Un nuevo año escolar se inicia y el gobierno actual no ha avanzado en mejorar las condiciones mínimas de la Educación Estatal para este 2021; en consecuencia, se avizora un nuevo año perdido para los que menos tienen en este país y envían a sus hijos a los colegios públicos, no tanto por voluntad propia, sino obligados por su precaria condición económica.
Este año, las clases escolares seguirán siendo remotas; porque el mal manejo de la pandemia, sumando a un avance lento en la vacunación, obliga a que los escolares sigan con programas a distancia y todavía confinados en sus casas, como sus padres.
La promesa del reparto de las tablets con contenidos para el aprendizaje de los estudiantes, prácticamente no se ha cumplido y, por tanto, los alumnos tendrán que seguir sus clases a través de un teléfono celular, saliendo de sus casas a buscar lugares donde puedan obtener una mejor señal de internet; a través de la radio y la televisión; y muy pocos mediante una tablet, laptop o computadora. Los padres de familia, ahora convertidos en profesores de sus hijos, deben dividirse entre el trabajo propio y el seguimiento de las clases on line de sus hijos.
No en pocos casos, sobre todo en provincias, los profesores de los colegios estatales, envían la lista de los temas a tratar en el mes a los padres de familia, para que ellos los busquen en Google y les enseñen a sus hijos, el único requisito que les piden es una foto del niño o la niña siguiendo las clases en sus hogares, para justificar ante los directores, que han cumplido con su obligación.
Por otra parte, los profesores tampoco cuentan en sus casas con herramientas para la enseñanza digital, y el gobierno no ha podido cubrir esta necesidad urgente, de ofrecer laptops o tablets a los profesores, y de firmar algún convenio con empresas proveedoras de servicios de internet, para ofrecerles paquetes con precios asequibles para ellos. Por supuesto que tampoco los han podido capacitar para enfrentar el reto de la Educación on line.
Las actividades de la construcción hace tiempo que tienen luz verde para llevarse a cabo; sin embargo, el ministerio no ha aprovechado que los estudiantes no asisten a clases presenciales, para mejorar la infraestructura de los colegios y, menos para construir nuevos; sino que ha preferido seguir en modo cuarentena, para estos efectos. Es por ello necesario que inicien ya la reconstrucción de locales escolares, para que cuando vuelvan los estudiantes, no los encuentren en el mismo estado.
Varios ministros de Educación del gobierno de Vizcarra, especialmente, se preocuparon más de desprestigiar y fiscalizar al dedillo a los colegios particulares; mientras descuidaban la Educación Pública. Animaron a los alumnos de los colegios particulares a trasladarse a los estatales -como que ha sucedido en gran medida por la mala situación económica de los padres- pero no se han preocupado de ofrecerle una educación al menos aceptable.
El próximo gobierno tiene que reflotar la Educación; porque estamos demasiado atrasados, no sólo por las razones expuestas; sino también porque las últimas administraciones han apostado millones, en una terca ideologización de los niños y adolescentes, cuando lo que falta es invertir en la preparación de los mejores maestros, en la mejora de sus sueldos de acuerdo a una carrera educativa meritocrática, en la creación de las escuelas de padres, en la mejora de la infraestructura y la digitalización de parte de la enseñanza, como en las mejores centros escolares emblemáticos.
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