La basura es un problema global que afecta a todo el mundo, ya que todos los individuos y los países generan residuos sólidos y deben hacer frente a su gestión adecuada de sus desechos, que en pandemia se incrementaron de forma notable. Según estimaciones de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en el mundo se generan alrededor de 2.01 mil millones de toneladas de residuos sólidos cada año, y se espera que esta cifra aumente a 3.40 mil millones de toneladas para el año 2050. Es decir, casi todo el tamaño de la cadena montañosa de los Andes. Lo lamentables es que, de los residuos generados en el mundo, sólo un 18% se recicla y el resto se deposita en vertederos o se incinera.
Los países de ingresos altos generan per cápita 4.4 kg de residuos sólidos al día, mientras que los países de ingresos bajos generan solo 0.6 kg per cápita al día. Según la ONU, si no se toman medidas para reducir la generación de residuos, el impacto ambiental de los mismos podría aumentar en un 70% para el año 2050. La basura marina es un problema creciente en todo el mundo, con aproximadamente 8 millones de toneladas de plástico que llegan a los océanos cada año, lo que representa un grave peligro para la vida marina y la salud humana.
La gestión inadecuada de la basura en algunos países ha dado lugar a la aparición de vertederos a cielo abierto, que contaminan el aire, el agua y el suelo, y representan un riesgo para la salud de las personas que viven cerca.
En Latinoamérica en general el tratamiento de desechos sólidos de las ciudades son potenciales contaminantes, debido a su contenido de sustancias químicas o a su capacidad para generar gases tóxicos. En las ciudades, el espacio disponible para la disposición final de los residuos sólidos suele ser limitado, lo que puede dificultar la gestión adecuada de los mismos. El tratamiento de los residuos sólidos puede resultar costoso, ya que se requieren instalaciones y equipos especializados, además de personal capacitado para su operación y mantenimiento. En muchos casos, los ciudadanos no están suficientemente informados sobre la importancia de separar los residuos y de depositarlos en los contenedores adecuados, lo que dificulta su gestión adecuada.
El tratamiento de residuos sólidos no es parte de las políticas públicas de los gobernantes de las grandes ciudades y peor de los municipios medianos y pequeños, lo que es un verdadero problema por la exposición a cielo abierto o simplemente contamina los pocos ríos que atraviesan las ciudades. Uno de los problemas graves en la gestión de residuos sólidos es que se observa, en algunas ciudades, que generalmente su tratamiento está a cargo de varias entidades, lo que dificulta la coordinación de las actividades necesarias para una gestión adecuada de la basura.
Ahora bien, qué hacer ante esta situación compleja de la gestión de todas las ciudades del mundo, los especialistas sugieren que hay que promover la separación de los residuos sólidos en origen, es decir, en el lugar donde se generan, para facilitar su posterior tratamiento y reciclaje. Para ello, se pueden implementar campañas de concientización y educación ciudadana sobre la importancia de separar los residuos. Se debe acompañar programas de recolección diferenciada con de residuos, para recoger de forma separada aquellos residuos que pueden ser reciclados o reutilizados, como papel, cartón, vidrio, plásticos y metales.
El uso de tecnología es importante en la recolección y transporte de residuos, como camiones compactadores o sistemas neumáticos de recolección, para aumentar la eficiencia y reducir los costos, junto con una planificación las rutas de recolección de residuos de manera eficiente para optimizar los tiempos de recolección y minimizar la emisión de gases contaminantes.
La necesidad de fomentar la participación activa de la ciudadanía en la gestión de los residuos sólidos, por ejemplo, a través de programas de voluntariado para la limpieza de espacios públicos y la educación ambiental es clave y necesaria acompañados de medidas de fiscalización y sanciones para aquellos ciudadanos o empresas que incumplen las normas de gestión de residuos, para incentivar su cumplimiento y minimizar la generación de residuos.
Las autoridades seccionales, que en menos de un mes entran en funciones en nuestro país, requieren de inteligencia y recursos en sus gobiernos para la implementación de políticas y estrategias adecuadas, así como de la participación activa de la ciudadanía y de la utilización de tecnologías avanzadas, para garantizar una gestión adecuada de los residuos y minimizar su impacto ambiental y en la salud de la todos nosotros o sino jodidos, como decimos los ecuatorianos.
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