La asistencia técnica que organiza la pequeña agricultura
El gasto público en asistencia técnica, hoy se sustenta en pagar un salario por corto periodo a profesionales que no logran darle seguimiento a un cultivo o crianza en todos sus estadios, o no logran acercarse en la frecuencia adecuada al campo, a ello, parte del gasto son las jugosas licitaciones para la compra de vehículos, equipos y obras de construcción civil. También debemos sumar los gastos en combustibles, alimentación, pasajes, hospedajes, materiales de escritorio, más equipos de cómputo, entre otros.
El nuevo modelo de intervención validado por el agricultor, consiste en la convivencia del instructor, líder, ingeniero, yachachic, promotor de asistencia técnica, etc, con la comunidad rural que se beneficiará con la experiencia del líder agrario elegido por los agricultores y un grupo de entendidos en agricultura del MIDAGRI.
Para que esto funcione, lo primero es que el Estado dejará de comprar equipos, vehículos, y gastar en viáticos, porque los asistentes técnicos se instalarán en principio de los Tambos del MIDIS. Con la aceptación de la comuna rural, el asistente técnico, expondrá en varios días los planes a corto y mediano plazo, y en cada uno de esos encuentros, los agricultores irán mejorando la propuesta borrador del técnico.
Terminado el planeamiento, los agricultores se reúnen en grupos que puedan congregar de 200 a 500 hectáreas según sea la zona y la actividad agropecuaria, y emprenderán el plan agrícola con su líder, asistente técnico o talento rural, para ello el Estado, tendrá su participación con el salario del técnico por un período de tres años, período donde las técnicas de producción y mercadeo, maduran para volver la actividad agropecuaria, en una disciplina laboral sostenible.
Como el técnico, tendrá que sostenerse con su familia en este trabajo esforzado por conducir áreas que poco a poco debe ir integrando; la comunidad rural le otorga en cesión de uso un espacio de terreno no menor a 5 hectáreas por un plazo no menor de 15 años, para dentro de él desarrolle los modelos productivos para el grupo de agricultores a su cargo, para su sustento, además el técnico podría ganar un bono de éxito por generar mayores ingresos a los Usuarios.
Este modelo, que no se ha puesto en práctica en el país, o sea no es más de lo mismo, que requiere trabajo para implementarlo, y que sólo es para las nuevas generaciones emprendedoras, tendrá la oportunidad de conseguir mejores precios de sus proveedores por volumen, de igual manera negociar mejores precios de sus cosechas y crianzas, más aun cuando se unen con otros sectores productivos con el mismo sistema de trabajo; la intermediación se reduce en gran medida, y la posibilidad de reducir ese 99.4% de productores desorganizados, se acrecienta con mayor aceleración, y los niveles de asistencia técnica en el país suben significativamente.
La posibilidad de hacer truque entre zonas de producción aumenta, lo que lleva a una mejor alimentación de sus habitantes, y la generación de nuevos negocios comerciales entre zonas de producción y mercados. Además de la creación de empresas de servicios de obra, que es una de las mas grandes limitantes del sector productivo rural.
Nos enfrentaríamos a un modelo de desarrollo rural, que va a demandar servicios, financiados por el mismo agricultor, de la misma manera como financia su asistencia técnica. La nueva zonificación de cultivos y crianzas ante el cambio climático, sucede en la convivencia productiva, los corredores económicos se diferencian por ecosistemas, y la formación de las macrorregiones productivas, se irán asentando con la oferta y demanda de servicios agrarios, y comercialización de productos agropecuarios.
Para resumir, esta iniciativa que viene del campo, es lograr que la asistencia técnica y extensión agraria, se privaticen, mientras el Estado puede dedicarse, a desarrollar investigación para la transferencia técnica y capacitación de técnicos responsables de las zonas de producción.
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