Estamos en la obligación de afrontar el flagelo de la corrupción que genera desconfianza en las inversiones, clave para mantener el incremento del PBI.
Este 2024 es más exigente, terminar (el déficit) en 2% del PBI. Eso implica que la economía debería crecer 4% para lograr cumplir esa meta. Es un reto fundamental en el corto plazo que no se cumplirá. No debemos superar el déficit en 2,4% del PBI y el porcentaje para el 2023 cerro en 2,8%. A pesar que hay un compromiso de: 2.4% el 2023 y 2% el 2024.
El Plan (Fiscal) actual es un desastre, cualquier cosa puede ser mejor que eso. Premio Nobel de Economía, Joseph Stiglitz.
Por tanto, es una necesidad que el Estado reduzca radicalmente el gasto corriente para reducir el déficit fiscal, debido a que el “tope” máximo estimado para el cierre de 2024 es 2%.
“Si quieres recuperar ingresos y promover la inversión privada hay que aplicar políticas públicas estratégicas que eliminen trabas burocráticas”.
El Nobel de Economía Edward Prescott cree que se debería reducir los gastos y no mantener el déficit público. El aumento de tipos impositivos no consigue una mayor recaudación. Al final hay que reducir el gasto público, que no estimula la economía.
Otro reto a corto plazo es la restructuración de Petroperú que es una contingencia. Ya que el Gobierno ha modificado la estructura accionarial de la petrolera, reduciendo el peso del Ministerio de Energía y Minas (Minem) otorgando un rol clave al MEF en las decisiones de la empresa.
Por otro lado, se debe manejar dos proyectos de ley pendientes de aprobación, la reforma del sistema de pensiones y los riesgos contractuales que se han abierto por el incumplimiento en contratos firmados por la Municipalidad de Lima, los que “vulneran la seguridad jurídica contractual y hace que los esfuerzos de inversión se vean afectados ante este tipo de medidas unilaterales”.
También se debe detener el incremento de la pobreza, considerando un crecimiento de las cifras de desigualdad de 26% a 28% en 2022, sin considerar las del 2023, donde es probable que la pobreza haya aumentado.
“6 de 10 peruanos están con sus necesidades insatisfechas. Ojalá podamos llegar de nuevo a 20% (de pobres), se necesita estrategias creativas de política económica y social de seguridad alimentaria crecimiento del sector agrario, para que en el corto plazo mejore la calidad de vida de nuestra población”.
“En un país bien gobernado la pobreza es motivo de vergüenza. Pero en un país mal gobernado, el motivo de vergüenza es la riqueza.” (Confucio).
Otro problema para reducir gastos irracionales son las normas aprobadas por el Congreso de la República, que entrega bonos a los parlamentarios y sus trabajadores, “es un muy mal ejemplo” y “eso genera desasosiego” con expectativas negativas de derroche.
Tenemos a un Congreso que, con la potestad y libertad que le da la Constitución, pone bonificaciones muy por encima del resto del sector público.
A corto plazo, el ministro Arista debe acelerar la implementación de medidas aprobadas, como la simplificación administrativa en los sectores, el destrabe de proyectos, dándoles un mayor impulso al registro especial de seguimiento de inversión privada del MEF.
La economía se puede recuperar; sin embargo, no se retoma una dinámica más alta y el crecimiento perdido frente a años anteriores no se recupera. Me temo que nuestra recuperación económica será muy lenta. Por tanto, ya deberíamos estar pensando en el planeamiento de políticas públicas estratégicas, en especial las económicas necesarias para hacernos crecer.
Es necesario combatir la inseguridad ciudadana, son más de S/30,000 millones al año los que pierde el Perú por la delincuencia según el BID. Esta situación afecta a grandes como a pequeñas empresas; pero estas últimas son más golpeadas por su poca capacidad para asumir los gastos de seguridad privada. Cabe señalar que una parte de la caída de -7.2% de la inversión privada el 2023 fue consecuencia de la inseguridad.
Hoy no hay confianza en el Gobierno, no se dan acciones concretas, no se plantea una visión de país y no hay mayor inversión. Entonces, cuando no hay inversión no hay crecimiento. Puede que el 2024 mejoremos un poco por un Niño débil, los precios de los metales están buenos, las exportaciones del país están favorables.
Lo que se ha creado es una economía de extorsión en la que los ricos se hacen más ricos, los pobres se mueren de hambre y por lo visto a nadie le importa siempre que lo llamemos democracia. Steve Alten.
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