Los nombres de los tránsfugas
Por estar vinculado a una universidad, el ´Doc´ lo consideraba un hombre culto. En realidad, era dueño de una, la Universidad la llamada San Juan Bautista. Montesinos, con astucia, llevó la conversación a temas intelectuales. Sin embargo, se percató rápidamente que eso era innecesario y probablemente inútil, pues logró convencerlo fácilmente para que se incorporara a las filas de Perú 2000. Por esa conversión, se le hizo un pago de 100 mil dólares. Además, le reclamó que debía invertir para que, en su departamento (Ica), ganara el ingeniero Fujimori en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales. Sorprende que Montesinos jefe del Servicio de Inteligencia no supiera que la cultura de su nuevo amigo, era probablemente la misma que un furriel compensada eso sí con una conchudez sorprendente. También podía ser que los temas culturales que pensaba tratar con Elías, no estuvieran en torno a los poemas de Virgilio o la filosofía de Kant que Montesinos dudamos los domine, sino al origen del pisco y las líneas de Nazca. Eso sí, cultura no había pero ambición sobraba.
Ante el juez Peña, Montesinos declaró que había tenido que pagar todos los gastos de la campaña de Elías y que la suma ascendió a 40 mil dólares. Sin embargo, eso no fue todo. Montesinos también dijo que para el proceso de la segunda vuelta [Elías] pidió seguir manejando la campaña electoral en el departamento de Ica presentando una lista de gastos de sesenta mil dólares que fueron pagados con fondos del Estado”. Así, pues, la cifra calzaba exactamente con la versión que luego dio a la comisión del Congreso.
Recordaba Montesinos ante la sub-comisión, que Elías Avalos había sido el más preciso de sus convocados, ya que se mostró exigente en que se le reconozcan los cuarenta mil dólares invertidos en su campaña para ser elegido congresista. Y, como quiera que la reunión se produjo entre los meses de abril y mayo (antes que ocurriera la segunda vuelta para elegir al presidente de la República) presumió de que conseguiría los votos necesarios para Fujimori en su localidad. Sin embargo, a cambio de ello, pidió que le fueran entregados sesenta mil dólares, lo que hace el total de los cien mil dólares. ¡Nunca se sabrá si realmente fue lo que gastó en su campaña, si los invirtió en conseguir los votos para el candidato Fujimori en la segunda vuelta!
Delia Vergara, como era previsible, negó ante la comisión Estrada haber llevado al SIN al flamante congresista José Elías Avalos. Sí reconoció, sin embargo, haber visitado muchas veces a Vladimiro Montesinos quien incluso le confió, en una de sus tertulias, haber recibido recursos para la campaña de la reelección de Fujimori por parte de las empresas Luchetti, el Banco Wiese, Leche Gloria, el restaurante Costa Verde y la empresa de transportes Ormeño. Montesinos repitió lo que ha dicho varias veces: todos los gastos fueron autorizados y supervisados por el presidente Fujimori, que le exigía a diario que continuara con el trabajo de reclutamiento.
En el caso de Elías, no resulta del todo inverosímil lo afirmado por Montesinos sobre el conocimiento que de los reclutamientos tenía Alberto Fujimori, ya que se encontró la carta de junio del año 2000. En ella Elías se dirigía a Fujimori, aceptando incorporarse como integrante de la Bancada Parlamentaria de “Perú 2000”. La referida carta no solo llevaba su firma sino también su huella digital. Como es obvio la sub-comisión la incorporó a su informe acusatorio.
La Universidad Privada San Juan Bautista que fundara el año 1997 y de la que es presidente y virtual propietario, acaba de pasar, para sorpresa de muchos, la valla para ser licenciada por la SUNEDU, institución que cumple un laborioso y eficiente papel en verificar la calidad de las universidades e institutos superiores. Elías repitió el plato como congresista el año 2011 y ya no necesitó de Montesinos pues era integrante de la lista del partido fujimorista que en esas elecciones se llamaba Fuerza 2011 y luego devino en Fuerza Popular.
Elías, como otros propietarios de universidades, es un poderoso político con el poder que le da tener ingentes recursos provenientes de los alumnos de su casa de estudios. Sus antecedentes son sumamente interesantes ya que su bisabuelo, Domingo Elías Carbajo, fue presidente del Perú durante 3 meses el año 1844. Pero corta presidencia no le impidió seguir en política y negocios hasta el fin de sus días, pues, años más tarde, fue candidato a la presidencia y próspero empresario dedicado entre otros menesteres a la contratación de trabajadores chinos en el Perú. Desde luego que sus enemigos políticos lo calificaban de traficante de esclavos ya que esos trabajadores en realidad llegaban a nuestro país en condiciones laborales abusivas.
Elías Ávalos continua activo en política, lo mismo que uno de sus hermanos y, a través de su universidad, sirven con esmero a connotados fujimoristas incluyendo a célebres dirigentes de ese partido como Martha Chávez quien es (o era) hasta hace poco catedrática de algo en la universidad privada San Juan Bautista.
Para sorpresa de muchos, Elías ha vuelto a ser elegido en las últimas elecciones congresista por Ica. En esta oportunidad, por el partido Podemos Perú partido del que es propietario José Luna Gálvez, compañero de Elías en sus aventuras políticas y relaciones con Montesinos.
A reglón seguido, Montesinos narró las circunstancias en que convenció al congresista electo de las filas de Solidaridad Nacional EDUARDO FARAH HAYN. Este fue llevado al SIN por el vicealmirante Alfredo Ibárcena, comandante general de la Marina, quien era vecino de Farah en el balneario de Santa María y como ya tenemos dicho servía con eficiente esmero los pedidos del asesor.
Además de Ibárcena, estuvieron presentes en la reunión de Farah con Montesinos, los comandantes generales del Ejército y de la Fuerza Aérea. Farah flamante congresista de Solidaridad, aceptó pasarse a las filas del fujimorismo, con una “pequeña” diferencia no lo hacía a cambio de dinero. Así también dejaron constancia ante la Comisión Investigadora del Congreso, el personal que trabajaba bajo órdenes de Montesinos en el SIN. Era una versión creíble ya que se trataba de un hombre de fortuna que, además, estaba plenamente identificado con la política de Alberto Fujimori, a pesar de que había postulado a congresista y en la plancha como candidato a vicepresidente, por un partido que se suponía opositor. Su destino natural y hasta diríamos su intención original era la de terminar al servicio del gobierno del Fujimori.
En su declaración ante el juzgado, y ante la comisión del Congreso, Montesinos también mencionó a Farah y dijo que no puso condición alguna para pasarse abiertamente a las filas de Perú 2000; es decir, sin recibir ningún tipo de beneficio económico de que lo que “deja expresa constancia en salvaguarda de la honorabilidad del mismo”.
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