El descaro moral de ciertos personajes del Estado peruano no tiene límites. Me refiero – en esta oportunidad – a aquellos congresistas de la Comisión de Trabajo del Congreso de la República que hace poco aprobaron la eliminación de la Autoridad Nacional del Servicio Civil (SERVIR).
No voy a entrar en detalles respecto de los objetivos y roles de SERVIR, los cuales están siendo ampliamente explicados y sustentados en diversos artículos y comentarios de respaldo institucional, a propósito de la pretendida eliminación de SERVIR, por parte de los mencionados congresistas.
Más bien, sí quisiera dar testimonio respecto de lo que significó SERVIR para la mejora de los servicios de salud pública de Ica, en el período 2015 – 2018, que me tocó liderar. Me refiero específicamente a los Gerentes Públicos que SERVIR puso a disposición del Gobierno Regional de Ica, para corregir el caos que predominaba en los hospitales y centros de salud de la región.
Efectivamente, cuando asumí el cargo de Gobernador Regional de Ica (en ese entonces se nos llamaba Presidentes Regionales), los hospitales de Ica – tal cual los hospitales públicos de todo el país – eran unos antros de corrupción y maltrato. A ese respecto, mi indignación – y la de mi equipo de gobierno – era más que manifiesta.
Nada resultaba más repulsivo, cruel e injusto que el maltrato de aquellos malos médicos y enfermeras, que abandonaban los hospitales en horarios de trabajo, para atender en sus clínicas o consultorios privados. Consecuentemente, ¡qué decir de las colas de amanecida que hacían los pacientes en los hospitales públicos… para ver si buenamente eran atendidos! Además, robos descarados de medicamentos de las farmacias de los hospitales, los cuales aparecían subrepticiamente en las “boticas de enfrente”. Incluso, equipos hospitalarios – tomógrafos, ecógrafos, equipos de Rayos X, y demás – malogrados adrede para obligar a los pacientes a asistir a consultorios particulares. Cobros por lo bajo para conseguir camas… y muchos etcéteras más. Maltrato cruel a personas enfermas o adoloridas… ¡eso era la salud pública que encontramos al inicio de nuestra gestión. ¡Podredumbre total!
En ese sentido, la mejora de los servicios de salud pública de Ica se constituyó en una de las máximas prioridades de nuestra gestión regional. En todo caso, ese es fue parecer – y el compromiso – del Gobierno Regional de Ica, en aquel entonces.
Para ser consecuentes con dicha prioridad, de saque recurrimos a SERVIR para convocar a los Gerentes Públicos más calificados del país, para ocupar los cargos de mayor jerarquía de la Dirección Regional de Salud (DIRESA) de Ica.
Aparte de los cambios en los cargos de la alta dirección de la DIRESA, la ciudadanía fue testigo de la objetividad y profesionalismo con que llevamos a cabo todos los concursos de méritos para la contratación de los profesionales de la salud. En efecto, todos los iqueños pudieron constatar nuestra firme determinación de acabar con el clientelismo político y puestos de favor, que tanto daño le hicieron a la salud pública de nuestra región en las gestiones anteriores… y – lamentablemente – en las posteriores, también.
Fueron precisamente los funcionarios rigurosamente preparados y calificados por el programa SERVIR, y los profesionales que ganaron en buena lid sus puestos en nuestros hospitales y centros de salud, los que ejecutaron los cambios que permitieron la mejor atención y la reducción significativa de los tiempos de espera de nuestros pacientes.
En Ica, en el período 2015 – 2018 – gracias en buena cuenta a SERVIR – cuadruplicamos las atenciones de consultas externas, eliminamos las colas, y mejoramos sustancialmente las atenciones hospitalarias… sin aumentar el presupuesto.
Mención especial mereció la tercerización de los servicios complementarios de hemodiálisis, farmacia y detección de cáncer, que los Gerentes Públicos de SERVIR pusieron en marcha, en convenio con el Seguro Integral de Salud (SIS). A ese respecto, quedaron más que evidenciadas las bondades que tienen las Asociaciones Público – Privadas (APP´s) en el otorgamiento gratuito de diversos servicios de salud para la gente pobre de nuestro país.
Ahora bien, todos los logros mencionados anteriormente, solo se pudieron alcanzar en tanto tuvimos éxito en la lucha continua y – en algunos casos – desgastante contra la corrupción y la indolencia en el sector salud. Producto de ello logramos ese cambio de actitud que tanto buscábamos en nuestros médicos y enfermaras, así como en el personal administrativo de nuestros hospitales y centros de salud, respecto a la calidad y calidez de la atención hospitalaria. Repito… todo gracias a los Gerentes Públicos de SERVIR.
Es verdad, la ciudadanía también jugó un rol protagónico en la mejora de la salud pública en la Región Ica. En efecto, la participación de los pacientes – y sus familiares – en la evaluación inmediata de los servicios de salud, dio frutos muy valiosos. Cada servicio era evaluado de manera personalizada, es decir; con el nombre y apellido del médico o enfermera tratante. La evaluación especificaba la calidad de la atención según: (1) Trato cordial o maltrato, (2) Tiempo adecuado o demora injustificada, (3) Requisitos adecuados o pedido injustificado de documentación irrelevante, y – muy importante – (4) Pago justo o cobros indebidos… léase coimas.
Por otro lado, se puso a disposición de todos los ciudadanos una línea WhatsApp “GORE Denuncia Segura” a través de la cual se recibían denuncias de manera segura de cualquier persona que haya sido maltratada por cualquier servidor del Gobierno Regional de Ica, incluidos por supuesto, nuestros funcionarios del sector salud.
He ahí uno de los principales logros del Gobierno Regional de Ica en materia de salud pública, en el periodo 2015 – 2018. Por ello, expreso mi eterna gratitud y aprecio a todos los funcionarios del sector – y en particular, a los Gerentes Públicos de SERVIR – quienes llevaron a cabo aquella revolución silenciosa en beneficio de nuestros compatriotas más necesitados.
Bueno pues, ahora resulta que la Comisión de Trabajo del Congreso de la República pretende tirarse a SERVIR. Pues bien… ¡no me extraña! SERVIR es una palabra que denota profesionalismo, integridad, eficiencia, dignidad, respeto y demás. En tal sentido, es una mala palabra para la corrupción en el Estado peruano. La palabra que calza perfectamente con la catadura moral de muchos funcionarios estatales corruptos es SERVIRSE. Por eso, no me extraña que quieran tirarse a SERVIR.
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