El gigante asiático, China, desplazó por primera vez en la historia a Estados Unidos como el país con más personas en el selecto “club” del 10% de la población más rica del mundo (aquellos que tienen ahorros de más de US$109.430). Según un informe del banco suizo Credit Suisse, cerca de 100 millones de chinos tienen una economía personal que alcanza o supera ese monto, en comparación con 99 millones de estadounidenses.
Sin embargo, el ingreso per cápita de China es de solo USD 11.000, en comparación con el ingreso per cápita de USD 65.000 de Estados Unidos. Dicho de otro modo, Estados Unidos es solo un 38% más rico que China en términos brutos, pero 500% más rico en términos per cápita. Pero pese a que China se convertirá en la mayor economía del mundo, el ciudadano promedio seguirá siendo mucho más pobre que el estadounidense promedio, dado que la población del país asiático es cuatro veces mayor.
Aunque China fue el primer país afectado por el virus, los economistas dicen que controló la enfermedad a través de una acción rápida y extremadamente estricta, una estrategia que le permitió evitar la repetición de confinamientos económicamente paralizantes como ha ocurrido en otras partes del mundo. Como resultado, es la única de las economías grandes que evitó una recesión en 2020 y, según las estimaciones de los expertos, lograría un crecimiento promedio anual de 5,7% entre 2021 y 2025.
Su notable crecimiento, a pesar de los cierres por la pandemia, se debe al poder de su comercio exterior, a las inyecciones de efectivo, del banco central de China y el gobierno chino que también inyectó recursos a la economía a través de un paquete de estímulos fiscales. Así mismo, al sector servicios que vio un crecimiento de 4,3%, según los datos oficiales, apoyados principalmente por las compañías de software e información, telecomunicaciones, transporte, así como los servicios financieros (estos últimos con un alza de 7%). Otro poder importante, fue su turismo interno. Según datos de su Ministerio de Cultura y Turismo, hubo un movimiento de 637 millones de viajeros en China durante las vacaciones de ocho días (Semana Dorada, en octubre) que generaron ingresos por un equivalente a US$69.600 millones.
Por su hábil manejo de la pandemia de covid-19 aumentará su ritmo de crecimiento en comparación con EE.UU. y Europa en los próximos años, por lo que se estima que la economía china “sobrepasará” a la de Estados Unidos en 2028 (cinco años antes de lo previsto), según el Centro de Investigación Económica y de Negocios (CEBR, por sus siglas en inglés), las estimaciones apuntan a que en el año 2023 el gigante asiático se convertiría en un país “de ingreso alto”. En este nuevo escenario, India se convertiría en la tercera economía del mundo en 2030, lugar que actualmente ocupa Japón.
China ha decidido expandir la demanda interna en un intento por impulsar su propio mercado. El enfoque de China en fortalecer sus tecnologías estratégicas nacionales, servirá como uno de los principales elementos de la economía moderna de China. China está prestando mucha atención a la innovación y se ha desarrollado mucho en los campos de la computación cuántica, la inteligencia artificial y la tecnología 5G.
Mientras tanto, China ha comenzado recientemente a adoptar un nuevo modelo de desarrollo de “circulación dual” que presenta al mercado interno como el pilar principal, con los mercados nacional e internacional impulsándose mutuamente. La visión de China no es un ciclo de desarrollo a puerta cerrada, sino una circulación interna e internacional más abierta. Una China abierta da nueva vida a la inactiva economía global. Beijing ha propuesto un objetivo a largo plazo para los próximos 15 años de impulsar el desarrollo de alta calidad y construir una economía de mercado de alto nivel, para lo cual presentó una serie de nuevas propuestas de apertura, entre ellas la creación de nuevos referentes de apertura, la búsqueda de formas creativas de hacer crecer el comercio exterior, mantener la mejora del entorno empresarial y promover una cooperación bilateral, multilateral y regional más profunda.
El mercado digital de China mostró su fuerza durante la pandemia. Cuando hubo bloqueos en China, sus cadenas de suministro nunca se detuvieron y las empresas dedicadas al comercio electrónico de China siguieron prosperando tanto en el país como en el extranjero”. China seguirá creciendo y ayudando a las economías mundiales a crecer después de la pandemia, debido a su apertura y la cooperación de ganar-ganar. “Todos los países necesitan unirse para enfrentar conjuntamente los riesgos y desafíos, fortalecer la cooperación y la comunicación, y adoptar una mayor apertura”, afirmó su presidente Xi Jinping.
Desde su ingreso a la OMC (Organización Mundial de Comercio), a principios del siglo XXI, China se convirtió en la gran fábrica mundial. Después de la pandemia, por el propio desarrollo tecnológico habrá una reorganización de las cadenas de suministro globales, hecho que hay que saber aprovecharlo, estratégicamente. China produce más o menos el 28% de los bienes en el mundo, USA 16 %, Japón 7.2 %, Alemania 5.8 %, Corea del Sur 3.3 %, aproximadamente. Si nos ubicamos bien, seguramente nos podremos poner chinos de risa.
“El desarrollo de China es beneficioso para los demás países”. Li Keqiang.
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