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Hans Behr

Hans Behr / Interculturalidad: Mirada desde el Estado 

Las sociedades en el mundo ya no se constituyen, hoy en día, con una homogeneidad entre su población, son menos los bloques culturalmente hermetizados y diferenciados frente a un mundo global con un crecimiento sostenido; aunque aún se podrían admitir algunas excepciones, pero eso es un tema para otra discusión.

 

Lo cierto y real es que, a través del tiempo, las sociedades humanas a nivel mundial se han ido constituyendo desde lo heterogéneo y lo diverso, en algunos casos por movilidades humanas internas, (vale decir migraciones internas que han repoblado los países, ordenándolos y desordenándolos a la vez), sobre todo en los países latinoamericanos y como migrantes de aporte en países de acogida en el occidente del mundo.

 

Es por eso que podríamos afirmar que las sociedades ya no son en la actualidad masas homogéneas, sino sociedades con pensamientos colectivos diversos que presentan una pluralidad social con diversidades muy marcadas. Es por ello, que notamos que se podrían ir generando nuevos problemas sociales en general, obligando al establecimiento de nuevas estrategias por los Estados en atención a este fenómeno social. La sociedad pues, cambia.

 

En las últimas décadas, la mirada política del mundo se ha transformado y ha contribuido a cambiar las percepciones de la sociedad en general y ha generado también una nueva mirada para atender los efectos del cambio. Entonces, se comienzan a trabajar conceptos que definen una latente sociedad de consumo, donde el mundo se acelera y la vida y la convivencia y la tolerancia, constituyen la base de una nueva mirada intercultural, donde se instalan un cúmulo de culturas en un territorio, obligando a incluir diversos enfoques, de adaptación y de adopción pensada y trabajada. Se constituye por ende una realidad global distinta.

 

En el Perú, la realidad nos dice que no hemos sido ajenos a estos cambios mundiales, estamos en el camino correcto, a nivel social, de comenzar a construir una sociedad peruana que se comienza a reconocer diversa y que confluye en la aceptación legitimada de una interculturalidad del día a día, permitiendo la construcción de una nueva cultura peruana. Se ha escrito mucho sobre este tema.

 

Considerar este concepto y comprenderlo es tarea obligada que debe priorizarse mucho y es el Estado quien debería tomar con seriedad la construcción de un verdadero enfoque intercultural, poniéndose a la vanguardia, sobre todo a nivel de las instituciones que comandan los cambios sociales.

 

Es necesario que no se piense que la necesidad es solo teórica o académica, sino muy por el contrario, la realidad actual en nuestro país está enfrentando un reto donde ha acogido, de diversas formas, sean las correctas o las erradas un gran contingente de ciudadanos de otros territorios, por ejemplo, el caso venezolano, que como ya se ha dicho vienen a nuestro territorio con todo un bolsón de particularidades culturales.

 

Conocerlos seria provechoso para entenderlos y tolerarlos, ese es un principio básico de la interculturalidad como concepto. Las ciencias sociales, cuya misión no solo es definir la sociedad, sino avizorar los cambios que en ella ocurren, pueden ir advirtiendo que se darán más migraciones, más movilidad humana y se seguirá trastocando la economía, quizás la política y por ende las convivencias sociales. Tema que ya deberíamos ir previniendo.

 

Los cambios en nuestra economía, por ejemplo, el norte chico, Chancay atraerá mucho visitante golondrino y estacionario, con el esperado HUB regional, en otro sentido, crisis económicas en países vecinos generan normalmente fugas poblacionales por pasos irregulares fronterizos, esa es una realidad que se va acercando, no será mucho el tiempo que pase y veamos esta movilidad.

 

Entonces, es preciso estar claro en que considerarnos un país intercultural, no solo aplica a una sociedad cambiante, sino a todo el conjunto que un país debe manejar, pues considerar el enfoque en estos términos permitiría manejar los mercados internos, evitar los conflictos, atender los programas sociales, generar empleabilidad, sectorizar las atenciones, construir comunidades migrantes, atender a las visitas sin descuidar a nuestra población. Es decir, integrar de manera inteligente y planificada.

 

Es misión repito ya no solo de la academia sino del Estado y más aun de la institución que debe ser el eje del cambio de mirada, el ministerio que dirige y canaliza nuestro concepto de cultura. La interacción social se da va a dar todos los días, y más aún, cuando tenemos culturas nuevas que están introduciendo su presencia entre nosotros y de manera rápida van fortaleciendo sus redes sociales, culturales y económicas, ya no es un secreto que somos testigos de  restaurantes o tiendas importadoras que son dirigidas por nativos de otros países, por eso,  repito, debemos  considerar este concepto para fortalecernos desde la cultura nuestra, la popular urbana, o la nueva cultura llamada peruana.

 

Considerar lo intercultural en nuestro país, permitirá tener más clara la apuesta por generar cambios y atender sostenidamente estos cambios.


 

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