Costa Rica está ubicada en Centroamérica, entre Nicaragua y Panamá, y es bañada por el Océano Pacífico por el oeste y el Mar Caribe por el este. Su población supera los 5 millones, quienes pertenecen a un país desmilitarizado desde 1948 y vanguardista en la implementación de políticas ambientales.
Potencial económico
La estable economía costarricense es la cuarta en competitividad en Latinoamérica (tras Chile, México y Uruguay). Sus principales productos de exportación son frutas (plátanos, dátiles, higos, piñas, paltas, guayabas, mangos, pepinos, melones) y otros primarios (café, azúcar, carnes, mariscos). Más importante aún es la producción y exportación de productos médicos y de servicios turísticos (Costa Rica es la tercera economía más competitiva en Viajes y Turismo en el 2019, tras México y Brasil).
Situación actual
La economía en 2019 se desaceleró con un crecimiento por debajo del 2,6% esperado (1,9%), lo cual incidió en una inflación también baja (1,52%). Por su parte, otras cifras macro merecen mayor atención: el déficit fiscal en 2019 llegó a 6,96% del PBI y el endeudamiento a 59,3% del PBI.
Pese a las dificultades comerciales en 2019, las exportaciones de Costa Rica crecieron 3,4% y alcanzaron un récord de US$ 21,091 millones, de los cuales corresponden a bienes US$ 11,526 millones (2% más que el año anterior) y corresponden a servicios US$ 9,565 millones (5% más que el año anterior). Entre estos últimos, destacaron los servicios empresariales, de información, de transporte, de telecomunicaciones, informáticos y turísticos.
Proyecciones para el 2020
El crecimiento proyectado es 2,6%, superior al del 2019, pero insuficiente para absorber la demanda de nuevos empleos anuales. No obstante, podría haber una recuperación mayor en el comercio y la agricultura, grandes generadoras de empleo. Esta variable es determinante en el país, pues ya supera el 11%.
También es importante mejorar el crecimiento económico para permitir una mayor recaudación tributaria que ayude a reducir el elevado déficit fiscal y a controlar el peligroso endeudamiento. Logrado esto, podría reducirse el costo del financiamiento para los sectores público y privado, y con ello facilitar la inversión que sustente un crecimiento mayor y prolongado de este país. ¡Pura Vida!
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