Se incumplió con la meta del déficit fiscal el 2023
Es la primera vez en 8 años que el Perú incumple con la regla del déficit fiscal.
La meta del déficit fiscal para el 2023 se situaba en 2,4% del Producto Bruto Interno (PBI); sin embargo, de acuerdo con información del Banco Central de Reserva (BCR), el déficit fiscal fue de 2,8% del PBI. Las calificadoras de riesgo Moody’s y Fitch ya habían advertido que el déficit fiscal del Perú podría llegar a 2,6%.
Adicionalmente la economía cerro el 2023 con una recesión económica y con una caída de ingresos tributarios no vistos desde los 90, según reconoció el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) a finales de diciembre último. El MEF rompió la regla fiscal durante 2023, los Gastos del gobierno excedieron a los ingresos por un valor de 2.8% del PBI.
La regla del déficit fiscal es un principio que establece el límite de hasta dónde puede haber un desequilibrio entre los ingresos y los gastos del Estado. “Es decir hasta dónde se puede exceder el déficit en las cuentas públicas”.
La regla fiscal ha sido establecida en 1% del PBI. El desfase que puede haber entre ingresos y gastos no podría sobrepasar ese porcentaje. Eso tiene sentido si uno quiere tener finanzas públicas sanas sin recurrir al endeudamiento y hay una prudencia en el presupuesto. Sin embargo, tras la crisis sanitaria hubo mayores gastos asociados. Por ello, el ministro Alex Contreras, asumió el compromiso de ajustar el déficit de forma paulatina: 2.4% en 2023, 2% en 2024, 1.5% en 2025 y 1% en 2026.
Con el objetivo de preservar la estabilidad macroeconómica, el ministro de Economía debe cumplir con las reglas (macrofiscales) que fijan topes al nivel de deuda pública, déficit fiscal (exceso de gastos sobre los ingresos), así como al incremento del gasto. Sin embargo, el ministro Contreras no ha cumplido con la regla del déficit de 2023. El exceso de gastos del Gobierno frente a los ingresos fue equivalente a 2.8% del PBI, es decir, 0.4 puntos porcentuales arriba de la meta; “que pudo ser más de 0.5 puntos si es que no se incluía el adelanto de utilidades del Banco de la Nación”.
Según el BCR, el resultado del déficit fiscal fue mayor en 1.1% respecto al 2022. La autoridad monetaria indicó que el aumento del déficit fiscal, fue por el menor nivel de ingresos corrientes del gobierno general, que cayó 4.5%, pasando de 22.1% a 19.8% del PBI. Esto asociado sobre todo a la caída de los ingresos tributarios (-6,4%).
A lo anterior se sumó el incremento de los gastos no financieros (Los gastos no financieros comprenden los gastos en remuneraciones equivalente al gasto por Personal y Obligaciones neto de las Cargas Sociales), la compra de bienes y servicios 1.2%, asociado a un incremento en 4.2% de los gastos corrientes y en 6% los gastos de inversión. El avance de los gastos corrientes respondió a los rubros remuneraciones, por los incrementos salariales otorgados al magisterio, personal de salud y los diferentes regímenes del sector público.
La credibilidad del ministro de Economía para gestionar las finanzas públicas de manera responsable, transparente y predecible está en juego.
Esto sobre todo si se toma en cuenta que la norma de Responsabilidad Fiscal señala que los desvíos de las reglas fiscales se compensan al año siguiente. El déficit fiscal se produce cuando los gastos realizados por el Estado en un período de un año, superan a los ingresos fiscales y el 2023 está en 2.8%, por la caída de la recaudación tributaria debido al bajo crecimiento de la economía -0.5% a pesar que el MEF proyecto un PBI de 3.5%. Los Ingresos fiscales cayeron - 6,4% en el 2023 según el MEF.
El ministro Contreras debe sincerar sus proyecciones, que sean realistas con la evolución de la economía, considerando que lo que más le interesa a las clasificadoras de riesgo es la posición fiscal del país. El ministro pudo haber sincerado las cifras el 2023 (tal como lo comento EFECTIVIDAD) y pedirle al Congreso que amplíe el tope del déficit fiscal, o no ser tan incoherente con el aumento del gasto.
«Todos contribuirán al sostenimiento de los gastos públicos de acuerdo con su capacidad económica mediante un sistema tributario justo inspirado en los principios de igualdad y progresividad que, en ningún caso, tendrá alcance confiscatorio». James M. Buchanan, Nobel de Economía.
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