“Si no aprendemos de la historia, podríamos vernos obligados a vivirla de nuevo. Pero si no planeamos el futuro, nos veremos obligados a soportarlo. Y eso podría ser mucho peor” Alvin Toffler
La metodología para este desafío se debería plantear con 4 principios fundamentales:
1.- Promoción de capacidades y oportunidades de desarrollo. Promover la creación de empresarios, mediante tecnología educativa a nivel regional, con campaña masiva, “se empresario, la empresa es una posibilidad para todos”.
2.- Promoción de agentes de desarrollo local y no de beneficiarios. Creación y/o reforzamiento de Centros de Desarrollo Empresarial con Responsabilidad Social y Conciencia Ambiental, para brindar la asistencia técnica necesaria propulsada por el punto anterior, en cada provincia.
3.-Promoción de consensos entre gobierno local, sociedad civil y sector privado. Elaborar en todas las provincias, Planes Estratégicos de Desarrollo (PED) zonales y sectoriales con el fin de dinamizar el territorio mediante la generación de redes de cooperación, en base a un análisis de fortalezas, debilidades, oportunidades del entorno físico, ambiental; de los recursos humanos y socioculturales; del entorno socio-económico; de la infraestructura, equipamiento y servicios y de los recursos financieros.
4.-Promoción de la Agenda Estratégica de Desarrollo Local, que contemple: i) organización y participación política; ii) gerencia municipal eficiente; iii) desarrollo social auto gestionado; iv) desarrollo económico equitativo; v) manejo adecuado del medio ambiente.
Con una agenda local así, la población se organizaría por comités en cada una de las áreas de acción, generando un Gobierno Local que contemple todos estos aspectos, que son los que mínimamente debe cumplir una población que aspire a mejor calidad de vida, en un permanente desarrollo de responsabilidades a cumplir con la población y ésta en su conocimiento y participación, exigiendo y exigiéndose cada vez mayores y mejores derechos.
Para el logro de la propuesta a consensuar se debe dar el desarrollo de la alianza universidad-empresa, promovida por las Cámaras de Comercio de cada provincia, -si las hubiera, y si no formarlas- como ejercicio de los consensos a lograr entre el gobierno local, sociedad civil y sector privado.
Son actualmente, menos de 100 universidades en todo el Perú. Son 196 provincias que conforman el Perú. Se debería lograr que cada provincia de las 196 provincias sea apoyada por una universidad ya sea en forma individual (si es que tienen la capacidad), o en forma consorciada con otras universidades nacionales y/o del exterior.
Así cada provincia tendría una institución con desarrollo académico, en interacción con sus actores sociales, responsable de implementar esta propuesta, de tal manera que hagamos uso de nuestros activos, capacidades educativas en esta economía del conocimiento, a la vez que resultaría de apoyo vital a la consolidación democrática de cada provincia con sus distritos, activando una democracia participativa.
Necesitamos una energía colectiva que nos permita crecer y desarrollarnos. La necesidad nos obliga hacerlo, y para ello se requieren medios para lograr los objetivos, y para ello, si es necesario hay que lograr la energía, para construir los medios.
Lo que significará, compartir una visión de futuro, adonde queremos ir, para que haya una motivación colectiva que rompa la inercia, el desánimo de la población, y que más bien, ésta se torne como una fuerza incontenible, de creación de riqueza, de querer ser, de querer hacer y de lograr serlo, para el beneficio propio y de esta gran colectividad histórica llamada Perú.
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