Primordios de la Administración Pública del Ecuador:
En este tercer momento de la construcción de la administración pública ecuatoriana entre 1875 y 1895 se caracteriza por la búsqueda de una mayor institucionalidad del Estado en el denominado momento histórico del Progresismo.
La expansión del sistema productivo y financiero en el contexto del auge cacaotero se evidencia con la creación de varias instancias administrativas estatales, asimismo evidencia que la administración pública se fortaleció en la actividad de la seguridad de su territorio, mediante una policía que se organiza con un conjunto de leyes, en el ámbito nacional, entre 1847 hasta 1880.
En el plano político, los gobiernos "progresistas" son un intento de intermediación ideológica católica-liberal, que buscaba un nuevo pacto entre las fracciones de la clase dominante. Esa posición centrista pretendía acallar a la insurrección montonera liberal. El objetivo central de ese pacto fue retrasar hasta donde le fue posible, el advenimiento de una revolución desestructuradora del orden social existente. De esta forma la clase dominante pactó a su interior nuevas reglas, en lo público, de juego político para permitir la modernización de la sociedad terrateniente.
En el decenio 1880-1890, conocido como la época de los tratados y convenios comerciales, la sociedad ecuatoriana se "moderniza" con la promoción de las inversiones extranjeras, especialmente inglesas. En Guayaquil con capital inglés se instalan los telégrafos y teléfonos, además se inicia la explotación de las minas auríferas de Portovelo a través de la Zaruma Gold Minning Co. También el capital norteamericano hace su presencia, explotando las minas de Cochaví, Iumbí y Playa de Oro. Para 1892 se funda la fábrica de cigarrillos El Progreso y la familia "gran cacao" Seminario, instaló ese año en Ambato la Industria Cabuyera, fábrica elaboradora de sacos para la exportación del cacao. Estos y otros signos de "progreso" nos dan la medida de como el país se va adaptando al sistema mundial vinculado con el comercio y el capital.
Así, el proyecto, aunque fallido, por la oposición de los comerciantes y banqueros guayaquileños, de constituir un Banco Nacional, propuesta formulada por el Banque d'Escompte de París, resume aspectos esenciales del pensamiento del presidente Antonio Flores Jijón(1888 -1892) no solo con respecto al papel de la regulación financiera de la administración pública que el Estado debía cumplir, sino también a la importancia que otorga al patrocinio del capital extranjero en la creación de un sistema bancario estatal.
Las acciones de los gobiernos "progresistas" expresan una continuidad de fortalecimiento de la administración pública y representan una propuesta más acabada de modernización estatal del Ecuador.
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