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Jórge Arévalo

Jorge Arévalo / Política sin Fujimori (2 de 4) 

El Fujimorismo, sin Fujimori y el panorama político

 

Sepamos bien que, en política no se heredan los logros de un líder a otro. Lo que, si sucede, es que se reconoce lo positivo de un período de gobierno, pero también se critica con mayor severidad lo negativo que haya sucedido. Ya hemos dicho, son cinco períodos que el Neo fujimorismo – Keikismo la ve pasar y no logra asumir de nuevo la presidencia. 

 

La mejor oportunidad que tuvo Keiko, para encumbrarse como la heredera plena del Fujimorismo, es cuando en el período 2016 – 2020, logró tener en el congreso una mayoría de congresistas, de 130 congresistas, la bancada fujimorista tenía 73. Esa es una de las oportunidades perdidas, tuvo la posibilidad de legislar a favor del desarrollo del país y no lo hicieron, es preciso tener en cuenta que el presidente electo Pedro Pablo Kuczynski (PPK) contaba con una bancada de sólo 18 congresistas. No valoraron lo que tenían en manos, porque sumando los de Pablo Kuczynski, el respaldo hubiera sido de 91 votos, y lo máximo que se exige en una votación para aprobar una ley es la mitad más uno. La derrota, la soberbia y la cólera, nublaron el racionamiento de Keiko, a quien poco importaba el presente y futuro del Perú.

 

El tipo de alianzas, o compromisos que asume Fuerza Popular en la actualidad, no hace más que abonar a favor del “anti”. Pero quién les hace entender, si creen que son capaces de todo y prefieren seguir disfrutando de las repartijas del poder, expresado en el asalto a las estructuras públicas, ¿para qué y por qué?, sólo ellos saben. ¿Quién osaría, tentar ser candidato a la presidencia en Fuerza Popular? Con seguridad que nadie, porque no es un verdadero partido demócrata, es un partido remedo de transfuguismo, de oportunismo y, voceros del mercantilismo.  Así, a la muerte de don Alberto, seguramente algunos de la llamada guardia albertista definitivamente irán a guarecerse a sus cuarteles de invierno porque no seguirán siendo cómplices de una 6° derrota, o muchos canjearán su dignidad, por una pizca de poder.

 

Un hecho que no debe dejarse pasar por alto, fue la postura de Keiko frente al pedido y negociación para el indulto de su padre, posición que debe quedar como un claro mensaje de dureza para sus seguidores: “Cuidado, he sacrificado a mi hermano y a mi padre y no me temblará la mano con los particulares”. Todos están advertidos, pero doña Keiko debe ser consciente que muchos tenían un compromiso con don Alberto y no con ella; rápidamente toma nota de este desencuentro y asume una postura oportunista, al plantear que su padre fuese el candidato y no ella, en tanto don Alberto podía contribuir con una cuota mayor de votos. Una postura por demás cargada de mentiras, pero eran asimiladas por doña Keiko y su corte.

 

Que la autoproclamada presidenta de Fuerza Popular, opte por una amnistía política al interior de su movimiento, es una utopía o simplemente una pose efectista y mentirosa para los ciudadanos. Más aún cuando es sabido que quienes se integraron en el camino a Fuerza popular, es para hacer carrera dizque política a sabiendas que militan en un partido sin principios, sin valores, sin ideales, ni compromiso con el Perú; se sumaron pensando en su propio interés.

 

Que deja la muerte de Alberto F. 

Con la muerte del fundador del movimiento Fujimorista, hemos podido ser testigos de cómo, por un lado, se expresa la identificación de un sector del pueblo con don Alberto y de otro lado, las críticas que surgen de sectores de izquierda expresando odio, y una tercera postura más política es de partidos como el APRA. Este panorama debe llevarnos necesariamente a una seria reflexión:

 

-       El pueblo necesita de un gobierno, que vaya a él; los testimonios de la gente lo recuerdan como el presidente que los visitó en el lugar que ellos viven.

-       El pueblo no olvida las medidas efectistas de un gobernante, y expresa con agradecimiento: “Nos hizo el colegio”, “Llevaba alimentos a los comedores populares”, “Construyó el puente”, “estuvo presente cuando se inundaron nuestras casas”. Y es que en su segundo período le correspondió afrontar el terremoto de Nazca en el año 1996, las inundaciones en Lima con lo de la quebrada Huaycoloro cuyo barro llegó hasta el Rímac, desastres en la carretera central, Ica, Piura, Lambayeque y Tumbes en el año 1998 con el Fenómeno El Niño.

-       Los de la izquierda, como es de esperar, al expresar su resentimiento y odio los lleva a negar todo y, se encuentran con sectores que reconocen: “la lucha contra el terrorismo”, “el haber resuelto el problema económico del país”, “el insertarse de nuevo en la economía mundial”.

-       La izquierda pierde cuando pretende enfrentar cargado de ideología, a un pueblo que razona sobre lo que ve y siente. “Dictador”, pregonan y, el pueblo sabe por experiencia propia, que cuando ha recurrido a los canales de la democracia no ha sido escuchado, ni le han resuelto sus problemas.

-       Al sistema democrático le falta hacerse sentir de manera positiva. Paniagua y Toledo se encargaron de presentar, al sistema democrático como una opción incapaz de solucionar las demandas de las mayorías y sentar bases para alentar su autodestrucción[1]

-       Frente a la inseguridad ciudadana que se vive, hay un sector de peruanos que creen que la dupla Alberto Fujimori y Vladimiro Montesinos, si podían resolverlo. ¿En qué se sustentan?  En el enfrentamiento y el logro de derrotar al terrorismo. Al rescate de los rehenes en la Embajada del Japón. En el ser capaces de no temblarles la mano, en el momento de actuar. Obvio actuaban con decisión, pero destruían la decencia en la política.

-       Si relacionamos los poderes del Estado, con las poblaciones nos dirán y con razón, que el Ejecutivo los tiene olvidados. Los más radicales del Sur, argumentaran que la presidenta (Dina Boluarte6) no los representa, justificando su rechazo y oposición a que la presidenta ponga un pie en sus regiones. Que el Legislativo, no son más que una manga de aprovechadores y corruptos, que han pactado con la presidenta para quedarse hasta el 2026. Del Ministerio Público y del Poder Judicial[2], tienen la seguridad que son entes corruptos, porque las resoluciones tienen precio. Que la policía no tiene respaldo político y, que también se manifiesta la corrupción a su interior. 

 


 


[1] normalizaron que los derechos de criminales y terroristas eran superiores a la de los ciudadanos de bien.  6 la compañera de fórmula de Pedro Castillo que por calles y plazas arengaba la destrucción de la Democracia y del Estado de Derecho. 

[2] para el ciudadano de a pie, es común señalar que el Congreso y el Sistema de Justicia, están navegando en charcos de inmundicia. 

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