Con preparación y planificación deficiente ante una enfermedad desconocida y subestimada (el mundo suponía una contagiosidad de 1,2 y una letalidad de 0,66%, llegándose a tener valores de hasta 5,7 y 6,7%, respectivamente), se requería una solución integral y equilibrada que alinee esfuerzos con resultados.
Solución Sanitaria y Económica
Se requería una combinación de cierre de fronteras, controles y cuarentena, pero en todos los casos se partió con retraso. Adicionalmente, en los controles, hubo un desequilibrio entre pruebas rápidas y moleculares (pocas); y además otro desajuste entre éstas y la cuarentena (era mejor aislamiento que confinamiento). El resultado es: segundo lugar en pruebas y segundo lugar en contagiados.
Asimismo, se requería equilibrar los impactos entre Estado, trabajadores y empresas, y entre empresas grandes, medianas, pequeñas y microempresas. El resultado es: primer lugar en impulso económico y segundo lugar en recesión.
Aportes del Estado, los Trabajadores y las Empresas
El Estado aportaría S/ 9,232 millones (1,2% del PBI) en total: atención de la emergencia (S/ 1,739 millones), soporte a la educación y servicios locales (S/ 635 millones), impulso a la inversión (S/ 290 millones), subsidio a las planillas de las empresas (S/ 600 millones) y subsidios a los trabajadores (S/ 5,969 millones).
Por su parte, los trabajadores aportarían S/ 30,241 millones (3,8% del PBI), entre sus ahorros en CTS y AFP, incluyendo el reciente retiro aprobado. Mientras que las empresas aportarían S/ 60,800 millones (7,7% del PBI) por los préstamos que tome del Fondo de Apoyo Empresarial MIPYME y de Reactiva Perú.
Ajustes pendientes El déficit fiscal podría llegar a casi 5% del PBI por este mayor gasto y la recaudación postergada; mientras el endeudamiento llegaría a casi 30% del PBI por las emisiones de bonos de US$ 7,000 millones. Asimismo, empresas y trabajadores estarían más endeudados para afrontar la reactivación económica. Para capitalizar el esfuerzo fiscal y el endeudamiento empresarial, será importante fortalecer la demanda interna, mediante mejor gasto público (inversión, mantenimiento, bienes y servicios) y mayor gasto privado (mayor empleo e ingreso mediante inversiones pequeñas, pago deudas del Estado y refinanciamiento con aplazamiento de deudas de empresas y trabajadores).
Comments