MEF – propongan un real presupuesto 2024
Según afirmó el titular del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), Álex Contreras los sectores prioritarios en el presupuesto público 2024 serán salud, educación, políticas sociales, agricultura e infraestructura.
El funcionario sostiene que se incrementará el presupuesto público del próximo año con responsabilidad y se optimizará el gasto estatal.
Una pregunta es: ¿Se puede gobernar, redistribuir la riqueza y dar servicios donde el Estado teniendo el monopolio de la fuerza (seguridad, defensa, justicia) no dispone de recursos? Ante este panorama se tiene que recaudar más por tanto se debe efectuar una reforma integral de tributos (Renta, IGV, Impuesto Selectivo al Consumo, Aranceles de Aduana) y simplificar las normas de recaudación.
“El 31 de agosto de 2023 cerramos el proyecto de presupuesto del sector publico 2024 y debe aprobarse en el Congreso de la República en dos o tres semanas”, afirmo el ministro.
Ante lo acotado debo precisar, que el ministro Contreras, viene manejando su sector, dando preferencia a la gestión financiera y austeridad, aplicando una política de cajeros del tesoro público y de baja inflación dejando de lado el bienestar de la ciudadanía, sin proponer a la fecha, que hacer para el futuro. Lo que se debería cambiar de plano.
Los técnicos del MEF no deben volver a repetir lo que sucedió en el presupuesto general de la república 2023 aprobado por el Congreso de la República, las cifras han sido proyectadas bajo un crecimiento del 3.5% de PBI proyectando ingresos tributarios nada reales a pesar que algunos analistas decían que el PBI anual en ese porcentaje previsto, no era posible alcanzar.
En este ejercicio fiscal 2023, el MEF ha publicado proyecciones inexactas del PBI anual, que han confundido a los inversionistas privados pequeños y medianos principalmente, que adoptan decisiones en sus portafolios de inversiones y en muchos casos se endeudan en el sistema financiero.
El MEF proyecto persistentemente tasas de crecimiento nada realistas 3% a 3.5% en el PBI, luego 3.1% y 2% ahora dice que se revisara las cifras nuevamente y podemos llegar al 1.5% lo que hizo perder la credibilidad y confianza, en los agentes económicos. Sin embargo, el consenso del mercado proyecta un PBI de 0.8%.
Lo acotado, no ha permitido proyectar una recaudación efectiva de impuestos y aumentar en especial tributos a la riqueza y oligopolios, cobrar impuestos a los que evaden y pagan poco, más que por la reducción del gasto público. El MEF no incluyo medidas para controlar y disminuir el gasto innecesario, no efectuó una reestructuración del gasto con rápidas reasignaciones de partidas presupuestales y eliminar los gastos improductivos con los recortes radicales que se debe debieron efectuar.
En conclusión, se tiene un presupuesto 2023 nada cercano a la realidad que el MEF formulo y programo y que el Congreso sin ningún análisis técnico, ni reasignación de gastos, aprobó de forma irresponsable; por el contrario, propuso incrementar el gasto corriente con medidas populistas, lo que contribuyó a romper la meta fiscal y provoco un enfrentamiento con el MEF.
Debo precisar que son muchos los economistas que han afirmado que somos fuertes macroeconómicamente y en algún momento se convenció de esta fortaleza a la clase política (Congreso de la Republica), sin embargo, ellos la mayoría de los congresistas no tienen ni la menor idea de lo que significa e implica ser macroeconómicamente fuerte.
También Contreras, destacó que las nuevas autoridades regionales ejecutaran más presupuesto de lo que destinaban en las anteriores.
Al respecto efectuó algunas recomendaciones para una mejor asignación presupuestal al Señor ministro: creo que su preocupación primordial debe ser el crecimiento del PBI para tener mayor recaudación de recursos (impuesto a la renta e IGV). No solo se trata de dar más recursos sino de ejecutarlos en función a satisfacer las necesidades, sobre todo en los sectores que generan inversión productiva y social, así como empleo, entre ellos el sector agropecuario, por ejemplo.
Los sectores de los Gobiernos Nacional, Regional y Local deben preocuparse por ejecutar el presupuesto de inversión pública principalmente ya que permanentemente sobran saldos de recursos por falta de ejecución.
Pero por más que se den recursos, no se ejecutan los proyectos de inversión pública, por falta de capacidad de gestión y el elevado nivel de la corrupción que resta el impulso a la inversión pública.
Se debe conocer que el tiempo promedio de elaborar los documentos técnicos para convocar a la ejecución de una obra pública, tarda más de un año, ya que los estudios son mal hechos, son observados o reformulados. Si a esto le sumamos el proceso de licitación, el periodo termina siendo, de dos o tres años para el inicio de las ejecuciones de las obras. Pero durante la ejecución de las obras se presentan deficiencias por los estudios mal formulados, lo que origina nuevos retrasos.
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