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Eloy Durán / La economía en el 2023


En un entorno internacional aún complicado, con restricciones a la inversión (por cuestiones sociales o económicas) y al comercio (por razones políticas o financieras), se tendrá una evolución negativa de los términos de intercambio (-4,2% en el 2023, adicional al -10,1% del 2022) y una trayectoria desfavorable del tipo de cambio (-0,5% en el 2023, adicional al -1,7% del 2022), todo lo cual limita el sector externo.


Asimismo, el mundo seguirá enfrentando dificultades con la inflación, que reduce la capacidad de consumo y que obliga a elevar las tasas de interés -que desincentivan la inversión, y, por tanto, el crecimiento global, el cual seguirá desacelerado (bajará de 2,8% en el 2022 a 2,3% en el 2023) y limitando la importación de bienes peruanos.


Demanda externa

Las exportaciones, que habían crecido 13,7% en el 2021, lo han hecho en 5% en el 2022 y lo harán en 6,4% en el 2023, principalmente por la desaceleración europea, estadounidense y china. Similar evolución, tendrán las importaciones, también con una tendencia desfavorable (fletes, energía, alimentos). Por lo anterior, la demanda interna será este año más importante que los años postpandémicos precedentes.


Demanda interna

El BCRP proyecta un crecimiento de 2,9%, explicando gran parte de ello el consumo privado (3%), más que el público (2%), que cayó 1,6% e hizo que el déficit fiscal se redujera de 2,5% a 1,6% del PBI, enfriando aún más la economía. El consumo privado tuvo en contra el estancamiento del ingreso, y tuvo a favor los retiros personales de AFP y CTS -por ahora no previstos en el 2023- y el inicio de la recuperación del empleo.


Por el lado de la inversión pública, el BCRP prevé un estancamiento (0%), con un estancamiento en el 2023 (0%) y una leve recuperación en el 2024 (4%). A su vez, la inversión privada, con crecimiento nulo en el 2022, podría mejorar 1% en el 2023 y 2,5% en el 2024. En este caso, el deterioro de la confianza empresarial y de la capacidad de consumo han generado una retracción de las decisiones de inversión.


Economía desafiante en el 2023

Con un sector externo que comienza a tener limitaciones, y un bajo perfil de la inversión y del consumo, tanto públicos y privados, se podría usar ventajas fiscales (hasta 1,5 puntos del PBI) y de endeudamiento (hasta 6 puntos del PBI) para impulsar la inversión y la economía, e impactar en el empleo y en el ingreso, y luego en el consumo, y nuevamente, la inversión y el crecimiento económico.


Asimismo, habrá que evitar la inflación sin desincentivar la inversión, la cual además requiere de una mayor coherencia en el desempeño del gobierno nacional y de una rápida contribución de la gestión de los nuevos gobiernos regionales y locales, que están renovando autoridades y que deben mejorar la gestión más aún en un escenario de conflicto con perspectivas impredecibles.


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