En países como los nuestros hay que construir casi todo. En todos los sectores económicos, hay que crear miles de empresas que lo hagan con calidad, para superar el atraso de nuestros pueblos y generar empleo para la enorme cantidad de jóvenes que anualmente se integran a la población económicamente activa y para aquellos que se ven obligados a retirarse cuando aún están en capacidad de producir y contribuir.
Este es un gran desafío, que sólo podremos superar, si familias, instituciones, empresas, universidades y jóvenes en particular, asumen este gran reto, el mismo que puede convertirse en una gran oportunidad, porque el Perú está bendecido principalmente por:
- Su biodiversidad, tiene el 80% de la que existe en el planeta Tierra, lo que le permite desarrollar sosteniblemente una economía diversificada, ya que no depende de un producto y/o sector económico
- Su ubicación geopolítica, en el centro de Sudamérica frente al Pacífico, lugar donde se desarrolla más del 50% del comercio mundial, unido con Brasil, uno de sus cinco vecinos con el que comparte el mayor tamaño de frontera y que es una de las diez economías más importantes del mundo, por carreteras e intermodales, haciendo una integración bioceánica con el Atlántico, entre los dos países, en el medio de Sudamérica, y en donde viven las comunidades asiáticas más grandes de Sudamérica, e incluso las dos mayores comunidades de japoneses, en el exterior.
- Su rica historia y pasado lo respalda, ya que fue primera civilización de América, primer imperio, primer virreinato.
- Su política económica, que le ha permitido lograr el Investment Grade.
Aunque es verdad, que el “El virus exhibe las debilidades de la historia de éxito de Perú”, reciente artículo de The New York Times, ha desnudado nuestras enormes desigualdades y la corrupción como parte de la vida nacional, sobreprecios, “coimisiones”, y “compatriotas” capaces de vender oxigeno bamba, medicamentos y pruebas fraudulentas, certificados falsos, sin importar lo humano, en este momento de la crisis sanitaria global. Ya sabemos con quienes también convivimos. Necesitamos desarrollar campaña de valores. Lo que se va viendo a diario, es un surrealismo extremo
Y también es verdad, según un último ranking acerca de los países más ignorantes del mundo realizada por Ipsos Mori, una empresa de investigación de mercado en el Reino Unido. Los especialistas decidieron aplicar la encuesta para evaluar la percepción de los ciudadanos con respecto a los problemas que enfrentan sus países. Perú se ubica en el cuarto lugar.
La encuestadora decidió elaborar un estudio con 33 países del mundo y los elegidos fueron: Australia, Argentina, Brasil, Bélgica, Chile, Canadá, China, Chile, Francia, Colombia, Alemania, Francia, India, Hungría, Israel, Irlanda, México, Japón, Holanda, Montenegro, Noruega, Nueva Zelanda, Polonia, Perú, Arabia Saudita, Rusia, Serbia, Corea del Sur, Sudáfrica, España, Corea del Sur, Gran Bretaña, España, Turquía, Suecia y Estados Unidos.
Por lo que debemos superar este caótico momento, conscientes de nuestra realidad, convirtiendo nuestras ventajas comparativas en competitivas, capacitando, educando, creyendo en nosotros mismos, sabiendo adónde ir conjuntamente. Por el Bicentenario deberíamos regalarnos una hoja de ruta a seguir, para lograr ser todos, ciudadanos con República.
Adicional a la propuesta de regalarle al Perú 200 planes de negocio en cada región por sus 200 años. El bicentenario merece un montón de regalos, vayamos haciéndolos, tenemos todo para resurgir de esta cruel pandemia, que tantas víctimas y pérdidas nos ha generado. El éxito del peruano depende en gran medida de sus propias decisiones y acciones, es decir de sí mismo.
“Usted puede ser lo que se proponga. Determine ser algo en este mundo y lo conseguirá, -yo no puedo- nunca logró nada; -yo trataré- ha hecho maravillas”, Joel Hawel.
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