En el campo de la administración pública, los discursos buscan tomar el control de las instituciones y esto es normal en el desarrollo de las instituciones de los Estados. Las palabras solidaridad, democracia, participación son apropiadas y comprendidas de forma indiscriminada por cualquier grupo político o también por grupos o líderes que colocan estas palabras como base de sus discursos. Max Weber indicaba que a todo discurso subyace una acción, es decir la matriz ideológica del discurso entrega sentido a la acción.
Los discursos de nuestros políticos sobresalen las palabras solidaridad, democracia participativa, alianzas público- privadas, alianzas gobierno y sociedad, participación social, capital social, gestión compartida, nuevos sistemas de desarrollo.
La palabra “solidaridad” es quizá una de las más citadas en estos tiempos tan difíciles por los que estamos atravesando en nuestras relaciones sociales. Sin embargo, esta recuperación del concepto de solidaridad no parece preservar su origen. Es probable que la solidaridad haya sufrido cambios, reajustes, reformulaciones, desmentidos o incluso que se esté tomando como inadecuado para dar cuenta de las explicaciones sociológicas de nuestro tiempo. Incluso puede haber dejado de ser un concepto para convertirse en una idea, una noción, una expresión ideológica.
Es interesante que en el ámbito Trabajo Social el concepto de solidaridad parece albergar cierto prejuicio, dada su frecuente vinculación con las acciones espontáneas de diferentes grupos sociales poderosos con el carácter caritativo en una relación de dominante a dominado, y también como una negación de la responsabilidad que es propia del Estado como gestor de las políticas sociales.
La solidaridad presenta el significado de la noción ética existente con los demás, con la colectividad, como un “contrato social” que se establece con un grupo social o sociedad. También se entiende como una relación recíproca entre miembros de una misma clase social. La definición legal da la noción de “contrato individual” establecido entre dos partes en torno a una deuda. Requiere una serie de deberes y responsabilidades solidarias en relación con la comunidad en su conjunto. También estos actos solidarios garantizan al individuo un conjunto de derechos y expectativas en relación con la comunidad.
El concepto de solidaridad, como se mencionó, encuentra varios significados en diversas sociedades. La idea de solidaridad que impregna las políticas sociales en los diferentes modelos de Estados. En América Latina, los niveles de pobreza y concentración del ingreso son tan altos que cada vez es más difícil implementar políticas sociales de carácter universal, especialmente luego de las crisis que se han manifestado en los dos últimos, se exigen un mayor recurso a la solidaridad. Hoy más que nunca requerimos de solidaridad entre todos los que hacemos país, el “Encuentro” es el espacio para la solidaridad entre los ciudadanos. Requerimos que los políticos dejen de ver sus intereses de grupos para encontrase en acciones solidarias, que al final, deberían beneficiar a los grupos vulnerables y especialmente para los niños y jóvenes que estarán en el futuro como protagonistas del desarrollo.
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