El futbolista Paolo Guerrero, de 40 años, es el único “sobreviviente” del grupo de los “Cuatro Fantásticos”, conformado también por Jefferson Farfán, Juan Manuel –el “loco”– Vargas y Claudio Pizarro, todos con carreras concluidas con mayor o menor éxito.
La temporada pasada se lució en Ecuador llegando a ganar la Copa Sudamericana y la Liga Pro, con el equipo Liga de Quito (LDU) y, para esta ocasión, volvió al Perú de la mano del club César Vallejo, con quien ha firmado un contrato que ahora pide rescindir por amenazas de la delincuencia a su madre.
No vamos a referirnos a la polémica entre el futbolista y el citado club que, seguramente, se resolverá en el ámbito correspondiente; sino al motivo de solicitud de retiro: la alta peligrosidad a la que se vería expuesto si viviera en Trujillo, en tanto, tendría que ceder al pedido del cupo de “cuatro cifras” como le solicitan o vivir con una férrea seguridad.
La Libertad, es víctima desde hace años de los ataques de los extorsionadores, el sicariato y la delincuencia, como otros lugares del país; sin embargo, las declaratorias de emergencia y las estrategias por la seguridad ciudadana, hasta ahora, no han dado los resultados esperados por la falta de una decisión política, como la ecuatoriana, que enfrente el delito con firmeza y la ley en la mano.
Los extorsionadores viven de sus víctimas que, en una gran mayoría, se trata de pequeños y medianos emprendedores sin notoriedad pública, les imponen la “ley de las balas y las granadas”, si no ceden a sus peticiones en sus términos exactos.
Recordemos cómo, últimamente, difundieron las torturas a un minero que habían secuestrado y por quien solicitaban 10 millones de dólares; lo asesinaron y escribieron en su cadáver: “por no pagar completo”, porque su familia solo había conseguido una parte del total que exigían.
Al famoso futbolista, le han ofrecido la seguridad que la ciudadanía no tiene. Vivir en una urbanización exclusiva de Trujillo y contar con el resguardo de policías especializados, en sus días de franco. Ha tenido acceso directo a los ministros del Interior y de Defensa.
Pero, aun así, ha preferido optar por las duras consecuencias que seguramente, le vendrán si rescinde el contrato, antes que exponerse al peligro inminente.
Hasta el momento, las amenazas y extorsiones no habían llegado a personajes como Paolo Guerrero; sino que los delincuentes escogían a sus víctimas entre empresarios de perfil bajo. Sin duda, el paso que han dado al elegir al futbolista para sus fechorías les ofrece notoriedad, pero también es una ocasión para que las autoridades pongan mayor interés en la lucha contra el delito.
La noticia de las amenazas recibidas por la madre de Guerrero, ha dado la vuelta al mundo y, más allá de la polémica futbolística, ha colocado al Perú en un destino peligroso para la inversión y el turismo.
Por tanto, el hecho de la amenaza tendrá que ser investigado a fondo, hasta llegar a los autores del delito, es por eso que, podríamos estar ante un punto de quiebre para que el Estado reaccione con mayor eficacia y eficiencia en la lucha contra la inseguridad ciudadana.
El alcalde de Lima, Rafael López Aliaga, acaba de anunciar la llegada de la primera flota de 400 motocicletas que están siendo equipadas para entregarlas a la Policía Nacional. No sólo el gobierno central, sino todo el Estado y las instituciones privadas, tenemos que enfrentar el ataque de las bandas delincuenciales.
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