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Fabiola Morales / En economía no hay milagros

Foto del escritor: Análisis EfectivoAnálisis Efectivo

El lema de campaña de Perú Libre y de este gobierno es “No más pobres en un país rico”, un eslogan que, como todos, atrae e impacta emocional y afectivamente; pero no ofrece ninguna explicación racional del “cómo” en el marco de una economía de un país como el nuestro -que se sostiene, en gran parte, de los productos tradicionales derivados de la minería y la pesca, y en mucho menor porcentaje, de la exportación de productos no tradicionales como los de la agroindustria- es posible superar los niveles de pobreza y pobreza extrema.


Un cómo que debe tener en cuenta la caída del crecimiento económico por la pandemia y que, en parte, ha sido paliado con los préstamos de Reactiva Perú que si bien, en algunos casos, se entregaron por amiguismo, en general, fueron útiles para que las empresas mantuvieran los puestos de trabajo. Sin embargo, se prevé que, en este año, cuando se vencen los periodos de gracia, no todos podrán cumplir con el compromiso de pago que hizo el sistema financiero con el aval del gobierno a través del BCR.


Por lo pronto, de los 58,374 millones de soles que se desembolsaron, solo se han cancelado 4,668 millones y 2,749 millones, como parte de la deuda. Lo cual, nos hace suponer que una vez vencido el plazo en septiembre, muchas empresas se van a ver en problemas.


A este panorama se suma el hecho de que se ha frenado el crecimiento del empleo en Lima para personas entre 25 a 44 años (solo el 42.4% trabaja), con 8.1% menos; a la vez que los ingresos en promedio mensual, también cayeron en el orden del 8%. Los jóvenes de entre 14 y 24 años, también vieron disminuir sus empleos en 8.2% y sus ingresos en el 7%; mientras que la caída del empleo es más severa a partir de los 40 años. Todo ello según fuentes del INEI que también advierte que esta caída, más que en la empresa de 1 a 10 trabajadores, se ha producido en la gran empresa.


Las señales del Gobierno, que producirían confianza en los ciudadanos y las empresas para invertir en pequeños, medianos o grandes negocios que ofrezcan trabajo formal, son muy pocas, y las que se están anunciando, van en sentido contrario. Por ejemplo, el ministro de Agricultura ha anunciado que el próximo 3 de octubre se realizará el relanzamiento de la Segunda Reforma Agraria, cuando mucha gente recuerda bien lo que se sufrió con la expropiación de las tierras que hubo en la primera de Juan Velasco. Devastó los mejores terrenos poniéndolos en manos inexpertas y lo que produjo en la práctica fue mayor pobreza, creando hasta cinco tipos de cooperativas que todas fallaron. Muchas son las personas que han muerto, esperando el pago justo de los Bonos de la Deuda de la (primera) Reforma Agraria.


La pobreza no se borra con decretos. Ahora mismo, según Macroconsult, si la economía crece muy poco o se estanca, la pobreza crecería al 29% a causa de la caída del empleo y el deterioro de los programas sociales, por el mal manejo fiscal, como lo avizoran los analistas económicos. Sin iniciativa económica privada, dentro de un marco de economía social de mercado, como lo dice la Constitución, seguiremos siendo pobres en un país de recursos naturales y de servicios envidiables que es necesario promover, confiando en la libertad de empresa, promoviendo reglas claras, haciendo cumplir la ley y luchando contra la corrupción.


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