El Perú es rico en recursos energéticos, no sólo los que se requieren en el presente; sino también en el futuro, como es el caso del litio, una alternativa al petróleo y sus derivados, para la industria automotriz de vanguardia, cada vez, más interesada en el uso de las baterías recargables para los autos y buses eléctricos, en un momento en que el mundo busca disminuir la contaminación ambiental.
Desde los años 80 en la zona de Salinas, cerca de Arequipa, se encontró litio, ahora llamado “petróleo blanco”, casi por casualidad; porque lo que se buscaba era uranio. Abriéndose desde los años 90 -con la comercialización por Sony, de la primera batería recargable y el primer auto eléctrico por la General Electric- la posibilidad de atraer grandes inversiones para la explotación de este mineral no metálico que ahora, con el paso del tiempo, se ha convertido en mucho más valioso para la industria global.
Más modernas exploraciones realizadas en el país, en esta vez, en la región de Puno, han demostrado que el litio, no sólo se encuentra en salares; sino también en rocas donde el contenido del mineral es mucho mayor. De 500 partes por millón que hay en los salares, se ha pasado a informar que en el caso de las rocas es de más de 4 mil partes por millón, lo cual se considera un gran potencial, llegándose a pensar que el Perú podría tener uno de los proyectos más grandes del mundo.
La fábrica Tesla en Estados Unidos, que inició su producción de vehículos eléctricos en el 2012, elevó su producción para el 2016, cuando presentó su modelo Tesla 3; los pedidos que se iniciaron con 400 mil al año, llegaron a 1 millón; a pesar del alto costo, en comparación con los autos y buses tradicionales. China, uno de los países más interesados, ha proyectado una venta de 5 millones de vehículos eléctricos para este año.
Si bien la pandemia global del Covid-19 ha hecho mella en las economías de todo el mundo, la tendencia es hacia el uso de las energías limpias y renovables, especialmente del “petróleo blanco”; tanto para la industria vehicular, como para los sistemas de almacenamiento energético. Lo que podría significar un cambio de la hegemonía mundial actual, en cuanto al lugar donde se encuentren las reservas de energía.
En el Perú, la empresa Macusani Yellowcake es pionera en la perforación de minas de litio, desde el 2017; sin embargo, como todas las empresas, ha pasado por las dificultades de la pandemia y proyecta su producción para el 2023. También, le ha supuesto un problema conseguir el permiso social: no basta con una legislación adecuada, sino que hace falta la voluntad política del gobierno para hacer el debido acompañamiento a las empresas a nivel nacional, regional y local.
Es el momento en que el Perú necesita salir de esta crisis económica, por tanto, el gobierno debe estar más activo, en procurar el éxito de las inversiones. Como también debe cuidar y fiscalizar para que las mismas se produzcan en términos éticos y legales correctos, evitándose la tan temida corrupción que, a todo nivel, pudiera producirse en estas negociaciones.
El Ministerio de Energía y Minas cuenta con la Dirección General de Promoción y Sostenibilidad Minera que no sólo es el “órgano encargado de proponer, evaluar y supervisar la política y normatividad minera”; sino también de “realizar acciones de coordinación, articulación, difusión y fomento, que promuevan el desarrollo sostenible de las actividades mineras”. A ver si pronto nos muestran los frutos.
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