Es indudable que estamos viviendo una tremenda tragedia, miles de víctimas, entre 10 y 30 mil, según las fuentes; miles de contagiados y miles de recuperados; millones de empleos perdidos y miles de millones en pérdidas en general. Toda una catástrofe en la salud, en la economía, y con impacto en lo social. Mucho dolor. Con todas las consecuencias que en el tiempo vamos a vivir. La pobreza, la frustración, desesperación de millones de compatriotas, nos harán dimensionar la tragedia que nos ha tocado aguantar, y esperamos superar.
Los efectos de la pandemia, que vamos a continuar viviendo, ameritan una solución de todos juntos. No va a haber otra manera de volver a niveles de la economía febrero 2020, si no lo hacemos todos sumando. Ese paso de volver a ser lo que hace poco eras, significa que el sector público, y el privado: los pobres y los ricos; los de la capital y los que no lo son; los de la costa, de la sierra y de la selva; los urbanos y los rurales; los formales e informales; los de la izquierda, derecha, centro, en fin: todos. Todos los peruanos, y los que no lo son, pero que acá viven, debemos sumar. “El progreso es imposible sin cambios, y aquellos que no pueden cambiar de opinión no pueden cambiar nada”. George Bernard Shaw
Habrá que ser inteligentes, y pensar que el bien común, será más beneficioso que el bien individual. Para ello, hay que darse cuenta, tomar conciencia sobre en qué país vivimos. Decía el filósofo y psicólogo norteamericano, William James, que lo primero que se debe hacer para corregir un problema, es ser consciente que el problema existente, para luego proceder a solucionarlo.
Esto significa que debemos reconocer, ser conscientes de que somos un país fragmentado, muy desigual. Cuando uno regresa a Lima del interior del país, cree que está llegando a una mega ciudad del futuro (hecho que, para los indicadores y conocedores, no lo es); la diferencia es muy marcada, entre la capital y el resto del país, producto de un centralismo que debe erradicarse. Debemos descentralizarnos y ser desarrollados en todo lo extenso de nuestro país.
No estamos integrados físicamente, tenemos un déficit de infraestructura, bastante llamativo. Tenemos diferencias entre los de la ciudad y el campo, entre los serranos, selváticos y los costeños. En general, no estamos integrados. No hay una identidad nacional en la vida real, en la de trabajar todos unidos con propósitos comunes por un ideal de país, llamado Perú. No obstante, sí se manifiesta con deportes colectivos, llámense vóley y fútbol principalmente, aunque somos varios países en uno, por las diferencias existentes territorialmente.
Entonces, aprovechando de este lamentable paréntesis, actuemos en dos frentes. El primero, de urgencia, para gestionar de la mejor manera, la sanidad y la economía del país y un segundo, para reflexionar, corregir lo que debemos hacer todos, lograr objetivos consensuadamente, con visión al futuro. Organizarse para lograrlos, optimizar los recursos y los medios, y reaccionar.
Debemos ser más grandes que nuestros propios problemas. Hacer plan a futuro, anunciado, compartido, discutido, aceptado. Es sumar todos, saber adónde vamos. Poner todo el esfuerzo a lograr los objetivos claramente definidos, con los recursos necesarios en personas, tiempo, dinero, organizados adecuadamente, con la coordinación y control requeridos.
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