Para el pseudo ideólogo de Perú Libre, Vladimir Cerrón, el anarquismo sería la etapa previa al socialismo del Siglo XXI en el Perú. Si para Abimael Guzmán -líder histórico del padre de Cerrón, así como de Bermejo, Maraví y demás adláteres del actual gobierno- la destrucción del “Estado burgués” y la “democracia burguesa” tenía que hacerse a través de una revolución violenta del campo a la ciudad, para el prontuariado ex gobernador de Junín esa tarea debe hacerse utilizando los mecanismos de la democracia burguesa para tomar el poder y minar desde dentro las instituciones del Estado. [1]
‘La destrucción’ es el concepto clave tanto para el ‘Presidente Gonzalo’ como para el ‘Presidente Cerrón’. Sin destrucción no puede haber resarcimiento para quienes practican el odio visceral y la política del resentimiento. Se trata del ‘un auto-envenenamiento psicológico’ del que hablaba Max Scheler, el rencor y deseo de venganza, los celos, la envidia y la malicia alcanzando ribetes descomunales en líderes que en su niñez o juventud han sufrido escarnio, violencia o afrenta con efectos traumáticos [2].
El resentido es una persona atormentada, capaz de rumiar su odio por largo tiempo, mientras va incubando una personalidad narcisista malévola. A diferencia de los seres comunes y corrientes, para quienes la tensión permanente entre la pulsión de vida y cohesión (Eros) y la pulsión de muerte y disolución (Tánatos) es fuente de un equilibrio fundamental que es consustancial a la vida en sociedad, los narcisistas malévolos suelen ser analfabetos precoces del afecto, por lo que se arrojan a la adoración de sí mismos y al odio encarnizado a los demás.
El narcisista malévolo esconde su maledicencia con una fina actuación seductora y una máscara de afirmación desesperada de su yo vacío. Su baja empatía y compasión por los demás destella en actos de crueldad súbita y venganza emocional planeada a largo plazo. En su epopeya afiebrada de ego, se lanza a la búsqueda obsesiva de liderazgo y de autoridad reconocible por todos.
Ejercer poder como fin en sí mismo y disfrutar de la adoración de los demás es el único paliativo coyuntural a su sufrimiento estructural. Sus adoradores van desgastando su capacidad volitiva hasta perder su dignidad y convertirse en carneros, cual rebaño arreado por lazos de dependencia material y psíquica, tendidos a punta de manipulación emocional, dádivas y engaños.
El resentimiento tanto como el narcisismo malévolo no son monopolio de la izquierda, ni siquiera de la vida política. El primer caso en la historia es el de Caín, quien mató a su hermano Abel por resentimiento y envidia acendrados. Casos emblemáticos de resentimiento y narcisismo malévolo son el de Hitler, Stalin, Mussolini, Mao, Castro, Bin Laden, Amín, Kim Il Sung y Pol Pot, entre otros. Pueden ser anarquistas, comunistas, terroristas o fascistas, para quienes el genocidio y el robo está plenamente justificado frente a un establishment al cual tildan de “verdadero terrorismo”, con su “Estado burgués terrorista” y su “Constitución burguesa terrorista”. [3]
Referencias:
[1] Cerrón ha lanzado por Twitter el slogan “Hacia una nueva patria”, dando a entender claramente que el Perú actual no es su patria y que no hay nada siquiera que rescatar de él. https://twitter.com/VLADIMIR_CERRON/status/1439252247465050114?s=20.
[2] En el caso de Abimael Guzmán, el origen de su resentimiento tiene que ver con el rechazo de su padre, el haber quedado huérfano de madre a los 4 años de edad en medio del desprecio absoluto y abandono familiar. En el cuadro de Vladimir Cerrón, es la huella de la pérdida de su padre, profesor de materialismo dialéctico en la UNCP, donde fue secuestrado y desaparecido, se especula que, por una patrulla militar o un comando paramilitar, o por un ajuste de cuentas entre el MRTA y Sendero Luminoso. “La muerte de Cerrón padre habría ocurrido como respuesta al asesinato del dirigente del Asentamiento Humano Justicia Paz y Vida, el también catedrático de la UNCP Luis Aguilar Romaní, a quien se le sindicaba como militante del MRTA… Aguilar Romaní habría sido asesinado en 1989, de ocho balazos en el… decanato de la facultad de Educación, cuando Jaime Cerrón Palomino era el decano. Como represalia, unos meses después, el MRTA habría secuestrado y asesinado al padre de Vladimir Cerrón, a quien achacaban la autoría intelectual de la muerte de Aguilar Romaní.” Caretas, 28 de mayo de 2021.
[3] Véase Friedrich Nietzsche, “Genealogía de la moral”, ed. Keith Ansell-Pearson, Cambridge University Press, Cambridge, 1994. También Saúl Neuman, “El anarquismo y la política del resentimiento”, ensayo que hace una crítica al anarquismo clásico, utilizando el concepto nietzscheano de “resentimiento” y las ideas de Michel Foucault sobre el poder.
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