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Germán Lench

Germán Lench / ¿El 2024 hay confianza para la inversión privada? 

Las expectativas para este año han mejorado, la inversión privada como porcentaje del PBI, sin embargo, se ubicaría al final del 2024 por debajo de lo alcanzado entre el 2012 y 2013, cuando los precios de los minerales que exportamos llegaron a niveles récord similares a los registrados actualmente. Un mayor crecimiento de la inversión privada después del 2024 es muy necesario para reducir los mayores niveles de pobreza que se registran tras la pandemia. En efecto, cuando la inversión privada crecía a un ritmo anual de 13.8% entre el 2004 y 2013, la pobreza se reducía casi cuatro puntos porcentuales por año.

 

En dicho contexto, uno de los principales retos del ministro José Arista del MEF será promover recuperar la confianza del sector privado para afianzar la pequeña mejora que muestra la inversión. Por tanto, es importante ver señales positivas en torno a la viabilidad, destrabe y ejecución de proyectos, de los tres niveles de gobierno. En declaraciones recientes el ministro Arista dijo: “No con gasto público, porque el gasto público es apenas es el 20 por ciento real del total de la inversión, se debe reactivar la economía a través de la inversión privada y la mejor manera es generado confianza”. Agregó.

 

El ministro de economía destacó que su sector proyecta un crecimiento del 3%, este 2024, aunque indico que no es suficiente. Efectivamente la inversión privada, es un asunto de confianza, la preocupación está en el campo político, que no es capaz de generar la credibilidad necesaria en los agentes económicos. Hay problemas políticos con un nivel de descomposición, siete presidentes en cinco años por ahora.

 

El indicador clave que concentra gran parte de las inversiones crecerá 2,3% este 2024 después de dos años en negativo, pero dista de su performance de otros años. La inversión privada abarca el 80% del total de inversiones que se mueven en Perú. Académicos y funcionarios coinciden en que es la piedra clave de la economía, y su recuperación es vital considerando que se espera que el PBI rebote a 3% tras un año de recesión, donde caímos al peor nivel en 31 años (sin contar la pandemia).

 

Según el BCR, la inversión privada cerrará este 2024 con un crecimiento de 2,3% bajo e insuficiente y acabaría con los dos años consecutivos en negativo: -0,4% en 2022 y -7,2% en 2023. Si bien la mayoría de los indicadores de expectativas empresariales del BCR continúan en el tramo pesimista, a largo plazo, el sentir es más auspicioso: a 12 meses, las proyecciones del devenir de la economía, del sector, empresarial y la contratación de personal, están al parecer optimistas.

 

Sin embargo, tenemos lamentables y permanentes problemas políticos que dañan nuestra endeble democracia y la corrupción que le cuesta al país $ 24,268 millones, afectan al crecimiento económico. También la criminalidad y la crisis de inseguridad ciudadana que crece sin control, la burocracia elefantiásica e ineficiente para tramitar servicios del estado en especial a la actividad privada, tasas tributarias elevadas, regulación tributaria compleja y factores climatológicos adversos.

 

La falta de seguridad interna como un componente no económico pero crucial, es un factor que evita construir esa confianza y se sabe que la inseguridad junto a la extorsión viene disminuyendo la inversión de los pequeños y medianos negocios. Al menos 100 mil bodegas cerraron ante delincuencia y extorsiones. Por eso es necesario que el Gobierno aplique con carácter de medidas que reviertan la situación actual y generen un ambiente propicio para los inversionistas.

 

Lo señalado genera escepticismo sobre las proyecciones del comportamiento de la economía. Estas deben tomarse con cautela. Ya que están sujetas a supuestos. Creo que se debe tener en cuenta la inversión de los pequeños negocios que son extorsionados. El impacto de la inseguridad y criminalidad es alto en las familias de los barrios populares que no tienen ninguna protección. Nunca se entrevista a una bodega que le colocan artefactos explosivos y le preguntamos si seguirá invirtiendo.

 

Hay error en la tendencia de los tecnócratas y grandes empresarios al pretender que la política y la economía van separadas, que creen que puede haber una crisis política radical pero la economía no pestañea y las cifras no se mueven. Eso es falso. El debilitamiento de las instituciones nos pasa factura y nos quedarnos callados frente a los atropellos que hoy vemos de parte del Congreso - que no son respondidos por el Poder Ejecutivo - también. Creer que esto no afecta a la economía es un error.

 

Se considera que la incertidumbre retrasa la inversión, independientemente de las consideraciones sobre el riesgo o la rentabilidad esperada. Ben Bernanke, premio Nobel de Economía de 2022. La recuperación de la confianza es vital para tener un rebote favorable, considerando que deberíamos crecer a 5% anual para absorber a la mano de obra juvenil, pero apenas se ¿podría? llegar a poco más del 2%.

 

La confianza es el fundamento de los éxitos y fracasos económicos de un país como el nuestro. Pero internamente que hacemos, aceptar autoridades que no saben gobernar y tecnócratas que solo dan recetas y son bien pagados en las consultorías que realizan o están ubicados en puestos burocráticos y dan vueltas en la estructura de Poder en cada Gobierno haciendo lo mismo “diagnósticos”.

 

“Nosotros vemos en la confianza un medio de inversión, en la inversión privada una herramienta de crecimiento y generación de empleo y una posibilidad de superar la pobreza y construir un país con equidad.” Álvaro Uribe Vélez

 

Creo ha llegado el momento donde debemos evaluar bien, cuál ha sido el papel del estado en la historia del crecimiento, esta es una pregunta sin respuesta en las ciencias económicas. Preguntas: ¿qué papel juega el Estado en el crecimiento de la riqueza? ¿Qué clase de Estado es bueno para el crecimiento una democracia o una dictadura? ¿Es el Estado irremediablemente corrupto o incompetente? Robert Skidelsky. (profesor emérito de economía en la Universidad de Warwick y pensador de la economía actual).



Señor Arista diríjase al país y diga de una vez ¿que se hará para alcanzar un crecimiento mínimo del 3% en el PBI 2024 tal como el MEF ha proyectado? Esto porque no puede ser, que el MEF afirme algo y no se cumpla, lo que genera desconfianza en los agentes económicos y recuperar la confianza es difícil.

 

Concluyo, afirmando que la política económica no está funcionando, ha habido errores, riesgo de la credibilidad del país, la política está generando un daño severo a la economía, mucha descoordinación y mal manejo, hay decisiones que no generaran crecimiento de la economía, no hay acciones de urgencia, no sé a escuchado a las alertas, problemas en la formulación de las políticas púbicas, creceremos aproximadamente 2% el 2024, si no hay demanda no invierto, acciones concretas, no hay reglas claras, burocracia ineficiente, corrupción, inseguridad, es una economía de bajo crecimiento, potencial.

 

"La economía no es una ciencia exacta, pero hoy por hoy ya estamos estancados lo que se puede ir complicando cada vez más. No estamos hablando de una situación traumática, pero sí de un contexto difícil". Tomás Bulat economista.


 

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