Nueva gobernanza para avanzar en las políticas de innovación sectoriales
El país tiene más de 20 años aplicando el Esquema de Fondos Competitivos para fomentar la inversión en CTi (EFC/CTi), a través de diversos proyectos y programas de inversión pública, en unos casos sectoriales (INCAGRO, PNIA) u horizontales (FINCyT/INNOVATE, Fondecyt); gracias a ello, Perú ha canalizado más de 600 millones de dólares para CTi. Recientemente se promulgó un decreto supremo (1) centralizando los fondos competitivos para innovación en PROINNOVATE/PRODUCE, con el propósito loable por hacer más eficiente la administración de estos.
Lamentablemente, en esta norma se reafirma sustancialmente las limtaciones del enfoque y metodología de EFC/CTi que se ha aplicado en estas dos décadas y sólo se centra en mejorar su eficiencia a través de la centralización de su administración en una entidad de carácter transversal a todos los sectores, potenciando la horizontalidad de una política hacia el “desarrollo productivo” en general. De ésta manera se disocia la administración de estos fondos, de las políticas de innovación sectoriales (2) que deben dirigirlos. Si bien es cierto, el modelo EFC/CTi se ha manifestado exitoso en varios aspectos, una mirada crítica a la trayectoria del EFC/CTi, permite observar que se ha descuidado la necesidad de fortalecer la capacidad de conducción de éstos fondos con políticas de innovación específicas a cada contexto o sector, es decir, que asuman la especificidad y complejidad de cada uno de ellos.
Esto no es casualidad, pues el enfoque dominante de tipo administrativo/financista, reduce el rol del Estado a la provisión de éstos recursos, para solucionar las “fallas del mercado” y facilitar que las empresas inviertan en I&D+i. En esta visión meramente financista del fomento de la innovación, no hay necesidad de conducción pública ni construcción de condiciones habilitadoras de la inversión de CTi, pues eso es un tema que se ocupa el mercado y la demanda, siendo el objetivo e indicador principal de evaluación, incrementar el ratio de inversión de I+D del país. De ésta manera, el ecosistema innovador se forja lentamente y de manera desigual, los intereses particulares dominan frente a los intereses públicos y el impacto se diluye.
Sin lugar a dudas Perú requiere modernizar y fortalecer sus políticas de innovación, pero lamentablemente el decreto mencionado sigue sin dar pasos significativos en dicha perspectiva y se concentra en una mejora meramente administrativa en perjuicio del escalamiento tecnológico y económico que se requiere en los principales sectores y cadenas productivas.
Por eso, es fundamental dar el salto hacia una nueva manera de encarar las políticas de innovación, incorporar una visión sistémica y orientada a contextos específicos, es muy importante promover una combinación entre la política de innovación horizontal/transversal con políticas sectoriales o misionales, pues justamente éstas les dan la efectividad y foco a aquellas. Para ello, no es posible desentenderse de la reforma y fortalecimiento de los entes rectores sectoriales, como lo deja entrever el DS en mención, pues son éstos los que le dan sentido a la inversión y garantizan la calidad de su conducción.
Referencias:
(1) DS 009-2021 Produce que crea el Programa Nacional de Desarrollo Tecnológico e Innovación (PROINNOVATE)
(2) Pesca, acuicultura, agricultura, turismo, energía, industria manufacturera, minería, servicios, etc.
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