Una mentalidad que se sobreponga a la adversidad, y que quiera ganar, simplemente ganar, que quiera salir del subdesarrollo. Que entienda que el subdesarrollo está en la mente. Por eso, simplemente no nos queda más remedio que aceptar el desafío de lograr la mayor flexibilidad y movilidad, para aceptar el cambio y ejercerlo.
De Davos, surgen recomendaciones, cómo en las que insta al “compromiso” de no utilizar paraísos fiscales, no cambiar dinero por favores políticos y exigir a los gobiernos garantizar la sanidad, educación y protección social de los ciudadanos con la recaudación fiscal, entre otros. Esta pandemia, nos debería enseñar de la importancia, de la solidaridad, de la cooperación. Del bien común sobre lo individual. De que se debe procurar y ejercer la competitividad, qué es la suma de la calidad y la productividad, para hacer frente a los retos y desafíos que se presentan cara al futuro, y esto implica pasar por un profundo cambio cultural, que permita establecer una visión real y un sentido de valores para las acciones que deseen dirigir, crear, formar
Se espera liberar recursos por miles de millones de dólares para los próximos años con el fin de acercarse a las metas acordadas en la Cumbre del Milenio, ODM. Existen incumplimientos de acuerdos tomados, como el que tienen los países avanzados de contribuir con el 0.7% de su PBI a los países más pobres. Sin embargo sólo contribuyen con un promedio del 0.24%. Que en caso de cumplir con lo acordado, representaría una ayuda adicional de cientos de miles de millones de dólares. Hay disparidad en las contribuciones, según informe de Organización para Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), el país que menos dinero canaliza es USA con sólo el 0.1% de su PBI. En cambio, Dinamarca destina el 1.06%, Francia el 0.4%, Noruega el 0.8%
Tener en cuenta que el empleo es el problema número uno en todo el mundo, por la evolución que ha tenido la economía en las últimas décadas y por la dinámica demográfica de las naciones en este mismo período. Es irreal suponer que esta explosión de fuerza laboral vaya a encontrar un puesto de trabajo productivo en las empresas medianas y grandes, y aún en el Estado, las cuales con la tecnología moderna producen cada vez más con menor número de trabajadores empleados. Por eso hasta en los países industrializados sufren problemas de desempleo. El Perú durante esta pandemia, ya ha perdido 1.3 millones de empleos. Tremenda crisis social.
Por tanto, las pequeñas empresas, la generación de riqueza, la creación de valor, constituyen el único camino para solucionar el problema del empleo, siempre y cuando cuenten con un marco adecuado para su desarrollo y se relacionen en su actividad económica con las de mayor dimensión para abrirse a un mercado más amplio. Ser parte de las cadenas productivas. Es necesario proyectarnos el saltar a una moderna sociedad de la información y servicios.
Los datos globales nos deben llevar a reflexionar, sobre qué es lo que queremos. Vivir en el entorno de chismes, zancadillas, medios de comunicación escritos, hablados, audios visuales, de bajo nivel, con políticos de nivel subterráneo. Una sociedad chicha, sin rumbo con el filósofo Tongo cantando, “Sufre peruano, sufre”. O queremos ser una sociedad abierta al mundo en paz, armonía, sabiendo adónde vamos, con la premura de la enorme cantidad de retos a enfrentar.
Hace 160 años el mundo inició una campaña exitosa contra la esclavitud. Hoy debemos empezar una campaña semejante contra la pobreza, James Gustave Speth, Prólogo del informe de la ONU 2000.
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