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Ernesto Gamarra / Montesinos declaró por primera vez 

Ernesto Gamarra

Comencemos con la declaración de Vladimiro Montesinos Torres ante la comisión investigadora. Comisión cuyo nombre puede sonar excesivamente largo y por tanto risible: Subcomisión investigadora de la comisión permanente del Congreso de la República, encargada de investigar la denuncia constitucional N° 06 presentada contra la congresista Martha Chávez Cossio de Ocampo y otros, por supuesto delito de receptación y otros en agravio del Estado.

 

Ante esta comisión, Montesinos reconoció haber efectuado pagos tanto a congresistas electos como a candidatos que no llegaron a ser elegidos. Esta confesión se llevó a cabo la mañana del jueves, 20 de diciembre del 2001, en las instalaciones de la Base Naval del Callao frente a los integrantes de dicha subcomisión (Daniel Estrada Pérez, Emma Vargas de Benavides y Luis Heysen Zegarra). Al llegar los esperaba ya Montesinos Torres en compañía de su leal y eterna abogada, la Dra. Dora Estela Valdivia Álvarez.

 

El interrogatorio estaba destinado a confirmar tanto lo que Montesinos ya había confesado al juez instructor Saúl Peña Farfán, el 13 de julio del 2001, como a la congresista Susana Higuchi, ex esposa de Alberto Fujimori. Higuchi había sido retenida y torturada en palacio de gobierno años atrás, luego de denunciar que las hermanas del presidente habían robado parte de unas donaciones hechas por el gobierno japonés. Las especulaciones eran que Montesinos había participado en dichos actos en contra de ella, lo cual la llevó a visitarlo para satisfacer su curiosidad sobre los abusos sufridos y la autoría de los mismos. Las revelaciones de Montesinos, y sobre todo las que había dado ante el juez Saúl Peña, no pudieron ser mantenidas en reserva y dieron origen a la denuncia por la que en el Congreso se formó la subcomisión que lo interrogó.

 

Sin esperar las preguntas de los integrantes de la subcomisión, pues ya todos sabían el propósito de la visita, a boca de jarro, cuando ni siquiera habían terminado de saludarlo, les dijo que se ratificaba íntegramente en lo que había declarado ante el juez Peña. Pero anunció, que daría más detalles de lo que había proporcionado en su declaración ante el juez. Quería que se conociera con toda precisión el nombre de los congresistas a los que les había dado dinero, los motivos por los que había actuado de esa manera y las circunstancias de cómo habían llegado hacia él. De esa manera despejaría las dudas sembradas por las versiones periodísticas que según él eran inexactas.

 

El juez Peña Farfán, en el expediente N° 8262-2000, el 7 de julio del 2001, había tomado la declaración sobre el caso Kouri. En esa misma declaración, Montesinos hizo referencia también al pago que realizó a otros congresistas del partido Perú Posible y de otros partidos. Eso llevó al cauteloso juez a ampliar la declaración instructiva de Montesinos, en audiencia que se realizó el día 16 de julio del 2001.

 

El periodista Miguel Ramírez Puelles se entera de esta nueva declaración y publica una reseña de ella en el diario El Comercio el sábado 21 de julio del 2001; antes, incluso, de que el Congreso contara con esta información. El juez Peña Farfán envió al congreso los documentos que se habían filtrado a la prensa. La Gaceta, el boletín del Congreso de la República, se vio obligado, por la revelación de Miguel Ramírez Puelles, a publicar una edición especial al día siguiente. Pero La Gaceta no solo publicó la declaración íntegra, sino que acompañó el texto con la fotografía de doce congresistas —entre ellos Luz Salgado, Carmen Lozada, Martha Chávez y Víctor Joy Way— en la “Operación Reclutamiento Parlamentario”. Como así la llamaba el juez en su oficio al Congreso a la compra de congresistas.

 

Y, en efecto, en su declaración, Montesinos explicaba que la compra de voluntades se trató de una operación de inteligencia llamada —se supone que por él y Fujimori— “Reclutamiento de congresistas”.

 

Según Montesinos, fue sugerida por el mismo presidente Fujimori luego de conocer que en las elecciones, recientemente realizadas, la alianza Perú 2000 no había conseguido la mayoría en el Congreso. De un total de 120 parlamentarios, habían sido elegidos solo 52 de las filas de su agrupación, de tal manera que necesitaban conseguir, reclutar o comprar, cuando menos a 9 congresistas más para llegar a tener 61 votos fieles.

 

Ante el juez Peña, Montesinos declaró lo siguiente: Siguiendo órdenes del presidente Fujimori, para obtener la mayoría parlamentaria que le permitiera su juramentación el 28 de julio del 2000, así como tener el control de la mesa directiva del Congreso, la presidencia de esta y el control mayoritario de todas y cada una de las comisiones congresales, es que con fondos del Estado le entregué dinero no solo al congresista Alberto Kouri, sino también a los siguientes congresistas.

 

Y comenzó a dar cada uno de los nombres de los “tránsfugas beneficiados”. Llamar a la operación “Reclutamiento de Congresistas” no era sino un eufemismo. En realidad, se trataba de la compra de la voluntad de los parlamentarios de oposición y de soborno a los que ya pertenecían al gobierno.

 

Pero, llámese como se quiera llamar, no tengo la menor duda de que la idea fue de Montesinos y que, cuando se la presentó al entonces presidente de la República, este la aceptó complacido. No es que Fujimori fuera negado para estos ardides, pero es más que evidente que Montesinos lo aventajaba en ese terreno. Así había quedado evidenciado y más de una vez. Por ejemplo, cuando el asesor consiguió que en el período “1995-2000” algunos congresistas de oposición cambiaran su voto en muchas oportunidades a favor del partido oficialista e incluso filtraran información al Servicio de Inteligencia.

 

“Metástasis” llamó César Hildebrandt a la operación puesta en marcha por Vladimiro Montesinos que, al solo tener cincuenta y dos congresistas, se propuso reclutar no solo los necesarios para tener mayoría. En su voracidad insaciable debía contaminar cuanto pudiera el congreso con adeptos al fujimorismo.

 

En ese mismo sentido, hay versiones de otros que fueron tentados, para lo cual se enviaban emisarios a todo el país. A los ex congresistas Manuel Vásquez Valera y Leoncio Torres Ccalla, según ellos mismos narraron, los abordó un oficial de la Marina llamado Ángel Vaccaro, quien se presentaba como enviado de Montesinos, Les ofrecía favorecerlos si se pasaban a las filas del gobierno. Nunca se investigaron estos frustrados jales.


 

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