Haciendo zapping una de estas noches, me encontré con una entrevista de Juliana Oxenford, periodista de ATV, y la congresista Tania Ramírez (3.240 votos, que representa el 0.009818 % de la población peruana).
Lo que vi fue un surrealismo extremo. Salvador Dalí estaría feliz de conocer que su corriente surrealista ha tenido tanta acogida por estos lares.
Que cruda realidad las que nos tocó ver en ese programa, tan ajena a una sociedad sana. No puede mostrar ese nivel, una congresista de la República del Perú. Dice muy poco del nivel del Congreso. Dice mucho de la fuerza política que la llevó al congreso. ¿Con qué filtro, llega una persona así, a estar en un menú de opciones electoral? ¿No tienen un control de calidad, los llamados “partidos políticos”?
Recuerdo lo que me contó una vez un congresista, algo muy cierto, “cuando sales elegido, eres par con los otros 129”, “todos son iguales con los mismos derechos y obligaciones; son pares”, “no importa que seas Doctor o analfabeto; elegido, todos son iguales”, “que hayas sido elegido con cientos de miles de votos o con 3 mil como en el caso de esta congresista; todos son pares”. Por lo que la imagen que se devalúa, por parte de uno de ellos, afecta a los otros 129 integrantes.
Y bueno, con la alfalfa, la entrevista de esta congresista tik tok, y el deseo de quedarse en el poder por lo que no hacen el mínimo esfuerzo por adelantar las elecciones, sin escuchar a la población que les pide que se vayan, va a significar que si en la última encuesta el congreso alcanzaba el 6% de aceptación, luego de estos sucesos, a los que se les suma, alfombras compradas en una pollería, iPhone, bufets, pasajes, viáticos, playas de estacionamiento, etc., deben seguir bajando, por lo que la dictadura congresal con la que pretenden gobernar, perderá cada vez más legitimidad política, con la consiguiente ingobernabilidad e incrementando aún más la crisis política en que nos encontramos.
Y no le echen la culpa a la pobre congresista, que así es, sino a las cabezas de esa fuerza política, que le falta el respeto a la población, candidateando a ese tipo de personajes. Cuantos más habrá así. Una pena, porque los integrantes de un Congreso reflejan lo que es una sociedad en un momento.
Y por lo que se vio, y se ve a los congresistas actuales, nos reflejan, que estamos mal, muy mal, como sociedad. Y debemos cambiar. Tenemos que hacer un mea culpa nacional, y hacer propuestas, que permitan desarrollar mejores personas, para mejores resultados.
Así como hemos saludado en anterior artículo, la propuesta que ha presentado la Sociedad Nacional de Industrias (SIN), con “Perú Regiones al 2031”, la cual representa la visión de una nueva industria integrada a la competitividad de los mercados, abierta a las nuevas tecnologías, a la economía circular y al margen del proteccionismo en un mundo global, aprovechando nuestras ventajas comparativas, con una propuesta, que comprende 29 planes sectoriales, dónde proponen 210 estrategias que, a su vez, decantan en 585 medidas; así deberíamos plantearnos el hacer una propuesta para formar y mejorar nuestro Capital Humano. Respetando e incentivando la cultura de cada territorio de nuestra rica biodiversidad. Sin duda, con ello, lograremos mejorar nuestra productividad y elevaremos nuestro nivel de calidad de vida.
Es urgente que lo hagamos. Ese espíritu pleitista, de bajo nivel, con pocos conocimientos, que representó la congresista, en las pantallas de televisión, en horario estelar a nivel nacional, se reproduce repetidamente en nuestro diario vivir, sea cuando uno se traslada, al interior del transporte y en el tráfico, cuando se tiene que hacer colas, no se las respeta, por lo que se le falta el respeto a los demás, cuando se observa las protestas, aparecen vándalos que la devalúan, cuando se convive en general, hay malas maneras como respuestas. Hay desconocimiento de normas mínimas que se requiere para una convivencia en paz y armonía. Se percibe un ambiente agresivo, hostil. Una sensación de inseguridad, de desconfianza. La ignorancia es atrevida y osada, debido a que intenta cubrir el temor que le genera, el no saber.
Por eso una campaña de concientización de vida, pasado casi un cuarto del siglo XXI, que alcance a todos, es vital, es básica e imprescindible, ya que el cambio no será logrado por el gran esfuerzo de pocos, sino por el pequeño esfuerzo de muchos. Una Revolución Cultural, que afine el chip de las mentalidades que acá convivimos. Debemos hacer conocer en forma general la situación del mundo actual y sus tendencias futuras para alimentar el deseo de desarrollar habilidades que le permitan enfrentar con éxito los grandes desafíos del momento Situar a nuestra población en el mundo que nos toca vivir, mostrando sus carencias, y sus principales problemas, la pobreza y el desempleo, posibles de incrementar o no, de acuerdo a la actitud y aptitud con que se enfrente el efecto de la globalización e internacionalización de esta nueva economía.
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