Esta crisis es antes que nada una crisis sanitaria, que ha generado en su control, para proteger la vida de la gente, una recesión económica violenta, fuerte y repentina, pocas veces vista en nuestra historia humana. Se estima entre un 10 y 30% la caída del comercio mundial, probablemente mayor que la que se tuvo en la crisis financiera mundial del 2008-2009
Sin duda, esto ocasionará consecuencias muy dolorosas en los hogares y en las empresas, y más aún en las familias con víctimas de este virus. Ante ello, los gobiernos se ven en la necesidad de encontrar el equilibrio, entre la seguridad sanitaria y las necesidades económicas y sociales. Todo un desafío por las consecuencias a largo plazo en la sociedad y en las empresas, y en dónde las decisiones se tienen que dar contra reloj, y encima lidiando contra el comportamiento humano tradicional de cada comunidad
Las decisiones deben priorizar el control de la pandemia y mitigar los daños económicos a la sociedad en su conjunto. Y eso se observa, en el manejo de los responsables. Incluso, pidiendo disculpas ante errores que hayan podido cometer. Esta pandemia es inusual, no hay un manual que diga cómo actuar. Desafortunadamente, puede ser a veces, ensayo- error.
Por ello, resulta mezquinas, las críticas sin sentido, que se leen de algunos columnistas y de muchos en las redes anónimamente que, con seguridad, no se han gobernado ni a sí mismos en toda su vida. Adicional, de la de los políticos tradicionales, que cuando tuvieron el poder, se dedicaron a la corrupción y a dejar todas las falencias en nuestra sociedad, que ahora las estamos viendo y sufriendo.
Está bien proponer, sugerir, sumar, pero no crear un ambiente negativo. Sería bueno hacer el ejercicio de estar en las personas que tienen la responsabilidad de gobierno, todo el día y todos los días. Y esto no significa sobonería ni adulación, significa solamente ser peruano, consciente de la realidad, que quiere a su país en un momento en que todos debemos sumar y no restar. Si somos inteligentes, de esta crisis solo saldremos con el esfuerzo y suma de todos, y no con las críticas y resta de muchos
Debemos pensar en lo que afirma, Robert Shiller, nobel de Economía: “No existe una pandemia, sino dos”, porque aparte de la catástrofe económica, piensa que el miedo de esta pandemia, impacta en nuestro pensamiento y sicología, necesarios para tomar las acciones debidas, las cuales en un entorno negativo, que propician estos amigos “de que todo está mal”, pueden resultar más fuerte que un terremoto, en el sentido de generar preocupación y ansiedad en la gente, por mucho tiempo, restando las posibilidades de recuperación de esta crisis.
Son inciertas las previsiones de recuperación de esta crisis en el 2021, ya que dependerán de la duración del brote, de la aparición y distribución de la vacuna, y de lo eficaz que resulten las políticas que se implementen, y en dónde ya se deben empezar a planificar todas las áreas económicas, por los responsables y por los que saben y quieren al Perú, contribuyendo, aportando, y no restando. Total, el futuro luego de la pandemia es de todos.
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