad de población vulnerable que tenemos en el país, principalmente en el agro, por lo que un buen camino a considerar, es la cooperación internacional.
La cooperación internacional es aquella que se centra en el intercambio de conocimientos técnicos y de gestión, con el fin de aumentar las capacidades de instituciones y personas para promover su propio desarrollo. Es la ayuda voluntaria de un donante o de un país (Estado, gobierno local, ONG) a una población (beneficiaria) de otro. Esta población puede recibir la colaboración directamente o bien a través de su Estado, gobierno local o una ONG de la zona.
La cooperación internacional comprende todas las modalidades concesionales de ayuda y colaboración entre los países, que contribuyen a procesos de desarrollo mediante la transferencia de recursos técnicos y financieros entre diversos actores del sistema internacional. Busca el aumento permanente y la sostenibilidad de los niveles de desarrollo social, económico, político y cultural de los países en vías de desarrollo, mediante la erradicación de la pobreza, el fin de la exclusión social tanto en educación como en salud, la lucha contra las enfermedades.
La cooperación internacional se entiende como una acción conjunta para apoyar el desarrollo económico y social del país, mediante la transferencia de tecnologías, conocimientos, experiencias o recursos por parte de países con igual o mayor nivel de desarrollo, organizaciones multilaterales, organizaciones no gubernamentales y de la sociedad civil. También se conoce como cooperación para el desarrollo y es un concepto global que comprende diferentes modalidades de ayuda que fluyen hacia los países de menor desarrollo relativo.
Se considera que la dirección de la cooperación internacional debe ser responsable de identificar, formular y negociar programas y proyectos de cooperación internacional, con el propósito de acceder a recursos de asistencia técnica o financieros por parte de gobiernos, organizaciones internacionales, socios, donantes, agencias, instituciones educativas internacionales, entre otros actores internacionales interesados en el fortalecimiento y la consolidación del propósito a lograr. Debe coordinar, orientar, negociar, las relaciones de cooperación con las fuentes bilaterales, regionales y multilaterales, en el marco de los objetivos estratégicos de la política exterior con un enfoque hacia la innovación y la sostenibilidad, para ejercer la ansiada competitividad global.
Asimismo, la política exterior deberá abogar por la identificación de nuevas áreas de cooperación y la diversificación de la agenda hacia nuevas oportunidades y escenarios para profundizar lazos con socios tradicionales, así como establecer alianzas con nuevos interlocutores. De la misma manera, debe establecer los lineamientos y actividades necesarias para lograr una adecuada recepción, registro y reporte de las donaciones de bienes (muebles o inmuebles y en efectivo) y servicios a nivel internacional, acompañando el seguimiento a la ejecución de la cooperación internacional en sus diversos mecanismos.
La cooperación internacional, debe estar alineada con las prioridades del Gobierno, lograr que las acciones de la cooperación sean para el desarrollo sostenible y no sean de un enfoque asistencialista, y que se prioricen acciones hacia el fortalecimiento de las capacidades nacionales y locales, y su sostenibilidad. Que sea gestión por resultados, con metas y plazos factibles y que sea cada vez más eficaz, mejor coordinada, y con mayor impacto para atender la demanda existente.
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