Esta paralización de la obra pública, refleja el libertinaje y corrupción10 en la asignación de los recursos públicos y con un sistema ineficaz de control y sancionador de actos ilícitos reflejándose en aquel dicho popular “roba bien para que compres tu libertad”. Al final de este escabroso camino lleno de corrupción, terminan millones de familias sin poder acceder a determinados servicios básicos como el saneamiento, hospitales, locales escolares, puentes, electrificación, tecnificación para su agricultura, entre otros. ¿Y la población? Calladita sea por desconocimiento o también porque desde los grupos mafiosos, tienen organizados grupos de desinformación o la compra de dirigentes sociales; así es como los ciudadanos involuntariamente se convierten en cómplices de estos actos y de sus actores que terminan llevándose los recursos públicos.
Hacíamos referencia de la ausencia de una política de estado en materia de infraestructura para el desarrollo y es en la sierra, donde predomina la minería formal, donde se corrobora lo antes señalado, viendo como las autoridades invierten en plazas y parques y las remodelan cada tres años, palacios municipales de hasta 5 pisos, piscinas temperadas en la selva, etc., Otras evidencias se tiene que en los lugares de la sierra como parte de la festividad del Santo patrón del pueblo, se organizan corridas de toros, el alcalde es obligado para que, con la plata de la municipalidad, proceda a contratar orquestas y a comprar toros de lidia, y toreros, hasta extranjeros, para las corridas. Es la auténtica expresión de la antigua Roma, “pan y circo”.
Entonces, lo del abandono del Estado, resulta ser una alfombra grande para colocar debajo de ella el nivel de incapacidad y los actos de corrupción11 que atraviesan todas las instancias de gobierno. Ojo, que la incapacidad es prima hermana de la corrupción, porque las dos generan mucho daño a las poblaciones.
En nuestro país tenemos por lo menos entre quince y veinte años que los movimientos políticos locales, desplazaron a los mal llamados partidos políticos de carácter nacional. Son hoy por hoy, esos grupos locales, los que administran el dinero del canon minero y otro tipo de transferencias que se realizan desde el gobierno central. Estos políticos improvisados, salvo algunas excepciones- no tienen visión de distrito, de provincia, de región y menos se les puede exigir que tengan una proyección nacional. ¿Entonces cuál es su objetivo? Hacerse de dinero como dice don Sancho Panza, para vivir tranquilos el resto de su vida.
Gritamos abandono del Estado, para no reconocer que nosotros como electores somos una manga de ignorantes políticos. Para muestra un botón, en los distritos e las Lomas y La unión en Piura, eligieron a unos tipos como alcaldes porque todos los sábados les invitaba parrilladas. Eran incapaces de sostener una conversación de tres minutos, pero fueron elegidos alcaldes. Recientemente, el pueblo piurano eligió como congresista a Wilmar Elera, los piuranos sabían que tenía juicios y condenas por corrupto, la empresa política12 “Somos Perú”, que lo llevó en la lista, también lo sabía. Lo grave socialmente es estamos normalizando actos que en una sociedad normal están repudiables, los intereses de las mafias corruptas desde dentro y fuera del Estado, despliegan campañas desinformativas de la realidad hasta volvernos tolerantes y permisibles frente a la corrupción. Los peruanos hemos elegido ser ciudadanos sin categoría. Nos sentimos orgullosos, de repartir panfletos en las campañas electorales, sin haber leído lo que dice el panfleto y en otros casos aplaudiendo a personajes corruptos.
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