Los nombres de los tránsfugas
El primero al que se refirió Montesinos —como receptor de dinero del Servicio Nacional de Inteligencia— fue JUAN CARLOS MIGUEL MENDOZA DEL SOLAR, flamante congresista por la región Arequipa que representaba al partido Solidaridad Nacional, liderado por, el entonces procesado y con detención domiciliaria, Luis Castañeda
Lossio, ya fallecido.
Montesinos relató la facilidad con la que lo convenció para que se pasara a las filas del fujimorismo. En tan solo diez minutos y con diez mil dólares (el equivalente a dos meses de sueldo de un congresista) logró ese “pase”. Mendoza reconoció lo ocurrido pocos días después de la caída del presidente Fujimori. Lo hizo ante un grupo de periodistas convocados por él mismo. En ese acto— acompañado por Monseñor Fernando Vargas Ruíz de Somocurcio, arzobispo emérito de Arequipa, y Francisco Diez Canseco presidente de una institución fantasmal llamada Consejo por la Paz — pidió disculpas públicas. En su declaración ante el juez, Mendoza había afirmado que la conversación con Montesinos se dio en un almuerzo en el Servicio Inteligencia Nacional, en el que además estuvo presente su padre, Enrique Mendoza Núñez, propietario de una radio y un canal de televisión en su ciudad natal.
Pero el jale del congresista Mendoza no venía solo, venía con yapa. Su familia en Arequipa había consolidado una importante cadena periodística fundada por su padre, quien había sido, durante el periodo 1980-85, diputado de Acción Popular partido que en ese momento era gobierno. Dicho poder hizo que incluso una hermana del congresista, Lourdes Mendoza del Solar, fuese ni más ni menos que vice presidenta (decorativa) de la República durante el gobierno de Alan García Pérez.
El canal de televisión no era un canal cualquiera. Hasta el famoso narcotraficante, hoy en prisión, Fernando Zevallos Gonzáles alias “El Lunarejo” estuvo en negociaciones el año 2005 para comprarlo. Así lo comprobó la fiscalía antidrogas al encontrar correos electrónicos que detallaban las conversaciones sostenidas entre los Mendoza y Zevallos. Un hermano del congresista, Enrique Mendoza Del Solar confirmó que, a pesar de que sabían que el pretendiente del canal de su propiedad estaba procesado por narcotráfico, negociaron con él la venta frustrándose al ser este detenido en medio de las negociaciones y condenado por Tráfico Ilícito de Drogas.
“Él estaba teóricamente investigado. Mientras no se le comprobara nada, no veía impedimento alguno para realizar negocios con él…” dijo Enrique Mendoza a un medio de comunicación que le preguntó cómo podía venderle un canal de televisión a quien había aparecido en la lista de los cabecillas del narcotráfico internacional difundida por
el gobierno norteamericano.
Juan Carlos Miguel Mendoza del Solar, es en la actualidad un empresario que gerencia varias empresas en la ciudad de Arequipa y donde seguro habrá olvidado su párvula etapa de fugaz congresista. GREGORIO TICONA GÓMEZ de las filas del partido Somos Perú, cuyo líder era Alberto Andrade Carmona, fue el siguiente del que se ocupó Vladimiro Montesinos. El contacto para atraer a Ticona, quien en esos momentos era alcalde de Puno, fue el general del ejército peruano Fernando de Villena Gallardo, quien no era hijo de Puno pero si jefe militar en esa ciudad y amigo del electo congresista.
La primera reunión entre estos personajes, se realiza en el SIN y Ticona, no perdió ni un minuto en aprovecharla. Le pide un favor a Montesinos quien tampoco pierde tiempo y atiende al solicitante de inmediato o casi de inmediato solucionándole el favor pedido al día siguiente. Montesinos llama al entonces comandante General de la Marina y hombre no solo de su confianza sino a su pleno servicio el vicealmirante Antonio Ibárcena Amico quien presto genera una resolución a favor de la municipalidad de Puno en relación a unos terrenos en el lago Titicaca. Así, no solo demostraba su poder el ´Doc´ ante su flamante adquisición, sino que astutamente, establecía la base para futuros contactos con el electo congresista Ticona sin necesidad de intermediarios.
Efectivamente, fue tal el amor a primera vista, que al día siguiente Ticona ya estaba nuevamente al SIN con el pretexto de dar las gracias y sellar la unión en donde Montesinos le propuso incorporarse a la bancada de Fujimori. El electo congresista aceptó, no sin antes, por supuesto, preguntar por los beneficios que obtendría por sus servicios y recibió minutos después 15 mil dólares y la promesa de sumas similares cada 30 días.
Ante el juez, Montesinos declaró que hubo una tercera reunión con Ticona y a ella, se sumó la esposa de Ticona quien enterada de la generosidad de su anfitrión aprovechó la oportunidad para pedirle que los ayudara en el pago del alquiler de una casa en la ciudad de Lima y otros dólares para comprar un carro. Cuando estalló el escándalo del video de Alberto Kouri, Montesinos fue avisado por el propio Ticona que habían devuelto la casa que habían alquilado con la plata entregada en el Servicio de Inteligencia Nacional pero al parecer se quedó con el carro.
Gregorio Ticona tenía una interesante carrera política. Nacido en Cachipucara, pequeña comunidad campesina de la provincia de El Collao, que cuenta con apenas 700 habitantes fue elegido muy joven para representar a su pueblo como dirigente de la Federación de Campesinos de Puno; poco tiempo después, el año 1990 sería candidato a diputado por la agrupación política Izquierda Unida y al no tener éxito en esa candidatura al año siguiente si la tuvo para la alcaldía del distrito de Pilcuyo; luego alcalde de la provincia de El Collao, alcalde de Puno.
Finaliza su fulgurante carrera hasta donde sabemos, al ser elegido congresista el año 1999 por Somos Perú. Es en ese momento, cuando cae en la tentación que lo convertiría en uno de los tránsfugas del congreso. Y fue tal su desfachatez que, el día de su incorporación al congreso y debiendo como era lo normal sentarse juntos los integrantes de las bancadas de los partidos, ingresó y sin empacho alguno se sentó en medio de la bancada de Perú 2000, como se denominaba por entonces el partido fujimorista quienes a diferencia de los congresistas de Somos Perú que no salían de su asombro, lo recibieron con muestras de cariño.
Como consecuencia de su manifiesto transfuguismo, fue expulsado de Somos Perú. Hoy, después de sufrir condena, vive retirado de las actividades políticas en la ciudad de Tacna.
El tercero sobre el que declaró Montesinos fue JOSÉ LUIS ELÍAS ÁVALOS, elegido congresista por el partido Avancemos de Rafael Rey. Elías Ávalos fue llevado a la oficina del SIN por la entonces alcaldesa fujimorista del distrito Limeño de Chaclacayo, Delia Vergara Pérez quien, luego de presentarlos, sabiendo lo que tenían que tratar, los dejó a solas. Sin mucho esfuerzo, narraba Montesinos, logró convencerlo para que se pase a las filas de Perú 2000. “Ya Elías sabía para qué se reuniría conmigo”, declaró.
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