Hoja de ruta económica 2021-2026
Necesitamos también articular los pequeños negocios urbanos y rurales con cadenas de valor dedicadas a la producción de energías renovables, el desarrollo industrial limpio y la producción de servicios intensivos en conocimiento y tecnologías digitales.
El actual modelo económico mercantilista debe ser reemplazado por una verdadera economía social de mercado, que permita que el crecimiento venga acompañado de verdadero desarrollo, empezando por las poblaciones más vulnerables y las Mypes.
Para ello hay que ampliar la generación de excedentes económicos eliminando la corrupción y los gastos superfluos del Estado, y en paralelo hay que impulsar el pago justo de impuestos, eliminando la evasión y la elusión tributaria. Los nuevos excedentes deben ser canalizados hacia las Mypes informales y la agroforestería familiar y comunitaria de la sierra y la selva.
Las empresas privadas tienen que competir unas con otras desde muy temprano, para lo cual el Estado debe promover la competencia que contribuya a la desconcentración empresarial y también debe prevenir la integración vertical de servicios de primera necesidad para la población.
Hay que romper con el mito de que el Estado no debe participar empresarialmente. Sin embargo, no debe hacerlo para competir con el sector privado sino para promover la innovación, la competencia, el desarrollo industrial y la competitividad. En lugar de un Estado expropiador, se requiere un Estado democratizador de la economía, promotor del accionariado difundido en empresas que inviertan en el aprovechamiento de recursos naturales y la generación de valor agregado a nuestras materias primas.
Una verdadera economía social de mercado también requiere desarrollar una “Sociedad del Conocimiento” sustentada tanto en una educación pertinente y de calidad orientada al aprendizaje en el trabajo, como en la organización de un ecosistema de ciencia y tecnología eficiente, el desarrollo de parques tecnológicos que atraigan inversión extranjera dispuesta a transferir tecnología y conocimientos de punta a nuestros jóvenes.
En cada región debe desarrollarse cadenas productivas de bienes y servicios competitivos, poniendo en valor sus propias vocaciones productivas, con participación intensiva de Mypes, cooperativas y asociaciones de productores, articulados a medianas y grandes empresas.
Nada de esto se podría lograr sin respeto a la autonomía del Banco Central de Reserva, la preservación del equilibrio fiscal, la estabilidad de precios, el respeto absoluto tanto a los ahorros del público como a las cuentas de los pensionistas de las AFPs y al pago puntual de la deuda pública.
Tampoco se podría lograr sin meritocracia y carrera pública para generar eficiencia en la administración pública y atraer a los mejores talentos al Estado: Profesionales reclutados con métodos competitivos, permitiendo mayor autonomía y eficacia en el funcionamiento de las entidades públicas.
Comments