En nuestro país, existen las desigualdades sociales, que no es un secreto, a estos se suma la escasez de recursos y las pocas oportunidades que se generan en muchos ámbitos, en lo económico, en lo social y todo lo que se deriva de ello: empleo, apoyo social, salud, etc.
Para emprender cambios y plantear mejoras a grandes niveles, se necesita la consolidación de líderes que sean dinámicos, que tengan la capacidad corajuda de liderar, promover innovaciones y quieran apoyar el fortalecimiento de acciones y aptitudes que permitan corregir, o reescribir continuamente las reglas del juego social propiamente. Para lograrlo, las personas que asuman los liderazgos deben tener claro el camino a seguir, lo aprendido debe ser transmitido continuamente y buscar consolidar su toma de decisiones para lograr gestionar las crisis naturales o para promover los desarrollos. Los líderes deben rodearse de líderes.
En el Perú se habla mucho de liderazgos, en muchos ámbitos y niveles, a nivel del Estado existen muchos espacios, los gobiernos locales, regionales que por voto popular se supone son líderes y también por ejemplo en los llamados programas sociales donde sí creo que es urgente la preparación de líderes que definan estrictamente el concepto del mismo, las órdenes y mandatos de confianza para asumir liderazgos formalizan dicha atención, sin embargo, es necesario que sumado a eso, los responsables a asumir dichos encargos busquen en primera instancia la legitimación del poder que se les otorga para consolidar sus liderazgos. Los programas sociales son un claro ejemplo de la necesidad de contar con líderes legítimos que entiendan las necesidad e importancia de cada una de sus intervenciones en las agendas sociales y un primer reto es consolidar su equipo de comando y de atención. De esta forma, el equipo encuentra un líder y como “cascada” se va a ver reflejado en la optimización de la intervención.
El afán desmedido por el cumplimiento de metas inatenciones físicas y presupuestales quitan perspectiva en la búsqueda de lo óptimo. Aquel que lleve adelante un equipo con esa lógica y ve lo primordial y necesario desde esta sola perspectiva, no cubre las expectativas que se tiene para ser un potencial líder. Esa lógica, debe descartarse en la gran mayoría de programas que, con ese afán, despersonalizan al ser humano y lo ven solo como un punto de atención en frio. Para corregir eso, los liderazgos deben tener suficiente conocimiento del desarrollo e importancia de su atención. Un problema real y cierto, a considerarlo.
A nivel de la sociedad misma, por lo general los liderazgos son legitimados y las asociaciones constituidas siguen el camino que trazan las personas de mayor experiencia o mejores criterios para sacar adelante cualquier necesidad y de esta forma se aprecian muchas formas de subsistencia social, los comedores de madres, las ollas comunes, o toda organización social como las asociaciones vecinales, etc. que están en el día a día requiriendo la atención a demandas o buscan estabilidades en sus espacios barriales, son ejemplos claros de liderazgos que no son impuestos sino encontrados, son referentes para su entorno, que se ha ganado el respeto de las otras personas que lo siguen y apoyan en sus acciones o decisiones. Lo que se requiere acá es su real formalización.
Esta es la cuestión de tratar el tema de hoy, los liderazgos, si bien muchas veces son encargados con papeles, deben tener como reto inicial su legitimación frente a los que van a ser liderados, el equipo para después prestar atención a los atendidos, otras veces son escogidos (la sociedad) y deben buscar su formalización para la interacción. De una u otra forma, así funciona el estado y la sociedad, con esa lógica, los mercados también, y los emprendedores de ayer y hoy deben convertirse en líderes con las cualidades generales descritas.
Podemos seguir escribiendo definiciones y mostrar cualidades de un líder, pero no es mi afán convertir este articulo en un espacio de guía para el liderazgo, podemos también definir a un líder político, la coyuntura lo exige, y mostrar las necesidades de contar con alguien que cumpla con los detalles expuestos en general, pero, repito no es el punto a transmitir. Sin embargo, sí remarcar lo importante de considerar y afianzarlos verdaderos liderazgos, sino lo que siempre aspiramos para el crecimiento y desarrollo del país va a demorar más y va a rayar con las mediocridades de solo cumplimiento en el Estado y de solo buenas intenciones para la sociedad. Ser líder es algo serio, y sentir los liderazgos motiva las buenas intenciones.
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