La Agenda 2030 es un plan de acción, aprobado por la ONU, que plantea 17 grandes objetivos y 169 metas para un mundo más sostenible. Se quiere favorecer el desarrollo social, la economía, el medio ambiente, así como la paz y el acceso a la justicia.
Esta transformación digital ayudaría a alcanzar estos objetivos, sostiene el Informe citado, ya que “la digitalización es un instrumento eficaz para el desarrollo, pero solo si es universal e inclusiva”, con el gran potencial de 1) mejorar la diversificación y el crecimiento de la productividad; 2) promover la inclusión y el bienestar; y 3) reforzar las instituciones públicas y mejorar la gobernanza.
Sería una oportunidad de democratizar la información y el conocimiento, reduciendo la enorme brecha digital que vivimos en el Perú. Pero, hay que trabajar un cambio cultural, a veces, recibo gente amiga del exterior y en su mayoría se quejan de lo mal que la pasan con las comunicaciones en el Perú, comparando con sus países de origen. Demasiado lentas, y no fluidas.
Claro, hay un déficit, aparte de la cobertura nacional, de falta de antenas repetidoras, porque vaya saber quién o quienes, sembraron en la población la idea de que las antenas, afectaban a la salud de las personas alrededor.
Y bueno pues, quien cambia este preconcepto. Albert Einstein decía, “que era más fácil destruir un átomo, que un preconcepto”. Sabemos que la transformación digital no resolverá por sí sola los problemas de desarrollo, pero si es una vía. Entonces, estos son temas para escuchar a los candidatos, ahora que empieza el proceso electoral. Qué propuestas tienen y si son conscientes de esta necesidad, las que en alianzas internacionales se aprovecharían aún más las ventajas de la transformación digital.
Tenemos que ser conscientes de la gran crisis económica social, que ha ocasionado esta pandemia. Hay que trabajar esta transformación digital en la enorme cantidad de microempresas y pequeñas empresas que tienen una escasa productividad, y se encuentran desconectadas del mercado. Esta oportunidad, debe llegar a todos, lo cual implica cambios en la forma de realizarlos, y la práctica de otras modalidades laborales, como advertir que muchos puestos de trabajo desaparecerán por la automatización.
Para mayor calidad de vida, estos beneficios de la transformación digital deben llegar a los hogares y al trabajo, por lo que competencias necesarias para aprovechar estos cambios, habrá que promover, desde pequeños, y a lo largo de la vida. Y para la administración pública, sería un cambio positivo, para poder ofrecer instituciones acordes con la época, a vísperas del Bicentenario, más creíbles, eficientes, inclusivas e innovadoras.
Los desafíos creados por esta crisis son numerosos, pero la adopción de sólidas políticas públicas y alianzas, tanto a escala nacional como internacional, puede convertir este complicado escenario en una oportunidad para redefinir el contrato social, dando prioridad al bienestar de las personas.
“Pensar es fácil, actuar es difícil, pero poner nuestros pensamientos en acción es lo más difícil del mundo” Johann Wolfgang Von Goethe
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