Hacer una síntesis de los 365 días de un año que se va y se pierde en la historia, es tarea personal y familiar; pero hay hechos que nos han afectado a todos los peruanos e intentaremos reseñar para ese álbum de recuerdos que todos llevamos dentro, se trata de varios flashes sobre algunas imágenes que esperamos nos sirvan de enseñanza para el futuro.
LA VERGÜENZA: Este fue un año marcado por las Elecciones Generales. Un proceso electoral que se llevó a cabo en medio de denuncias de evidentes irregularidades en el Reniec y la ONPE. Las mismas que fueron notificadas al JNE que optó por lavarse las manos, desde un inicio, cuando aceptó actuar con un miembro menos (el representante del Colegio de Abogados que “casualmente” nunca se eligió formalmente) y la renuncia de otro que siempre votó en contra de las decisiones del presidente de ese jurado.
Fue así que los resultados de la primera y segunda vuelta electoral se empañaron hasta llegar a nivel de países bananeros, pero ni la OEA se inmutó; ni tampoco los poderes fácticos, salvo significativas excepciones, que exigieron un reconteo de votos; sólo ciudadanos indignados en las calles, con los resultados opacos de las elecciones, se fajaron para que las autoridades pertinentes escucharan su protesta. Una Comisión Investigadora del Congreso, sobre estos hechos, mantiene encendida la llama de esperanza de quienes todavía quieren saber la verdad.
LA FRASE: “Me pica el ojo y me hinca el hígado”, dijo el ministro de Economía, Pedro Francke, al referirse a lo que sentía cuando veía autos de “marca”. Curiosa imagen y juego de palabras para justificar la necesidad del Gobierno de subir impuestos, con la finalidad de recabar más dinero para el erario nacional. Pero hizo el ridículo cuando se descubrió que se trasladaba en un auto Lexus de lujo, como buen miembro del gabinete.
El punto es que una economía sana para el país, más que aumentar los impuestos sobre el trabajo y la empresa formal, lo que requiere es disminuir la informalidad con fórmulas creativas que empiecen por facilitar el complejo camino burocrático, que deben seguir los emprendedores para legalizarse.
EL GOLPE: Este año el alza del dólar rompió récords 20 veces, en consecuencia, el costo de vida subió como nunca, ni siquiera como en el primer año de la pandemia. Asimismo, la desconfianza en un gobierno marxista, contrario a la inversión y con sospechas de varios casos de corrupción, ha repercutido en la fuga de capitales, el cierre de importantes empresas mineras y, por tanto, la pérdida de puestos de trabajo directo e indirecto.
LA INVESTIGACIÓN: Dos semanas de investigación periodística del programa “Cuarto Poder” nos mostraron imágenes nocturnas de un presidente Castillo Terrones, con gorra de jockey en una casa de Breña, donde lo visitaban, desde el ministro de Defensa, Juan Carrasco, hasta representantes de empresas que luego casualmente ganaban millonarias licitaciones.
La presidenta del Consejo de Ministros, Mirtha Vásquez, nos prometió una lista de personas que visitaban el palacio de gobierno paralelo; pero hasta el momento no lo ha hecho y, a un mes de la transmisión de este programa, todo sigue en la nebulosa.
EL HOMBRE: Los peruanos, sin embargo, debemos reconocer a todas aquellas personas que trabajan con honestidad para sacar a su familia adelante. Observando a un hombre de 70 años que afila cuchillos y repone asas de ollas, ofreciendo sus servicios de casa en casa, decidimos que este es EL HOMBRE DEL AÑO.
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