Es fácil deducir, que viviremos envueltos en una gran polémica legal, por lo que más pérdida de tiempo, más material para la prensa, para azuzar los conflictos, en fin. ¿Y la marcha del Perú? Bien gracias. ¡Cuidado! El FMI acaba de presentar sus proyecciones económicas: 3,2% Crecimiento global en 2022; 2,7% Crecimiento global en 2023; 3,5% Crecimiento de América Latina en 2022; 1,7% Crecimiento de América Latina en 2023. Y advierte, que lo peor está por venir, por los efectos que ocasionará el frenazo en América Latina.
Freno que se puede extender, por lo difícil que resulta predecir hasta dónde escale el conflicto de Rusia con Ucrania y la OTAN, cuan grave se registre la crisis energética en el invierno que se viene para Europa y cuanto se prolonguen las desaceleraciones económicas en USA y China. Nuestra vulnerabilidad con respecto a los males que se sucedan en el exterior, es muy grande. Y si la Eurozona, USA y China que son cómo la mitad de la producción mundial está en problemas, nosotros que somos un vagón de esa gran locomotora, que podemos hacer ante esta crisis económica mundial, a la que se suma nuestra crisis e incertidumbre política. Nuestro panorama se muestra aterrador.
La inacción es la peor medicina. Eso de que “el piloto automático” haga su labor, nos ha llevado a esta falta de aprovechamiento de la diversidad de recursos que poseemos, y a ese descontento generalizado que nos acompaña en nuestra historia. Creo que en medio de esta crisis debe primar la sensatez, y lograr un acuerdo nacional sobre acciones que no deben parar y priorizarse su labor en forma eficiente, eficaz, transparente. A continuación, algunas acciones, reformas urgentes, a consensuar
Desarrollar el plan de competitividad, que representa el plan de infraestructura para reducir los costos logísticos en comercio y exportaciones. Hacer una buena y sostenida reforma educativa para elevar calidad del capital humano a largo plazo. Reformar el Estado en forma urgente, reforzando el plan SERVIR para elevar la calidad del servidor público.
Realizar un plan nacional para facilitar las inversiones y reducir, simplificar, los procesos de trámites. Sacar adelante la cantidad de proyectos con obras paralizadas, por diversas razones, entre ellos, los conflictos sociales. Diversificar y darle cada vez mayor valor agregado a nuestros productos, para no depender de las fluctuaciones de los precios de nuestras materias primas. Promover la formalización, la informalidad genera un estado anárquico, que no le hace bien a futuro a nuestra sociedad. Buscar la cooperación internacional, para una gran transformación digital del estado y la sociedad en general. Promover empresas I+D+i (Investigación, desarrollo e innovación), acordes a la competitividad mundial, con financiamientos promocionales, en especial en el sector del agro, en dónde por nuestra gran biodiversidad, y la cantidad de gente que ahí se ocupa, tenemos mucho por lograr.
Reforma política que desarrolle partidos con personas capaces, sin antecedentes, y no como ahora, en que vemos a miles de candidatos, con dudosa capacidad y solvencia moral, por un sistema electoral que no filtra nada de nada, y reforma judicial que reduzca la corrupción y los largos, e injustos procesos que viven las personas comunes en el Perú.
Con seguridad, hay mucho más por hacer, pero aunque sea una agenda mínima común establezcan para desarrollar, y que el país no se paralice, mientras ustedes se enfrascan en su pelea de no aceptar el resultado de los votos en las elecciones 2021-2026, contra el pésimo manejo de gobierno, del que resultó ganador. Los peruanos somos más. Somos muchos más los que nos sentimos ajenos a toda esta mediocridad, y queremos un Perú dónde se pueda ser feliz, nosotros y nuestras generaciones futuras
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