Las lecciones estratégicas de la pandemia COVID-19
Existe consenso en calificar el año que se fue, el 2020, como el de la mayor crisis económica y social desde la gran depresión de 1929. Los efectos devastadores en términos de vidas humanas, desempleo, pérdida de ingresos, caídas del PBI, aumento de la pobreza, son bastante conocidos. La crisis ha significado un duro golpe para todos. Justamente por ello, tenemos la obligación de pensar, meditar, reflexionar sobre lo que nos ha pasado (1); tenemos el deber de sacar las lecciones y enseñanzas de esta dolorosa experiencia, para evitar que se repitan crisis de este tipo, corrigiendo las circunstancias y los errores que la causaron.
A nivel internacional podemos sacar cinco lecciones importantes: (i) los procesos zoonóticos (transmisión de virus de animales a humanos) causados por la destrucción de la naturaleza y la contaminación ambiental han sido el origen del virus, y si no hacemos algo, se van a seguir repitiendo, (ii) las agudas desigualdades sociales surgidas en las últimas décadas han generado mayor sufrimiento en la población (2), (iii) las tecnologías digitales, que eran importantes antes de la crisis, se han vuelto absolutamente dominantes en todos los espacios de la sociedad, (iv) el nivel científico, tecnológico y productivo de algunos países desarrollados ha permitido crear y producir, en tiempo récord, las vacunas que nos van a salvar de mayores estragos, (v) contra lo que muchos pensaban, los Estados han jugado un rol central en la lucha contra la pandemia (3) el salvataje de las empresas, la reducción de los impactos sociales y el impulso a la reactivación de las economías.
A nivel nacional tenemos tres lecciones importantes: (i) la informalidad se ha revelado como el principal problema económico y social del país, (ii) no sólo el sistema público de salud, sino el Estado en su conjunto, ha mostrado (una vez más) su extrema debilidad, inoperancia y corrupción, (iii) la práctica inexistencia de un aparato productivo moderno, que nos ha obligado a importar todos los equipos, insumos y medicamentos para combatir la pandemia.
El mundo, y el Perú, se encuentran en una encrucijada. Estamos frente a un conjunto de problemas y de retos, pero al mismo tiempo, también estamos frente a muchas y nuevas oportunidades. De las decisiones que se tomen hoy día, del rumbo que tomemos en los siguientes meses y años, depende nuestro futuro. Si regresamos al mismo camino de antes de la pandemia estaríamos optando por un suicidio colectivo; el último aliento puede tardar unos años más o unos años menos, pero va a llegar de todas maneras.
Referencias:
(1) De los múltiples artículos escritos sobre este tema, dos son especialmente relevantes: (i) "La pandemia y el sistema mundo', Ignacio Ramonet, Le Monde Diplomatique, Abril 2020; y (ji) "Cómo los humanos desatamos un torrente de nuevas enfermedades', Ferris Jabr, The New York Times Magazine, Junio 2020.
(2) Dos artículos lanzan luces sobre la relación entre el COVID y la desigualdad: (i) 'How Inequatlity Fuels COVID-19 Deaths", Jeffrey Sachs, Project Syndicate, June 2020, (ii) "Wealth Inequality in the United States since 1913', E. Saez and G. Zucman, NBER Working Papers, October 2014. La reciente encíclica del Papa Francisco, "Fratelli Tutti" (octubre 2020) se inscribe en esta línea de pensamiento, y recomiendo fervientemente su lectura.
(3) Ver el excelente artículo de Yanis Varoufakis •Los siete secretos de 2020', Project Syndicate, Diciembre 2020_
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