La industrialización del Perú: tarea pendiente
El Perú ha suscrito 21 tratados de Libre Comercio y acuerdos comerciales - entre regionales y bilaterales - 5 en proceso de negociación y 5 por entrar en vigencia. Estos constituyen el marco general para promover la inversión extranjera en el Peru en todos los sectores de la economía nacional pero que en la práctica se concreta principalmente en las industrias extractivas, de servicios y de comercio interno, con poca o nula transferencia de tecnología, mas no en el resto de la industria.
Ello debido a la ausencia de una política nacional de industrialización que tome como soporte los 21 Tratados de Libre Comercio y Acuerdos Comerciales que permiten a las exportaciones peruanas ingresar a los países contrapartes con cero aranceles o con arancel preferencial. Corresponde por lo tanto optimizar el uso de dichos Tratados y Acuerdos comerciales a través de legislación orientada a la industrialización, que tome como referencia los ejemplos exitosos de industrialización logrados por Hong Kong, Singapur, Taiwán, Corea del Sur, Malasia, Indonesia, México y Costa Rica entre otros.
En dichos países las políticas de industrialización están orientadas a impulsar el desarrollo nacional en función a sus potencialidades, brindando estímulos atractivos a los inversionistas extranjeros que gatillen el proceso de industrialización, particularmente manufacturero y el logístico para darle a las exportaciones un contenido tecnológico y fomentar la innovación y la productividad.
La oportunidad que el Peru tiene de beneficiarse del “nearshore con los Estados Unidos, que tiene por propósito reubicar en países geográficamente cercanos, a él, con vínculos económicos y políticos estrechos, con similitudes culturales y legales, sus plantas industriales ubicadas en China, como resultado su pugna geoestratégica con China que comprende ámbitos financieros, comerciales, tecnológicos, institucionales, militares y multilaterales, constituye un incentivo adicional para captar dicha inversión.
El puerto de Chancay ha generado el debate en torno a la creación de una zona económica especial aledaña, regida por leyes especiales con la finalidad de incrementar la inversión extranjera directa por parte de inversores extranjeros permitiría producir bienes para la exportación a un menor precio y mayor libertad para su comercio. Sin embargo, el debate no se encuadra en el marco de una política de industrialización a nivel nacional sino circunscrito al área geográfica donde se ubica el puerto de Chancay, limitándose a potenciarlo por lo que el impacto de generación de empleo se circunscribiría solo a las zonas próximas. La creación de estas zonas no está exenta de críticas pues gozan de un régimen legal, fiscal, aduanero, laboral y de negocios especial en relación al resto del país.
Como alternativa a dicho enfoque el congresista Carlos Anderson Ramírez viene impulsando el proyecto de ley N° 7065 que propone crear a nivel nacional un Régimen de Elaboración, Manufactura, Maquila y de Almacenamiento (REMA) para atraer inversión extranjera para la fabricación por encargo y la exportación de servicios con valor agregado mediante un régimen que brinde seguridad jurídica y estímulos a las empresas extranjeras que contraten estos servicios en el Perú lo que permitirá generar puestos de trabajo a nivel nacional.
De aprobarse esta iniciativa las empresas extranjeras (usuarios REMA) podrían encargar a empresas peruanas (empresas REMA) servicios de manufactura, ensamblaje, maquila y almacenamiento para la exportación, gozando en contrapartida de un marco tributario estable y predecible. Esto incluye, entre otros, la admisión temporal de insumos y materias primas, la exoneración del IGV a los servicios de exportación, y la garantía de que no se les aplicará el Impuesto a la Renta por los productos fabricados en el país para su venta en el exterior.
Lo señalado impulsaría el crecimiento de la industria nacional y del sector logístico, la generación de empleos formales y de alta productividad, el fomento de la inversión privada, el impulso a las exportaciones de manufacturas y servicios de alto valor agregado, la transferencia tecnológica, además de potenciar la recaudación tributaria. Su concreción requiere que se generen las condiciones necesarias para su funcionamiento.
El proyecto de la nueva Ley de Industrias que se encuentra en discusión en el Congreso ofrece la oportunidad que la iniciativa REMA por su complementariedad pueda ser incorporada al dictamen que la apruebe, por lo que es importante que esta Ley desarrolle mecanismos de atracción de inversiones en el país para poder potenciar el uso de los 21 Tratados de Libre Comercio y Acuerdos Comerciales que cuenta el Peru y del “nearshore” con los Estados Unidos.
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