“Las únicas batallas que se ganan huyendo son las que se libran con las mujeres”, Napoleón.
Más de la mitad de la población mundial son mujeres y sin el 50% de las habitantes del planeta no hay desarrollo posible. Similar proporción de habitantes mujeres y hombres, se repite en el Perú.
Solo un 5% de alcaldías en el mundo están ocupadas por mujeres, mientras en el Perú, 19 mujeres resultaron elegidas alcaldesas y ninguna ocupa el cargo de gobernadora regional. El número es bajo en términos absolutos (1% de los 1.897 cargos en disputa) y relativos (en las elecciones pasadas fueron elegidas 51 alcaldesas y una gobernadora regional).
Sin embargo, el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés), asegura que las respuestas de estos países fueron las “mejores” frente a la pandemia. Curiosamente, liderados por mujeres. 7 mujeres que están al frente de algunos de los países que mejor están gestionando la pandemia: Mette Frederiksen de Dinamarca, Katrín Jakobsdóttir de Islandia, Sanna Marin de Finlandia, Angela Merkel de Alemania, Jacinda Ardern de Nueva Zelanda, Erna Solberg de Noruega, Tsai Ing-wen de Taiwán.
Esto nos obliga a pensar que en esta época, construir economías más justas e inclusivas debe ser un objetivo global, y para lograrlo, será fundamental inculcar la paridad de género en la educación, la salud, la política y en todas las formas de participación económica.
La educación es uno de los factores fundamentales para lograr la igualdad de oportunidades. 56% de los 104 millones de menores que no acuden a la escuela en todo el mundo son niñas y de ellas hay 15 millones que nunca tendrán esa posibilidad. “Si una familia tiene tres niños y una niña, lo más probable es que vayan ellos al colegio antes que ella, porque el pensamiento final de los padres será que ella, al fin y al cabo, se va a casar. ¡Pero el matrimonio no es una profesión!” Célestine Ketcha Epse Courtès, alcaldesa de Bangangté (Camerún).
Actualmente tres de cada cuatro micro emprendimientos en el Perú, está liderado por mujeres. La actividad emprendedora liderada por mujeres va aumentando, 10% durante el último año. Según el Global Entrepreneurship, el Perú es uno de los países con mayor tasa de emprendimientos femeninos.
La tendencia por reivindicar el rol de las mujeres está en aumento y el Perú no es ajeno a este movimiento mundial. Ese liderazgo empresarial, debería ser apoyado por el sector público y privado, empoderando aún más a las mujeres, educando a las mujeres emprendedoras en temas financieros, tributarios y en general de manera empresarial porque ellas quieren crecer y están en aptitud de sacar adelante un negocio.
Enseñarles a hacer su plan de vida, su plan de negocios, es vital. Hay muchas mujeres que están en etapa inicial con ideas de negocio, o un negocio informal buscando y esperando que se les brinde estas herramientas no sólo de capacitación sino de procedimientos administrativos.
La mujer emprendedora peruana es creativa, constante, fuerte, muy apasionada por lo que hace, se caracteriza porque si se cae, se levanta. Mujeres que se levantan en la madrugada a hacer desayunos, para los de su casa y para hacer su pequeño negocio, luego caminan cargando sus ollas para trasladarse en el caótico sistema de transporte, a obras en construcción y llegar antes del temprano ingreso de los obreros, y con una sonrisa ofrecerles desayunos a sus clientes de turno, y luego volver a casa, generalmente en zonas periféricas, para preparar el almuerzo con lo poco ganado, para su familia, y luego el ralo té, para seguir en la madrugada con la misma rutina. Sencillamente admirable su lucha, su sacrificio. Ameritan un apoyo sostenible
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