La presidente, como es su costumbre, de vivir ajena a la realidad, minimiza el paro nacional pese a marchas y paralización de negocios. Pide que no hagamos caso a los que nos quieren dividir (¿?). Para ella, el problema de las extorsiones no es mayor problema, por lo que ni una sola palabra a la población. Seguro que ahora que usa carro blindado con policías en motos y carros que le abren paso y la trasladan “volando”, ya no se acuerda cuando usaba micros, combis y ómnibus. Por si acaso es bueno recordarle, que cada vez está peor el sistema de transporte, desde que los dejó de usar.
Tampoco ninguna aclaración sobre la denuncia a su vocero presidencial, por presunta corrupción cuando era director de Qaly Warma, y la actual presidente, era su ministro, en la época de Castillo. En su gestión, se denunció que varios proveedores de alimentos operaban con certificados falsos, y en lugar de sancionarlos, modificó el manual de compras para que estos no sean inhabilitados y sigan trabajando con el MIDIS. Cómo respuesta, a tremenda denuncia, ha aparecido un nuevo terrorismo, el terrorismo de imagen, lo que ha significado que el Consejo de la Prensa Peruana rechace el término, por atentar contra la libertad de expresión. Cómo se ve, no les liga una.
A casi un mes de la reunión de APEC en Lima, la presidente empieza a cosechar sus dos años de impopularidad y sobrevivencia forzada, algunos congresistas empiezan a pedirle que deje las críticas y haga su trabajo. Otra congresista, conocida por sus exabruptos, declara a la televisión del vecino país del Ecuador, en forma muy jactanciosa, que el Congreso controla a la presidente, como si fuera su títere, que la están corrigiendo y hasta ahora, -porque les es útil-, la siguen soportando. Qué imagen para el Perú. A pocas semanas de APEC se nota el gran esfuerzo por rechazar la atracción de inversionistas. No les interesa el Perú.
El congreso, en vez de ayudar a la solución del paro protesta de los transportistas, no quiere ni conversar sobre el pedido que hacen para que deroguen los cambios que han hecho a favor del crimen organizado que como la gran mayoría se da cuenta que lo han hecho para su propia impunidad. Esto ha significado la ruptura del diálogo iniciado, con algunos gremios de transporte, que han pedido radicalizar sus pedidos por paros indefinidos en defensa de sus vidas.
Menudos problemas se nos vienen. El tema de rechazo a las extorsiones y sicariatos, es muy sensible y transversal a posiciones políticas, ya que la inseguridad todos la sufren, hasta la CONFIEP le reclama a la presidente la falta de liderazgo contra la delincuencia y al ministro del interior que dedique su tiempo a luchar contra la inseguridad y no a seguir luchando contra la Fiscalía, y que la magnitud del problema justifica la protesta
Todos estos días de paro, más los nuevos que se vengan, sumados a los feriados en noviembre por los días de las reuniones de APEC en Lima, sin duda se verán reflejados en un menor crecimiento económico, teniendo también otro año en que se incumplirá con la meta del déficit fiscal, y que el mismo ministro de economía considera que ello genera rechazo de los inversionistas. El BCR a su vez, advierte del impacto de la seguridad ciudadana en la economía.
Por su parte el Consejo Fiscal alerta riesgos fiscales que pueden comprometer nuestra sostenibilidad económica, por haber aprobado la reforma de pensiones sin estudio técnico, apoyar a Petroperú sin estrategia alguna, hace un mes que no pueden convocar responsables para formar un nuevo directorio, y un creciente endeudamiento de la Municipalidad de Lima, que no hace caso a las normas del Ministerio de Economía, porque el alcalde, elegido por el voto popular, y que se autodenomina Porky, se ha creído su expresión de que “Lima potencia mundial”, y entonces él hace lo que le corresponde a uno que dirige a una potencia de ese nivel y no hace caso por tanto a los que dirigen potencias de menor nivel. No hay gobierno. Nadie lo pone en orden y esto resulta un llamado y fomento a la anarquía nacional.
Una pena lo que pasa con el manejo de nuestro país. Los peruanos no nos lo merecemos. Es hora de reaccionar, reflexionar y decidir si queremos esto para el futuro de nuestro país. Hemos tocado fondo. Esta clase política no nos sirve.
Así todos los sueños de que debemos hacer para el gran salto, de soñar con desarrollar nuestra ubicación central en el Pacífico Sur, de mejorar nuestra educación, de hacer una revolución digital para un Estado moderno, eficiente, de incrementar la productividad de nuestras millones de unidades productivas, con ciencia, investigación, desarrollo, innovación, aprovechando todos los tratados comerciales suscritos, se desvanecen, y se vuelven utopías.
Lamentable. Quita la ilusión y nos debe preocupar. Para los padres, abuelos, bisabuelos, pensemos en nuestras generaciones futuras. Así no se puede seguir.
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