Con las nuevas variantes del virus, no se sabe si vendrán nuevas olas, y nuevas dosis de vacunas, lo que impide hacer pronósticos económicos, sino más bien tomar conciencia del grave problema que nos ha tocado vivir, incrementado por la crisis en el cambio climático. Todo hace suponer que la pandemia tendrá un impacto duradero en la economía. Las medidas restrictivas que en algunos casos evitaron más muertes, redujeron el empleo, afectando más el empleo femenino. La deuda pública para atender la inesperada crisis sanitaria ha aumentado. Las empresas van quebrando ya que no pueden cumplir con sus obligaciones, lo que va generando turbulencias en el sector financiero, reduciendo las capacidades de recuperación económica. Los niños no van a clases y muchos, seguro no regresarán, esto nos generará más problemas a futuro. Menos educación y menos capacidades laborales.
Demasiadas muertes, mucho dolor, muy pobre nuestra infraestructura sanitaria y pésima nuestra clase política una vez más que, en vez de ser parte de la solución, ha agravado con su actuar esta desgracia nacional. Las cifras oficiales de muertes son menores a las que realmente han sucedido, con lo que tenemos el triste récord de ser uno de los países con más alto número de muertos porcentualmente del mundo. La caída del PBI peruano en el 2020 de 11.12% grafica la catástrofe ocurrida. El crecimiento del PBI para el 2021 que se estima de 10%, no recupera lo sucedido el año pasado, ni tampoco es posible que se suceda, porque adicional de la incertidumbre de la solución a la pandemia, tenemos la incertidumbre política de la segunda vuelta electoral y sus resultados, con concentraciones masivas de gentes.
Es curioso ver el debate de los candidatos a la segunda vuelta, en plena pandemia, en Chota, alimentando más la posibilidad de mayores contagios. Es penoso ver que una candidata llegue tarde a un debate acordado a la 1.00 pm. Con seguridad, si hubiera sido en Lima, ella hubiera llegado con anticipación. Esos son los pequeños grandes detalles que incrementan nuestra gran división nacional. Lamentable, pésimo ejemplo para la Nación. Una vergüenza. Hay que recuperar valores, la puntualidad es uno de ellos.
Incomprensible que la candidata lleve el debate a un nivel de competencia futbolística, diciendo que va a jugar de visitante. Chota, ¿dónde queda?, ¿visitante? No es posible, que un país con tantas potencialidades a lo largo de su extenso territorio, de 1´285,000 kms2 concentre su riqueza y población en Lima Metropolitana, 2,819 kms2, Región Lima 34,802 kms2, y Callao 147 kms2. Con una población de 9´485,000 en Lima y 994,494 en el Callao, de un total de 32´170,000 peruanos, y encima se vaya a un debate presidencial para todo el Perú con esa mentalidad centralista de limeña, de la capital, del centro de todo el Perú. Después no quieren resultados electorales adversos para sus intereses.
Sobre el debate, vi por un lado que ya no van a regalar tapers, sino van a repartir parte del dinero del canon a la población directamente, y va a duplicar los 250 soles de pensión 65. Por el otro lado, para no quedarse atrás, bajó la edad para recibir el beneficio Pensión 60. Seguramente es bueno todo ello, pero muy electorero, luego vendrá, el ¿será suficiente?, y ¿Cómo gestionar estas y otras propuestas? Pero lo más importante ¿será posible hacerlo en este panorama descrito? En el mundo de la economía lo que no se cuantifica no se ve. Hay que ser serios, nos estamos jugando el destino del Perú.
Para los que consideren a la candidata Fujimori, cómo la que salvará al Perú, y salvará el modelo económico, para evitar caer en las manos del comunismo, bien difícil la van a tener para ganar. Es una pésima candidata, es muy vulnerable. Su pasado la condena. El candidato Castillo, le dio puyazos cuando le dio la gana, sin faltar a la verdad. Esto debe haber generado mucha simpatía entre los electores antifujimoristas y los indecisos. Su rechazo por lo de su padre, sumado a las confesiones del sobrino de Yoshiyama, de Barata y demás malos manejos descubiertos por un alumno que hacía su tesis, sobre el financiamiento de los partidos, la ha llevado a enfrentar una acusación por 30 años, a lo que se suma su obstrucción al manejo del país en los últimos 5 años, con su bancada congresal llena de corruptos e incapaces, lo que la convierte la convierte en una pésima defensora del modelo económico.
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